Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Los jóvenes preguntan: ¿Qué haré con mi vida?

Los jóvenes preguntan: ¿Qué haré con mi vida?

“Mientras estaba estudiando, no me preocupaba el futuro. Pero al acercarse el último día de clases, comprendí que iba a verme cara a cara con las realidades de la vida, como la realidad del trabajo y —cómo no— la realidad de las facturas.” (Álex)

IMAGÍNATE que piensas hacer un viaje por carretera de miles de kilómetros. Seguramente, primero consultarás un mapa para ver cuál es la mejor ruta. Pues mira, a la hora de planificar el futuro pasa algo parecido. Así lo reconoce Michael, joven que sirve en una sucursal de los testigos de Jehová: “Tienes muchísimas opciones”. Con tantas posibilidades, ¿cuál es la clave para no sentirse perdido? “Es cuestión de tener claras las metas”, señala Michael.

Plantéate cada meta como el punto de destino. Si te lanzas a lo loco, sin dirección ni plan, probablemente no consigas llegar. Es mucho mejor que, por así decirlo, saques un mapa y traces la trayectoria. De este modo seguirás el consejo de Proverbios 4:26, que dice: “Allana el derrotero de tu pie”. O, como lo expresa la nota de otra versión: “Examina bien el camino por donde quieres andar” (Pontificio Instituto Bíblico).

En los próximos años tendrás que tomar muchas decisiones trascendentales en campos muy importantes, como la religión, el trabajo, el matrimonio y la familia. Y algo que te ayudará será tener muy claro adónde te diriges. Pero al plantearte el rumbo de tu vida, hay un factor que no puedes pasar por alto.

“Acuérdate de tu Creador”

Si quieres ser feliz de verdad, toma en serio esta recomendación del sabio rey Salomón: “Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven” (Eclesiastés 12:1, Versión Popular). En otras palabras, al tomar decisiones que afecten tu vida, tu mayor prioridad debe ser agradar a Dios.

¿Por qué? Por lo que dice Revelación (Apocalipsis) 4:11: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”. Como ves, todas las criaturas, tanto en el cielo como en la Tierra, estamos en deuda con él. ¿Verdad que tú también le agradeces que te haya dado “vida y aliento y todas las cosas”? (Hechos 17:25.) Entonces, lo más natural es que quieras darle algo a cambio.

Eso es lo que han hecho muchos jóvenes testigos de Jehová. Agradecidos a su Creador, han decidido servirle de tiempo completo. Fíjate en las magníficas oportunidades que se abren ante ti.

Ser precursor regular. Así pasarás más tiempo en el ministerio. Y a fuerza de práctica y de experiencia, te harás un mejor maestro de la Biblia.

Servir donde se necesita más apoyo. Quizás puedas trasladarte a un lugar donde haya pocos proclamadores del Reino. O aprender un idioma y mudarte a una congregación de habla extranjera, o incluso a otro país.*

Ser misionero. Si eres un precursor con las debidas cualidades y tienes las energías y la salud necesarias, podrás recibir preparación para servir en el extranjero, disfrutando de una vida emocionante y llena de satisfacciones.

Trabajar en Betel. Podrás colaborar en alguna de las sucursales de los testigos de Jehová, que en ciertos países se encargan de producir y distribuir publicaciones bíblicas.

Ser siervo internacional. Viajarás a otras tierras para ayudar en la construcción de Salones del Reino, Salones de Asambleas y sucursales.

Asistir a la Escuela de Entrenamiento Ministerial. Si estás soltero, eres siervo ministerial o anciano, y reúnes las debidas cualidades, podrás recibir clases sobre asuntos de organización y oratoria. Y cuando te gradúes, hasta pudieran invitarte a ir al extranjero.

Traza tu trayectoria

El ministerio de tiempo completo es un objetivo noble que ofrece muchas bendiciones. Pero antes de emprenderlo hay que pensarlo muy bien. Pregúntate: “¿Tengo los conocimientos y habilidades que necesito para ganarme la vida?”.

Kelly tenía claro que quería ser precursora, y orientó su vida laboral tomando en cuenta ese deseo. “Busqué algo que me permitiera cubrir mis necesidades y mantenerme en el ministerio”, explicó.

Por eso, cuando estaba en la escuela, tomó un curso que la ayudó a conseguir su meta principal. “Lo que más quería era empezar en el ministerio de tiempo completo. Lo demás era secundario. Creo que mi decisión fue la mejor”, explica satisfecha.

Pide que te orienten

Si estás viajando por una región que no conoces, es probable que en algún momento te detengas a preguntar. Y lo mismo puedes hacer al planificar tu futuro. Pídeles a otros su opinión. Cuando uno hace caso de los buenos consejos, sus “planes [...] se establecen firmemente” (Proverbios 20:18).

Es fundamental que acudas a tus padres. Pero también te pueden orientar otros cristianos maduros que viven de acuerdo con la sabiduría divina. “Fíjate en los buenos ejemplos de los adultos, sea en tu congregación o en otras cercanas”, recomienda Roberto, un joven que sirve en Betel.

Pero el más interesado en que tomes buenas decisiones y alcances la mayor felicidad posible es Dios. Pídele que te ayude a ir “percibiendo cuál es [su] voluntad” en lo que tiene que ver con tu futuro (Efesios 5:17). Haz siempre como dice Proverbios 3:5, 6: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas”.

Encontrarás más información en el DVD Los jóvenes preguntan... ¿Qué haré con mi vida?, que está disponible en más de treinta idiomas

[Nota]

Consulta el recuadro de la página 164.

Texto bíblico clave

“Pruébenme [...] —ha dicho Jehová de los ejércitos—, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y realmente vacío sobre ustedes una bendición hasta que no haya más carencia.” (Malaquías 3:10)

Una sugerencia

Conversa con alguien que lleve muchos años en el ministerio de tiempo completo. Pregúntale por qué decidió emprenderlo y qué bendiciones ha recibido.

¿Sabías esto?

Al igual que los aparatos eléctricos necesitan corriente para funcionar, los cristianos necesitamos espíritu santo para servir a Dios (Hechos 1:8).

¡Manos a la obra!

Quiero disfrutar más del ministerio. Por eso voy a pedirle ayuda a... ·····

¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ·····

Y tú, ¿qué piensas?

? ¿Qué talentos y habilidades tienes?

? ¿Cómo puedes utilizarlos para alabar a Jehová?

? De las facetas del servicio de tiempo completo mencionadas en este capítulo, ¿cuál es la que más te atrae?

[Comentario de la página 313]

“Siento gran admiración por mis padres. Su ejemplo ha sido determinante, pues por años han perseverado con celo en el ministerio, pese a los problemas económicos, y siempre me han animado a servir a tiempo completo.” (Jarrod)

[Recuadro de la página 314]

Página de ejercicios o actividades

mis metas

Marca las metas que te gustaría ponerte. Puedes emplear los espacios en blanco para adaptarlas a tus circunstancias o fijarte metas adicionales.

Metas para el ministerio

? Aumentar mi participación en el ministerio a ····· horas por mes

? Distribuir ····· publicaciones cada mes

? Usar la Biblia para explicar lo que creo

? Hacer ····· revisitas cada mes

? Iniciar un estudio bíblico

Otras metas: ·····

Metas de estudio

? Leer ····· páginas de la Biblia cada día

? Prepararme para todas las reuniones semanales

? Buscar información sobre estos temas bíblicos: ·····

Metas en la congregación

? Comentar al menos una vez en cada reunión

? Hablar con un hermano mayor que quiero conocer mejor

? Visitar a un hermano de edad avanzada o salud delicada

Otras metas: ·····

Llené este recuadro el día ·····

Revisa esta página dentro de seis meses para ver qué tal te ha ido. Luego puedes ajustar las metas o añadir más.

[Ilustración de la página 312]

Tener metas evitará que malgastes tus energías sin llegar a ningún lado

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower