Enlace publicado por José Luis Rios

¿Discapacitado? Claro que sí

Vivimos en una sociedad hipócrita, empeñada en coger con pinzas todo aquello que puede manchar, que puede doler, que exige cambios e iniciativas. La sociedad de lo políticamente correcto se ha enseñoreado del lenguaje. No es gratuito este enseñoramiento disfrazado de paternalismo: tras la apariencia del cuidado y del respeto, solo pretende mantener la realidad tal cual, eso sí, con un ficticio lavado de conciencia.