Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día jueves 29 de diciembre del año 2016.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día jueves 29 de diciembre del año 2016.

Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios
(Rut 1:16).

Jehová no prohibió que en su nación hubiera extranjeros. Permitió que “una vasta compañía mixta” de egipcios y otros extranjeros acompañara a su pueblo en su salida de Egipto
(Éx. 12:38; nota).
En el mensaje que Moisés dirigió a los israelitas justo antes de que cruzaran el río Jordán y entraran en Canaán, les dijo que debían “amar al residente forastero”
(Deut. 10:17-19).
Los israelitas tenían que aceptar entre ellos a todos los extranjeros que estuvieran dispuestos a obedecer las leyes básicas que Moisés había recibido, como los Diez Mandamientos
(Lev. 24:22).
Algunos de ellos se hicieron siervos de Jehová y compartieron los sentimientos de Rut, la moabita. Jehová los acogía bondadosamente entre su pueblo
(Núm. 15:14, 15).
Cuando Salomón dedicó el templo, quedó claro que Jehová aceptaba la adoración de extranjeros. Eso se reflejó en la oración de Salomón
(2 Crón. 6:32, 33).

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower