Texto publicado por Carinosanto

Quienes son testigos de uno de estos eventos, a menudo no saben qué hacer. Claves para enfrentarlo.

Un desmayo no es más que una pérdida de conciencia, por lo general breve, que se produce por una caída de la presión arterial; esto logra dejar con poca sangre al cerebro, que para protegerse simplemente se desconecta.

Empieza como un mareo, seguido de palidez, sudor, un zumbido en los oídos y una especie de cortina que apaga la luz, justo antes de mandar a la persona al suelo. Tal vez le ha pasado o ha sido testigo de uno de estos eventos en los que, casi siempre, no se sabe qué hacer.

Aunque parezca sencillo, nunca sobra tener claros algunos puntos para asistir a un desmayado, cuando le toque.

Evite. Si alcanza a ver que la persona se va a caer, céntrese en protegerle la cabeza y el cuello y ayúdele a tumbarse en el piso sin que se haga daño.

Revise. Si la persona ya está en el suelo examine su estado general, compruebe si existen heridas o fracturas. En caso de hallarlas, no intente mover a la persona. Active una línea de emergencia y pida ayuda.

Posición. Si no hay heridas o fracturas, y el afectado respira con normalidad, procure ponerlo de medio lado para evitar que en caso de vómito, éste vaya a los pulmones. Manténgalo así por unos minutos, luego ubique al afectado boca arriba con las piernas estiradas y un poco levantadas por encima del nivel de la cabeza.

Fresco. Desabotone la ropa y aflójela a nivel del cuello y la cintura. Si está en un lugar cerrado, procure un ambiente fresco y ventilado, abra puertas y ventanas y elimine tumultos si está en un lugar público o abierto.

Tranquilo. Aunque la persona esté plenamente consciente, insístale en que permanezca en esa posición por varios minutos. Un levantamiento súbito puede repetir el problema. Acompañe.

Quieto. Por nada del mundo ofrezca agua o alimentos. Tampoco haga masajes o cualquier procedimiento si no tiene entrenamiento.

Consulte. Así parezca algo simple y pasajero, insista en que la persona sea vista por un médico. Entienda que no es normal que la gente se desmaye sin razón y que un evento de este tipo puede ser muestra de otras alteraciones.

Por último. Si el desmayo se acompaña de dolor en el pecho, palpitaciones, dificultad para respirar, pérdida del control de esfínteres o convulsiones, busque ayuda. Si esto le pareció simple, tiene razón. Por eso lo debe saber todo el mundo.

CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor médico.