Texto publicado por JAIME MAURICIO GAITÁN GÓMEZ

2017: AÑO DE ALTOS CONTRASTES… Pérdidas irreparables y paradójicamente, año de siembra de ilusiones que se pueden materializar

A pocas horas de finalizar el 2017, me abrogo el derecho de compartir con todos ustedes, el pesar de haber sufrido la pérdida del mejor ser humano que he tenido la oportunidad de conocer, quien dejara de existir el pasado 8 de abril después de más de seis años de penosa enfermedad que afectó también de manera drástica a mi madre, refiriéndome a mi padre; el haber tenido que sobrellevar cerca de doce meses sin contar con ingresos debido a que los proyectos en los que he invertido mis últimos años, parecían como en otras ocasiones, seguir siendo ilusiones de un ingenuo soñador ciego y que adicionalmente, porque mi esposa, trabajadora social con baja visión, no le fuera renovado el contrato por prestación de servicios que como a otras decenas de personas con discapacidad que prestaban sus servicios profesionales al Distrito, el señor Peñalosa, había dejado cesantes y como estas experiencias negativas, otros acontecimientos de menor importancia.

Pero paradójicamente, luego de la irreparable pérdida de mi padre, habiendo sido apoyado por dos de mis primos y la esposa de uno de mis tíos gracias a lo que pude comer, pagar servicios públicos y sobre llevar esa falta de ingresos durante esos penosos meses desde septiembre de 2016 hasta agosto del año que en pocas horas culminará, un gentil, bondadoso, solidario y creyente cristiano que lejos de refugiarse en su credo, manifestó en mí los verdaderos principios que deberían ser experimentados por quienes se congregan en comunidades religiosas, a través de su empresa de tecnología, ha puesto importantes recursos económicos y logísticos para que la central de servicios ofrecidos por personas con discapacidad visual, la idea en la que he invertido mis últimos años, con toda seguridad, en el 2018, se materializará.

Por todo esto, no me cabe la menor duda que el 2017, fue un ¡AÑO DE ALTOS CONTRASTES! Que quiero compartir con ustedes y dejarles como mensaje, que siendo la vida como una montaña rusa en la que se alternan momentos gratos y difíciles, lo que ha de venir, alimenta nuestras ilusiones mientras ellas sean las de aportar en el mejoramiento de la calidad de vida de quienes nos rodean.

No pierdan este enfoque, que más que ser una invitación al optimismo, es un llamado de atención a persistir en lo que realmente vale la pena sin dejar de agradecer a quienes así lo merecen.