Texto publicado por Cyndi del Río

tu propio guión

tu propio guión

22 de octubre de 2015

¡Es momento de subirte al escenario!

¡Vamos! ¡no puedes perder más tiempo! Tienes tanto por hacer, tanto por decir en tus diálogos de hoy...
Primero debes vestirte. ¡Asegúrate de que tu vestuario sea el indicado para hoy! Que ni se te ocurra llevar algo distinto, Porque si lo haces, los otros actores te matarían y el público te despreciaría.
Tienes qué escuchar los comentarios de tus asesores, ya que, es el vestuario que tienes, no puedes usar ni si quiera el que a tí te gusta.
Luego, comes algo. Sacrificas unos minutitos de sueño para poder comer con más tranquilidad. Recuerda que, después de todo, el desayuno es el momento más importante del día. Es donde adquieres las energías para rendir plenamente...
¿Espera, para qué estás rindiendo?
No lo sabes. Y seguramente piensas que pensar en esto son tonterías, no porque lo creas así, si no porque es lo que te han dicho.
Entonces, entras en escena. Y ahí vas, con el guión aprendido, a caminar por tu propio escenario... hablando de tribialidades sin sentido, ssoportando la fribolidad de los demás actores y tragándote lo que querrías decir en lugar de esos tontos diálogos que alguien más a puesto... alguien que no eres tú.
Desearías que la obra fuera diferente. Pero no lo es, al menos hoy no.
Tu guión ha sido creado por alguien que no tiene ni la menor idea de lo que tienes en la cabeza.
"¿qué sabes tú, qué sabes tú de un mundo interno que no ves? ¿Qué puedes tú saber?"
Pero continúas... creyendo, inútilmente, que al final esta obra, o temporada, terminarán y podrás irte feliz a ser ahora tú el escritor de tu propio guión. Te prometes, en silencio, que nunca le escribirás el guión a alguien más.
Muy pocos de los actores conocen lo que hay dentro de la cabeza. Descubres que, a algunos, su guión les gusta, y otros sienten lo mismo que tú. Después de todo, éste teatro es un mundo.
Pero en ese momento en el que estás en la oscuridad de la noche, cerrando tus ojitos para descansar, es que te preguntas: ¿hasta cuándo?
Y entonces te imaginas mil y un situaciones para salir...
Y maquinas...
Y realizas planes, escribiendo tu propio guión.

Tu propio guión en silencio
A escondidas
Sin importarte el qué dirán.
Sin importarte nada más.
¿Después de todo, quiénes son los demás para decidir sobre tí y tu felicidad?
Sonríes sinceramente. Sabes que está cerca, muy cerca...

¿Hasta cuándo, entonces?

¡Ahora!