Texto publicado por Andrea Orozco Escárraga

carta a mi pueblo.

En una de esas tantas reflexiones que hago cuando me queda tiempo para meditar, pensé que después de tantos años, ya era justo escribirle a mi tierra. Dicen que “nadie es profeta en tierra agena”. Pero seguramente si usted amigo lector que no conoce mi natal Quindío, lee estas líneas detenidamente, pensará que le miento, y querrá venir a este pedacito de patria a comprobar que lo que aquí le escribo es verdadero.
Quizás muchos se preguntarán, ¿de dónde vine?, ¿quién soy?, y ¿por qué razón estoy aquí?.
Pero yo con la sencillez que hace algunos años no tan lejanos, mi familia me infundió, me limitaré a responder así:
Yo nací en un pueblo que pocos conocen, pero muchos han nombrado, ese mismo terruño donde los amaneceres son más hermosos que las primaveras del viejo continente, y los atardeceres, bañan de ´vellos crepúsculos la inmensa cordillera que nos cubre.
Para sus gentes no existen barreras, ni fronteras, ni alambrados, son capaces de unir voces que combaten la tristeza, porque es la mejor forma para encontrar la alegría.
La gente de mi pueblo es única, tiene hijos consentidos, esos hombres aferrados que nunca quisieron partir, pero también hijos pródigos, esos paisanos que aún después de mirar pasar el tiempo, regresan para contemplar con asombro todo lo que algún día dejaron atrás.
De sus entrañas nacen historias increíbles, como las que un día imaginó gabo en el Macondo de su gran obra. D mi pueblo nacieron los más grandes, escritores que inspiraron sus versos en los paisajes inmensos de mi región, porque solo en la cuna de poetas existen cosas tan maravillosas. Como el jit Willis y esos hombres obstinados que crearon las más arriesgadas volteretas con este pequeño vehículo, Aquí las mujeres saben a café, y las mariposas multicolor son al igual que su gente patrimonio de la humanidad.
Sí. Yo soy calarqueña y de pura sepa,es más, yo soy una de las pocasraisales que quedan en este pueblo maravilloso yromántico.
Allí en mi patria chica me comenzaron a hablar del Quindíoy sus riquezas. Pero también de esas cosas que nos marcaron parasiempre como región.
¿Pero porqé siempre hablar de lo malo?, olvidemos que en nuestra tierra, fueron nacidos los más temibles forajidos del país, y digamos siempre con orgullo que tenemos los mejores escritores de poecía de todo Colombia, olvidemos que no hay empleo. Pero recordemos siempre que el café fue, es y será una fuente importantísima de empleo que los jóvenes por falta de gallardía desaprovechan, Olvidemos que la taza de suicidios es una de las más altas del país. Es mucho mejor si dejamos de deprimirnos por pequeñeces, y nos sentamos una tarde de estas a contemplar la belleza de la cordillera central y el explendor “del sol de los venados”.
Sí, yo soy de aquí, de la tierra verde y sencilla de mi país, de los potreros que ahora son cafetal y finca tropical, de la estirpe montañera, y del aire matutino de un vambuco cantado por un hombre berraco. Nacido entre caucanos, tolimences, antioqueños y vallunos.