Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

La fuente enferma.

Aldo Palazzeschi.
La fuente enferma.
 
Clof, clop, cloch,
cloffete,
cloppete,
chchch…
Allá está
en el patio
la pobre
fuente
enferma
¡qué ganas
de escucharla
toser!
Tose
tose
calla
un poco
y de nuevo
tose.
Mi pobre
fuente,
tu enfermedad
me oprime
el alma.
Se calla,
ya no
arroja
nada,
se calla,
no se escucha
el rumor
de salida,
si tal vez…
¿si tal vez está muerta?
¡Horror!
¡Oh, no!
Otra vez,
nuevamente
tose.
Clof, clop, cloch,
cloffete,
cloppete,
chchch…
La tisis
la mata.
Santo Dios,
su
eterno
toser
me mata,
un poco
está bien
¡pero tanto!
¡Qué lamento!
¡Habel!
¡Victoria!
Corran,
cierren
la fuente
¡me mata
su
eterno
toser!
¡Vayan!
Hagan
cualquier cosa:
pero que termine.
Tal vez…
¡tal vez
morir!
¡Señora!
¡Jesús!
¡Ya no,
ya no!
Mi pobre
fuente
acaba
con el mal
que tienes
sino
verás que también
me matas.
Clof, clop, cloch,
cloffete,
cloppete,
chchch…
 
 
La fuente enferma.
Aldo Palazzeschi.