Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día miércoles 28 de diciembre del año 2016.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día miércoles 28 de diciembre del año 2016.

Haré de ti una nación grande y te bendeciré
(Gén. 12:2).

Cuando Jehová le pidió a Abrahán que se mudara con los suyos a la tierra de Canaán, este obedeció de buena gana. Al ver su fe y obediencia, Jehová hizo con él el pacto del texto de hoy. Sin embargo, pasaron los años y Abrahán y Sara seguían sin hijos. ¿Se habrán preguntado si Jehová había olvidado su promesa?
Por otro lado, no debió ser fácil para ellos dejar atrás a sus parientes y su hogar en Ur, una próspera ciudad de Mesopotamia. Recorrieron más de 1.600 kilómetros (1.000 millas) para llegar a Canaán, donde tuvieron que vivir en tiendas, pasar hambre y enfrentarse a maleantes
(Gén. 12:5, 10; 13:18; 14:10-16).
Con todo, no tenían ninguna intención de volver a la cómoda vida de Ur
(Heb. 11:8-12, 15).
En vez de centrar su atención en “las cosas sobre la tierra”, Abrahán “puso fe en Jehová”
(Gén. 15:6; Col. 3:2).
Tenía la mente puesta en las cosas de arriba: estaba concentrado en las promesas de Dios.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower