Texto publicado por Carinosanto

ESTENOGRAFÍA

La palabra estenografía es un cultismo compuesto por las raíces griegas stenos, que significa estrecho y grafein, que significa escribir.

Podría definirse como una forma de lectoescritura abreviada, similar a la taquigrafía en tinta, cuya aplicación consiste en utilizar signos que representan toda una palabra o parte de ésta, con el fin de ahorrar tiempo al escribir y economizar material.
Algunos expertos del braille la han definido como “el arte y técnica de escribir tan deprisa como se habla”.

El primer código de braille literal abreviado o estenografía braille se publicó en Francia, en 1859, de acuerdo con las bases que el mismo Luis Braille había fijado, consciente de las ventajas que podía ofrecer a los usuarios de su sistema.

Luego de algunas modificaciones, en 1883 se consolidó un sistema de braille abreviado, cuyos principios son los que se utilizan hoy por hoy; pero la estenografía es distinta en cada lengua escrita, pues técnicamente resultaría imposible unificarla, dadas las variaciones lexicográficas de cada idioma.

En la estenografía braille se han desarrollado varios niveles de aplicación que se conocen como estenografía grado uno, grado dos y grado tres, donde este último utiliza un mayor número de contracciones y palabras que se abrevian con un solo signo.
La estenografía braille para la lengua castellana fue ideada por el ciego español Emilio Lladó y fue publicada en Barcelona en 1905.

A partir de entonces, expertos en la aplicación del sistema braille fueron difundiendo su uso por los países de habla hispana y en el Primer Congreso Internacional de Imprentas Braille, de 1966, celebrado en Montevideo Uruguay; se establecieron acuerdos para unificar sus normas de aplicación en España y América Latina, en los siguientes 20 años.

Sin embargo, pese a que en 1987 se establecieron modificaciones para algunos signos del braille integral, el tema de la estenografía no se abordó, quedando prácticamente en el olvido.

Las publicaciones con estenografía en lengua castellana siempre han sido escasas, contrario a lo que sucede en países hablantes de otros idiomas como el inglés, el francés o el alemán, donde la mayoría de documentos se editan en braille abreviado.

En Colombia, actualmente la estenografía se utiliza más en el ámbito escolar, pues resulta muy útil para los estudiantes usuarios del braille en la toma de apuntes, razón suficiente para que el Instituto Nacional para Ciegos – INCI, consciente de las ventajas que ofrece este recurso en el contexto de la educación inclusiva, haya decidido publicar una nueva edición del Manual de Consulta para Estenografía Braille Grado II, el cual se ha venido distribuyendo en las instituciones educativas del territorio nacional, así como en bibliotecas y centros culturales que prestan servicios a la población con discapacidad visual.

El llamado para todos los usuarios, defensores y entusiastas del braille es a utilizar la estenografía, aprovechando sus indudables ventajas que, como ya sabemos, se traducen en ahorro de tiempo, ahorro de material y mayor fluidez en la lectura.