Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día jueves 7 de julio del año 2016.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día jueves 7 de julio del año 2016.

Derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán
(Joel 2:28).

Jesús trataba con mucha bondad a las mujeres. ¿Recuerda cómo trató a una mujer que llevaba doce años padeciendo hemorragias? Cuando ella se acercó desde atrás entre la multitud y le tocó la ropa, ¿qué hizo él? En vez de regañarla, le dijo amablemente: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz, y queda sana de tu penosa enfermedad”
(Mar. 5:25-34).
Entre los discípulos de Jesús había algunas mujeres que lo atendían a él y a los apóstoles
(Luc. 8:1-3).
Y en el Pentecostés del año 33, unos 120 hombres y mujeres recibieron el espíritu de Dios de un modo especial
(Hech. 2:1-4).
Con ese milagroso suceso, Jehová indicó que le había retirado su apoyo a la apóstata nación de Israel y que ahora favorecía al “Israel de Dios”, compuesto por hombres y mujeres
(Gál. 3:28; 6:15, 16).
Entre las cristianas que predicaron las buenas nuevas en el siglo primero estuvieron las cuatro hijas de Felipe el evangelizador
(Hech. 21:8, 9).

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower