Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Gía para las parejas.

¿CÓMO SABER SI ELLA TIENE GANAS?

Por Manel Fuentes

Tener relaciones sexuales es difícil, siempre. Cuando tienes pareja piensas:
"¡Por fin voy a tener sexo cuando yo quiera!". ¡Mentira! Eso de las
relaciones sexuales estables es una leyenda. Es difícil que se dé que ella
tenga ganas y que tú tengas ganas, y que cuando tú tengas ganas, ella sepa
que tú tienes ganas y tú sepas que ella tiene ganas...

Yo, por necesidad más que nada, me he convertido en un experto en
interpretar este tipo de señales. Veréis: si estás en el sofá y cuando va a
acostarse te dice: - Me voy a la cama, no tardes. Eso quiere decir: "Me voy
a acostar sin bragas". Pero si ella se acuesta y te dice: - Yo me voy a la
cama, cuando vengas haz el favor de no hacer ruido. Amigo mío... coge una
revista y sedúcete a ti mismo.

Hay palabras mágicas que ella suele utilizar para dejar claras sus
intenciones. Por ejemplo, la palabra "siesta". Si ella después de comer te
dice: - ¿Nos echamos la siesta? Está claro: "sí está".

Hay que estar muy atento a cómo se viste cuando se acuesta. Si se coloca los
calcetines y el esquijama con pelotillas te está diciendo que no quiere
saber nada de tus pelotillas...

Yo creo que, con esto del sexo, las personas funcionamos un poco como los
teléfonos móviles: que se supone que sirven para que estemos comunicados
siempre, pero a veces tú lanzas un mensaje y ella no está operativa; otras
te lo lanza ella a ti, y resulta que tú estás comunicando.

Si un día anodino, como por ejemplo el martes, tu chica sin venir a cuento
te pregunta por Zidane:

- Oye, ¿y cómo va lo de Zidane?

Está claro... ¡¡¡Quiere... que le introduzcas el PIN!!!

Hay otras señales más sutiles. Hay que estar muy atento a cómo te llama
cuando llegas a casa. Si entras por la puerta y escuchas tu nombre tres
octavas más agudas de lo normal (En vez de oír: "Hola Manel", oyes: "¡Hola
Maneeeeel!"), prepárate. Va a estallar el obús. Te va a hacer como en el
anuncio de Jazztel: "¡Otro...! ¡Otro...! ¡Otro más...!" Lo malo, cuando te
pasa esto, es que tú, al segundo, te quedas sin batería.

Si cuando se está arreglando para salir te dice: "¿Me ayudas a subirme la
cremallera?", en realidad te está diciendo: "¿Cuándo volvamos... también me
la bajarás?". Es decir, ella está a tope de cobertura. Pero atención, porque
el momento de subirle la cremallera es muy delicado. Si la pellizcas sin
querer, se acabó lo que se daba. Se dará la vuelta y te dirá: "¿Qué piensas?
¿Que estás cerrando una maleta? ¡Serás bestia!". Y conectará el buzón de
voz. Ya puedes llamar, ya...

La postura que ella coge cuando se mete en la cama es otra forma de saber si
está operativa o no está operativa. Si se mete en la cama y se enrolla como
una oruga... no te esfuerces, tiene el terminal apagado. si por el
contrario, se tira boca abajo y mueve el culete como el pato Donald al
andar... ¡Atención, tienes una llamada en espera!

En cualquier caso, con móvil o sin él, el momento clave sin duda es el
sábado. Porque el sábado por la noche tú sabes que toca. Y con esa ilusión
te metes en la cama. Pero puede pasar que, de repente, apague la luz y diga:

- Buenas noches.

- ¿Cómo que buenas noches? ¡Pero si es sábado!

Te dan ganas de levantarte a por el calendario y decirle: "Mira... Mira...
¡Mañana rojo!". Hombre, por favor... Yo creo que, como hay mucha despistada
por ahí, deberían decirlo en las noticias: "Y terminamos recordándoles que
hoy es sábado... Mañana rojo".

Sin embargo en vez de ir a por el calendario, lo que hacemos la mayoría de
los tíos es poner en marcha la operación gusano: acercarnos a ella reptando
por la cama, como sin querer, hasta que nos acoplamos. La abrazamos y
empiezas a tontear con la mano, que si le acaricias la cadera, que si ahora
la tripita... y empiezas a subir y a subir, a ver si ella reacciona. Y sí
que reacciona, sí. De pronto te coge la mano y te dice:

- ¡Qué bien estamos así! Yo no necesito nada más.

Y te quedas con las ganas. Esperando la próxima señal. Habrá que tener...
¡la antena sacada!