Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día viernes 5 de mayo del año 2017.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día viernes 5 de mayo del año 2017.

El Dios verdadero puso a prueba a Abrahán
(Gén. 22:1).

Abrahán está subiendo lentamente un monte. Este es quizás el viaje más difícil de su vida, pero no porque tenga unos 125 años, pues la edad no le ha robado las fuerzas. Detrás de él viene un joven de unos 25 años. Es su hijo Isaac; él lleva la leña. Abrahán lleva el cuchillo y lo necesario para prender un fuego. ¡Jehová le ha pedido que sacrifique a su querido hijo!
(Gén. 22:1-8).
Seguramente, esta fue la prueba de fe más grande que pasó Abrahán. Pero él no obedeció a Dios ciegamente. Todo lo contrario: obedeció porque podía ver. Su fe le permitía ver que su Padre celestial nunca le pediría algo que le causara daño permanente. Estaba convencido de eso y de que si era obediente, Jehová los bendeciría a él y a su querido hijo. ¿Y cómo lo sabía? Por las cosas que aprendió y las cosas que vivió.
w16.02 1:3, 4

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower