Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día martes 27 de diciembre del año 2016.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día martes 27 de diciembre del año 2016.

¿Quién me librará del cuerpo que está padeciendo esta muerte?
(Rom. 7:24.)

Jehová podía liberar, o rescatar, a Pablo de la muerte. Isaías escribió: “Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro”
(Is. 25:8).
Como un padre que elimina encantado la causa del sufrimiento de sus hijos y les seca las lágrimas, Jehová acabará de una vez por todas con la muerte que hemos heredado de Adán. Y cuenta con un ayudante: Jesús.
En 1 Corintios 15:22 leemos: “Así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados”. De manera parecida, después de preguntar quién lo liberaría, Pablo mismo contestó: “¡Gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor!”
(Rom. 7:25).
Está claro: aunque Adán y Eva se rebelaron contra él, Jehová no dejó de amar a la humanidad. Y Jesús, quien ayudó a su Padre a crear a la primera pareja, tampoco dejó de querer a los seres humanos
(Prov. 8:30, 31).

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower