Texto publicado por Leandro Benítez

Declaración de Derechos Para los Perros

Es cierto que, incluso los peces y los pollos merecen derechos básicos, aunque es mucho más fácil para muchas personas la idea de una Declaración de Derechos para una de las mascotas familiares más queridas: los perros.
John Bradshaw, experto en comportamiento y bienestar animal y autor de "Dog Sense: How the New Science of Dog Behaviour Can Make You Better to Your Pet", escribió una Declaración de Derechos para los perros, y es hermosa.
Bradshaw sugiere que los perros, en particular, merecen respecto y que los humanos se tomen el tiempo de entender sus matices y necesidades. Esto involucra entrenarlos con un mayor entendimiento de que cada perro es un individuo, no necesariamente un "lobo" domesticado guiado por el sentido de dominación, como a veces los tratamos.
Además, los perros se han vuelto muy dependientes (no solo de forma física, sino también emocional) de los humanos, y deberían criarse teniendo en cuenta su propio bienestar (no solo para crear aspectos nuevos).
La Declaración de los Derechos para los Perros de Bradshaw es como se muestra a continuación, según la publicó The Bark. "Si los perros pudieran crear su propia Declaración de Derechos, diría algo como esto", comienza:1
1"Somos perros, no lobos. Hemos vivido con la humanidad desde que era cazadora-recolectora y no estamos menos ni más domesticados que ustedes. Hacemos valer el derecho de ser tratados como nosotros mismos, y no como algún tipo de animal silvestre.
2Hacemos valer el derecho a que se tomen en cuenta nuestras propias percepciones del mundo, especialmente cuando nuestros sentidos son superiores a los suyos.
3Hacemos valer el derecho de que se permitan y se comprendan nuestros sentimientos, que son reales, aunque distintos a los suyos. No somos inferiores a los humanos ni robots bestiales.
4Nuestras capacidades mentales son considerables, aunque, de nuevo, diferentes a las de la humanidad. Hacemos valer el derecho a que nos entiendan nuestros dueños, quienes no deberían esperar que entendamos cada palabra que dicen, ni asumir que aprendemos como lo hacen los niños humanos.
5Hacemos valer el derecho a que nos enseñen cómo lidiar con el mundo humano. Pues, aunque somos producto de su mundo, no nacemos para entenderlo, y es necesario que nos integren gradualmente, con cuidado y gentileza.
6Nuestro lenguaje es rico y sofisticado. Hacemos valer el derecho a que nos comprendan, de la misma forma en la que intentamos entenderlos a ustedes.
7Somos, en esencia, animales sociales y hacemos valer el derecho a la compañía de nuestra propia especie.
8Somos animales domesticados y hacemos valer nuestro derecho a la compañía de los humanos. Si nos dejan solos, necesitamos entrenamiento para lidiar con el aislamiento.
9Somos individuos, cada perro tiene su propia personalidad. Por lo tanto, hacemos valer el derecho de que nos juzguen por nuestros propios méritos y no de acuerdo con la reputación de nuestra raza o tipo.
10Hemos servido fielmente a la humanidad durante decenas de miles de años. Mientras que nacemos para servir, hacemos valer el derecho de que se respeten nuestras necesidades y nuestra dignidad de todas las formas, tanto de forma tradicional como novedosa, como la humanidad lo solicite.
11Hacemos valer nuestro derecho al futuro. Al haber adaptado nuestro cuerpo y vida a sus necesidades, hemos perdido gran parte de nuestra capacidad para la independencia. Por lo tanto, necesitamos la asistencia de la humanidad conforme enfrentamos juntos el futuro."
Si pones en práctica estos derechos con tu propio perro, es probable que comiences a verlo de una forma completamente nueva y su vínculo se volverá incluso más profundo de lo que es ahora.