Texto publicado por JAIME MAURICIO GAITÁN GÓMEZ

ENTRE LO CORRECTO Y LO ESPERADO.

Me estoy debatiendo entre entender si lo que he venido haciendo desde hace años, es lo correcto, o, debo pensar que solo es pertinente hacer aquello que dicen quienes pertenecen a liderazgos de comunidades religiosas…

De acuerdo a lo que me dicta mi conciencia, la que he cultivado en el marco de la moral, la ética, la honestidad y la decencia, perteneciendo yo a la población vulnerable conformada por personas con discapacidad, víctima de la marginalización y al borde del precipicio social porque debido a nuestra condición, no somos tan productivos como el modelo perverso del capitalismo espera de las personas, he pretendido desarrollar acciones para crear condiciones de inclusión que nos permita ser autónomos e independientes y por esa vía, poder ser considerados por el capitalismo, merecedores de ser parte de la sociedad.

Pero por otro lado, en virtud de la tranquilidad que me ha significado despojarme de mi permanentemente conflicto entre religiosidad y hechos reales como haber alcanzado metas que parecían inalcanzables para que en este mundo, yo pudiera esperar que mi futuro y el de mi esposa e hijos, tuvieran algo de estabilidad a través de una pensión que implicará obtener mesadas mensuales y estar cerca de que los derechos de mi esforzada esposa se vean recompensados, me llevan a enfrentarme al insistente mensaje emitido por líderes y escritores en el ámbito religioso que dicen que cualquiera de las acciones personales que emprendamos, deberán ser en el marco de las congregaciones, ya que según tales mensajes, solo es aceptable para Dios, lo que se haga en ese ámbito.

En todo caso, solo dios sabe la respuesta y Él me la hará saber.