Texto publicado por Leandro Benítez

7 razones para no usar el aire acondicionado

Espero que no hayas presenciado una escena como la siguiente. Un grupo de trabajadores de cuello blanco, sentados cada uno a su mesa en la oficina, teclean concentrados en sus pantallas. De repente uno se levanta y sin luz ni taquígrafos se dirige hacia el termostato del aire acondicionado. Nadie habrá visto nada pero ese movimiento subrepticio provocará que uno tras otro vayan desviando la mirada desde la pantalla hacia el termostato. El termostato lo ha visto todo pero, hasta la fecha, aún no habla. Alguno pillará una chaqueta. Otro, más airado y demasiado aireado, decide tirar el aire por la ventana, en sentido físico y metafórico. Aún algún otro se atreverá a encaramarse a una silla y cegar con bolitas de papel el conducto. Y es que el chorro venido directo del Polo Norte le cae justo en el cogote.
Se diría que nuestra sociedad tiene muy clara la utilidad y la supuesta necesidad del aire acondicionado y yo cada año que pasa le encuentro menos utilidades y más inconvenientes. Quiero combatir ese prejuicio generalizado con 7 razones para no usarlo por descontado:
1. El aire acondicionado es malo para la salud. Sé que es una obviedad pero no por eso hay que olvidar el argumento o menospreciarlo. ¿Por qué no se crean "espacios libres de aire acondicionado"? ¿No se ha prohibido fumar en espacios públicos? Pues yo animaría a las administraciones y a las empresas privadas a reservar al menos parte de sus metros cuadrados para "los amantes del aire puro" y no acondicionado. Vivan los edificios con ventanas que se pueden abrir. Reclamemos la posibilidad y la libertad de abrir ventanas en oficinas, autobuses, consultas médicas, despachos de abogados. Quizá incluso se airean junto con los cuerpos las ideas.
2. El aire acondicionado perjudica al medio ambiente. Los climatizadores consumen mucha energía eléctrica, lo que hace que se emita más CO2 a la atmósfera y se agrave por lo tanto el calentamiento global. Por otra parte, un estudio de Ecologistas en Acción demostró en el 2011 que el uso sistemático de los climatizadores puede aumentar la temperatura en 1,5º o 2º en verano en una ciudad como Madrid.
3. El aire acondicionado es malo para tu bolsillo. En época de vacas flacas como la actual restringir el uso de los climatizadores es una buena manera de ajustar el presupuesto familiar.
4. El aire acondicionado es malo para el vecindario (que no tiene aire acondicionado). No sé si alguien se ha parado a pensar en el prójimo cuando presiona el "start". En ese momento se enciendo el motor que -oh casualidad- no está en el interior de su piso sino en el exterior para gozo y disfrute de los vecinos que, a la desgracia de no tener climatizador, deben sumar la de soportar el estruendo y el calor que emana del artilugio. Por no hablar de cómo afean el paisaje urbano los colonizadores. Perdón, quería decir los climatizadores.
5. Nuestros antepasados vivieron sin él y no les fue tan mal. A alguien le parecerá peregrino este argumento pero no está de más recordar que "hubo vida antes de los aparatos de aire acondicionado"  y "puede haber vida sin ellos" por increíble que parezca. En aras de un supuesto confort estamos desacostumbrando el cuerpo a experimentar los cambios de temperatura propios de las estaciones y pretendemos vivir en una "permanente primavera". ¿No será el aire acondicionado otro tipo de "cirugía estética" que, en este caso, intentamos operar sobre el medio ambiente, incapaces de aceptar un no por respuesta?
6. Hay alternativas (individuales y baratas) al aire acondicionado. Es tan fácil ponerlo en marcha que seguro que muchos habremos olvidado gestos tan sencillos como: darse una ducha; ventilarse con un abanico o ventilador; refugiarse en la parte de la casa que recibe menos insolación; abrir ventanas y a la par, cerrar contraventanas, desplegar toldos, persianas y cortinas; abstenerse de hacer ejercicio físico en las horas fuertes de calor; beber mucho líquido e ingerir menos grasas.
7. El aire acondicionado es un apaño, no una solución. ¿No sería más sensato, lógico, barato y ecológico que se construyeran los edificios ya de entrada con la mente puesta en el ahorro energético? Edificios que conservaran el calor en invierno y mantuvieran el fresco en verano. Que convirtieran los rayos de sol en energía verde. Es decir, en vez de utilizar el aire acondicionado deberíamos apostar como sociedad por las construcciones bioclimáticas.
 ¿Y cuáles son tus razones para no usar el aire acondicionado?