Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

El ángel guardián.

Maurice Rollinat. 
El ángel guardián.
 
Arcángel femenino del que el bello ojo, sin tregua,
resplandece cubriendo de bruma como un sol afligido,
tranquiliza la pena de mi corazón agitado,
Reina de la dulzura, del silencio y del sueño.
 
Inspirame el esfuerzo que hace que se ponga de pie,
enseñame el valor en mi cuerpo desconsolado,
salvame del aburrimiento que me devuelve pasmado,
y da lustre a mi esperanza oxidada como una vieja espada.
 
Vuelve a encender en tu alegría mi pobre risa extinta;
gasta conmigo el viejo hombre, y después, noche y mañana,
¡ dejame adorarte como convenga a los ángeles !
 
Dejame adorarte lejos del mundo burlón,
en el acunar que exprime dulcemente de tus miradas extrañas,
¡ céfiros azules transportan los perfumes de tu corazón !
 
 
El ángel guardián.
Maurice Rollinat.