Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día martes 8 de agosto del año 2017.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día martes 8 de agosto del año 2017.

Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien
(1 Ped. 5:8).

¡Qué bien describe este texto la actitud cruel del Diablo! Aunque ya tiene a todo el mundo en sus garras, sigue tratando de devorar a más personas; su apetito es insaciable. Está decidido a devorar al pueblo de Dios.
La persecución que los cristianos han sufrido desde el siglo primero hasta nuestros días demuestra que Satanás no tiene corazón. Un león hambriento se lanza sobre su presa sin compasión y, una vez que la ha matado, no siente ningún remordimiento. De igual modo, Satanás no tiene compasión por las personas a las que intenta cazar.
Por ejemplo, en la antigüedad, probablemente estuvo acechando a los israelitas en las ocasiones en las que cayeron en pecados como la inmoralidad y la codicia. Cuando Zimrí cometió un acto inmoral y Guehazí actuó con codicia, los dos sufrieron amargas consecuencias. ¿Puede imaginarse a Satanás rugiendo como un león, disfrutando de sus presas?
(Núm. 25:6-8, 14, 15; 2 Rey. 5:20-27).
w15 15/5 1:8, 9

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower