Texto publicado por Marcos Molina

LAS REGLAS DEL ESTUDIO BÍBLICO - REGLA # 21.

del libro CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA Por, Greg Kedrovsky .
REGLA # 21: NO VIOLAR PASAJES CLAROS .
La regla: Si no entiende un pasaje, no viole ninguna regla ni ningún pasaje claro tratando de
entenderlo.
El Libro que estamos estudiando es tan profundo como su Autor, y Él dice que jamás podremos llegar a
entender Sus pensamientos.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como
son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos. [Isa 55.8-9]
Dios es infinito, entonces la profundidad del Libro que Él escribió es igual. No vamos a entender toda la
Biblia nunca. Así que, siempre habrá pasajes en la Biblia que serán difíciles, si no imposibles, de
entender. Cuando nos topemos con ellos, deberemos siempre mantener esta regla en nuestra mente. No
debemos violar ninguna regla del estudio bíblico ni ningún pasaje claro tratando de entender un pasaje
complicado.
Además de la profundidad de la Biblia, hay pasajes que simplemente son “cerrados y sellados”.
El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. [Dan 12.9]
Dios no ha dado la revelación de este conocimiento cerrado, entonces podremos buscar por el resto de
nuestras vidas y no encontraremos una explicación por estas cosas. Un ejemplo es el conocimiento de los
siete truenos en Apocalipsis 10.1-4. El ángel que estaba hablando con el Apóstol Juan simplemente le
dijo: “Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas”. No vamos a saber lo que son
hasta que lleguemos al cielo. Pablo recibió un conocimiento parecido, algo que no fue permitido ni hablar
ni escribir.
Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un
hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe)
fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios
lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
[2Cor 12.1-4]
Además de estas cosas cerradas, hay otras cosas que son reveladas pero a la vez un poco difícil de
entender.
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano
Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de
estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen,
como también las otras Escrituras, para su propia perdición. [2Ped 3.15-16]
Para entender estas cosas a veces tenemos que pasar un buen tiempo leyéndola, estudiándola y meditando
en ella. Además debemos siempre estar aplicando lo que, sí, entendemos porque Dios no nos va a dar más
de la Biblia si no estamos dispuestos a obedecer lo que ya sabemos.
En todos estos casos debemos proceder en nuestros estudios con mucho cuidado para no violar ninguna
regla del estudio bíblico ni los otros pasajes que, sí, entendemos bien. Es un asunto de seguir estudiando
con paciencia, aplicando las reglas del estudio bíblico y confiando en Dios que nos lo aclarará todo en Su
debido tiempo.
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. [Juan 16.12]
Entonces, si usted no entiende algo que está leyendo o estudiando en la Biblia, siga este proceso. Primero,
aplique las reglas del estudio bíblico para ver si puede orientarse un poco. Si todavía no lo entiende,
déjelo por ahora y no se preocupe. Siga obedeciendo a lo que, sí, entiende y confíe en Dios que Él le dará
el entendimiento de lo demás luego, cuando usted ya esté listo para aquello.
Dios nos revela Su Palabra poco a poco, mientras que estemos estudiándola y obedeciéndola.
¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿a los arrancados de los
pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre
línea, un poquito allí, otro poquito allá... La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento,
mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá... [Isa 28.9-13]
Uno va poniendo mandato sobre mandato, un poco aquí y luego otro poco allá. A través de los años, el
estudiante humilde y diligente de la Escritura va creciendo en su conocimiento y también en su
entendimiento. O sea, va “armando el rompecabezas” que es la Biblia .

CONCLUSIÓN . .
De aquí en adelante en este libro, vamos a estar estudiando la Biblia, (la Biblia misma, no “acerca de” la
Biblia) . La meta no es tanto la de aumentarle su conocimiento, aunque se le va a compartir mucha
enseñanza. Recuerde que la meta de este curso de estudio es la estabilidad espiritual. O sea, vamos a
procurar colocar un fundamento firme de sana doctrina sobre el cual usted puede edificarse y crecer en
Cristo para el resto de su vida.
Hemos de empezar con los principios de estos dos primeros capítulo bien arraigados en la mente. Ellos
nos van a ayudar a “armar el borde” del rompecabezas que es la Biblia. En el capítulo 1 vimos los cuatro
requisitos del estudio bíblico provechoso. Si queremos sacar provecho de nuestro estudio de la Escritura,
ocupamos corazones dispuestos a aprender, la iluminación del Espíritu Santo, el esfuerzo para ser un poco
metódicos en nuestros estudios y, por último, la certidumbre de las palabras de verdad.
Además en este capítulo usted vio una breve introducción a las reglas del estudio bíblico. Son 21
principios que debemos seguir siempre en nuestro estudio de la Biblia porque si las aplicamos en el
tiempo a solas, en la lectura de la Biblia y en el estudio de ella, podremos evitar tergiversar la Palabra de
Dios. Además de “marcarnos la cancha”, estas reglas (la aplicación de ellas) hacen que la Biblia florezca
delante de nuestros ojos. Así que, sería muy buena idea copiar estos 21 principios (sólo los principios—
las reglas—, no toda la explicación de cada uno) en la primera página de su Biblia donde fácilmente
puede repasarlas de vez en cuando .
Fin .
Greg Kedrovsky.