Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día jueves 22 de diciembre del año 2016.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día jueves 22 de diciembre del año 2016.

¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!
(Sal. 144:15.)

Unos cuatro mil años atrás, Jehová eligió a un grupo de personas para que fueran su pueblo. Abrahán, llamado “el padre de todos los que tienen fe”, era cabeza de una gran familia con cientos de sirvientes
(Rom. 4:11; Gén. 14:14).
De hecho, los gobernantes de Canaán lo consideraban “un principal poderoso” y lo trataban con respeto
(Gén. 21:22; 23:6, nota).
Jehová hizo un pacto, o acuerdo, con él y sus descendientes
(Gén. 17:1, 2, 19).
Le dijo: “Este es mi pacto que ustedes guardarán, entre yo y ustedes, incluso tu descendencia después de ti: Todo varón de ustedes tiene que ser circuncidado. Y [...] esto tiene que servir como señal del pacto entre yo y ustedes”
(Gén. 17:10, 11).
De ahí que Abrahán y todos los varones de su casa se circuncidaran
(Gén. 17:24-27).
La circuncisión era una señal que distinguía a los descendientes de Abrahán como el único pueblo que tenía una relación especial con Jehová.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower