Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera
Humor impositivo: chiste acompañado de reflección.
*AFIP en la Sinagoga*
Una vez acabado el año fiscal, la AFIP envió un inspector para auditar
los libros de una sinagoga.
Mientras los iba comprobando, giró hacia el rabino y le dijo:
-Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es lo que hacen con los
restos de cera que gotean?
-Buena pregunta -dijo el rabino. Las vamos guardando y las devolvemos al
fabricante y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.
-¡Oh!, respondió el inspector, algo decepcionado con que su insólita
pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó con sus
odiosas maneras.
_¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen con las
migajas?
-¡Ah, sí! -respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector estaba
intentando ponerlo en un aprieto con su absurda pregunta- ... Las
recogemos y las devolvemos a los fabricantes y de vez en cuando, nos
envían gratis una caja de benditas galletas.
-Ya veo- respondió el inspector, estrujándose el coco para ver cómo podía
sacar de quicio al sabelotodo del rabino.
¡Bien rabino! y entonces, ¿qué es lo que hacen con los prepucios que van
quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?
-Pues aquí tampoco desperdiciamos nada -respondió el rabino.
Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la AFIP y de vez en
cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un choto entero a
hacer preguntas.
*El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota
delante de un idiota que aparenta ser inteligente.
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*(NO LO OLVIDES NUNCA, PORQUE HAY MONTONES POR TODOS LADOS)
REFLEXIÓN DEL DÍA
*Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te
ganará por experiencia.