Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Canción desnuda.

Kostís Palamás.
Canción desnuda.
 
Todo está desnudo alrededor,
aquí todo se encuentra desnudo
la planicie, las montañas, el horizonte,
es de día.
 
La creación es transparente,
sus palacios permanecen abiertos.
Ojos, sacien su sed de luz,
guitarras, colmen su hambre de ritmo.
 
Aquí los árboles crecen separados,
en un caos,
el mundo es vino puro,
aquí reina la desnudez.
Las sombras, sueños son
y aquí, aún la noche
esboza una rubia sonrisa.
 
Aquí, todo se subleva
con pechos
desnudos, sin pena
la seca roca es una estrella,
el cuerpo es llama,
¡tu divina desnudez, noble Ática,
está unida con oro, plata, perlas y rubíes!
 
Aquí, el joven es embrujo,
la carne, es dios,
la virginidad, Artemisa,
el deseo, Hermes,
Aquí, cada momento desnudo
Hermes sobresalta al pasado,
a los monstruos marinos,
Afrodita desnuda surge y todo inunda.
 
¡Quítate la ropa!
¡Vístete con la desnudez, alma mía!
Vístete de belleza.
Sacerdotisa del desnudo,
alma mía, tu cuerpo es un templo.
Magnetiza mi mano. Ámbar de la carne,
¡Que mis brazos te envuelvan!
Dame de beber el olímpico néctar de la desnudez.
 
Rompe el velo: despójate
de la pesada túnica.
Une tus espléndidas formas
a las de la naturaleza.
¡Deshaz tu cinto! ¡Cruza tus brazos
sobre el corazón!
Haz con tu velo
una real vestidura.
 
¡Vuélvete una inmóvil estatua!
Deja que tu cuerpo asuma
la perfección del arte
que en la piedra brilla
juega y actúa con ideas desnudas
como animales ágiles, salvajes, serpientes, pájaros.
 
Juega y representa
la voluptuosidad de lo bello,
purifica tu desnudez y
vuélvete espíritu.
Deja que el alba
redonda, alargada, suave,
haga con sus curvas una danza.
¡Oh, divinos tremores
bailen, dancen!
 
Frente, ojos, olas, cabello, muslos,
valles secretos, rosas de amor,
mirto, escondites,
piernas que atrapa, temblores,
fuentes de caricias, palomas
de deseo, halcones de destrucción.
 
Boca, expresa desde el alma palabras no dichas,
boca
como la cera de abeja,
color granada,
boca con lirios de alabastro.
Los juegos de abril
envidian las formas de tus senos
por no beber en ellos.
 
Beber de los rosados,
turgentes, esmaltados pechos
la leche de mis sueños felices.
Feliz soy.
Yo soy tu hierofante,
tus rodillas son altares,
los dioses hacen milagros
en tu ardiente abrazo.
 
Lejos de nosotros todo
está cubierto y oculto,
lo feo, lo impuro, lo extraño.
¡Que todo sea visible,
que esté desnudo, sin culpa!
La tierra, el aire, los cuerpos, los pechos.
La verdad es desnudez
y la desnudez belleza.
 
En el sol, espléndida desnudez
de un día ateniense
si a ti algo te parece
un monstruo desnudo,
como un árbol sin hojas, sin brillo,
sin la gracia de la sombra,
como piedra bruta,
cuerpo delgado y seco.
 
Algo desnudo en el horizonte
con mirada ardiente,
sólo para mostrar que vive,
un hijo de los sátiros,
un animal salvaje,
con una voz de plata,
no huyas, soy yo.
 
Soy el sátiro aquí arraigado,
como un olivo,
detengo los vientos con mi flauta,
toco y hago danzar a los
hombres, a los animales
y a los fantasmas que aparecen
los que adoran y son adorados.
Yo toco y embrujo.
 
 
Canción desnuda.
Kostís Palamás.