Texto publicado por TifloFernando

Mirar al Cielo...(UltimaPublicacionSemanal) (ParaReflexionarunRatejo)

Muy buenas amigos y amigas lectores y lectoras habituales de mis Publicaciones en BlindWorlds:

¡-tac, -tac, tac; ¿se puede?. ¡Bienvenid@!, -entra, siéntate y disfruta de la lectura de mi última Publicación Semanal.

¿Qué tal esas Vacaciones de Semana Santa y Pascua de Resurección?...¿Estáis todos de regreso?...¡¡¡DESEO QUE ASI SEA!!!

¿Os apetece un cafecito virtual?...Os invito.

Deseo que disfrutéis con la lectura de estas mal hilvanadas palabras...Pero escritas con gran cariño.

Cada uno de nosotros desde pequeñ@s, hemos sentido la necesidad ce "Conectar" con algo o alguien fuera del tiempo y de nuestro alrededor...

No, no hablo del famoso "amigo invisible" que muchos chiquill@s tienen en su Infancia (Naturalmente sin tratarse de ninguna Patología).

Se trata de la ¡TRASCENDENCIA!...De algo que se encuentra un poco más lejos que todo lo palpable o conocido...

Podéis llamar a este Estado de nuestra Mente, Meditación, Oración o cualquier cosa semejante; Pero que nos hace falta para poder ¡CENTRARNOS!.

"La meditación es a menudo mal entendida como un rito difícil y misterioso, practicado solamente por monjes y místicos aislados.

Pero la meditación es simplemente pensar concentradamente – una habilidad que cualquiera puede aprender y usar en cualquier parte".-Rick Warren-

Es como si necesitáramos una PUESTA A PUNTO ESPIRITUAL...Porque de lo contrario, vamos corriendo de un lado a otro, como un electrón desorientado y sacado de su órbita en un Campo Electromagnético.

No hay nada tan desgastante como las preocupaciones...Mientras más carguemos con un problema, mas pesado se hace.

Y suele ser bastante difícil desembarazarse de ellos y necesitamos mirar hacia arriba para darnos cuenta de lo insignificantemente diminutos que somos...

Por eso se necesita en un momento determinado, mirar al Cielo...Pues como dice el Proverbio chino: Nada sienta mejor al cuerpo que el crecimiento espiritual.

Y entonces, necesitamos compartir con alguien nuestros hallazgos o actitudes...

Justo ahí, cuando menos lo speras, te encuentras hablando de lo que te sucede con esa persona que hasta ese momento había pasado desapercibida para tí...

Y comienzas tímidamente a compartir pequeños trocitos de lo que piensas y sientes...

Es lo deseable, lo necesario y conveniente.

Como de costumbre, voy a apoyar mis reflexiones semanales en una Publicación, que nos ofrece un Relato muy interesante...

Se trata de un Blog que siempre ofrece una amplia Información médica y que os he recomendado en otras Publicaciones mías anteriores...

Pero no solamente Medicina, si no relacionado con otros Temas, Humanidades,Temas Sociales, etc.; Hacen que sea un Blog muy atractivo.

El Doctor Salvador Casado, Autor del Blog y de los Posts del mismo, nos ofrece un Relato, que al menos hace pensar un ratejo...

Espero que mi Publicación os resulte interesante...

Y termino diciendo lo que suelo poner en mi última Publicación semanal: Para meditar un Ratejo...

Un cordial y afectuoso cariño, TifloFernando.

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La consulta del doctor Casado
(http://www.doctorcasado.es/)

BLOG DE SALUD y CRECIMIENTO PERSONAL PARA PACIENTES.

Mirar el cielo (Relato)

jueves, 13 de noviembre de 2014

Nunca fue muy religiosa pero desde niña había tenido una especial sensibilidad para comulgar con las cosas sencillas.

Por esa razón lo primero que hacía cuando se levantaba y antes de acostarse era mirar el cielo. Era su manera de conectar con el mundo, con la existencia. Una manera antigua y elegante que la ayudaba a recordar la firme alianza que desde siempre ha unido al ser humano con el cosmos. En las últimas décadas los hombres se olvidaron del cielo, como de muchas otras cosas. Construyeron grandísimas ciudades, las llenaron de luces y neón. Oscurecieron el azul diurno con sus humos y abrillantaron el nocturno con farolas. Eso les hizo desdichados, el resplandor de sus televisiones y dispositivos no tenía la capacidad de sanación de un amanecer, una luna velada entre las nubes o aquella estrella diminuta que titila en lo alto.

Mientras desayunaban se sorprendió de verbalizar esta conducta íntima a un compañero de trabajo.

Este agradeció la confidencia valorando en su justa medida la gran dignidad de la misma.

"Nuestra alma pesaría un poco menos si fuéramos capaces de recordar que el cielo nos pone en nuestro sitio, al igual que la muerte," meditó en silencio.

Para averiguar nuestro verdadero tamaño precisamos de referentes que están fuera de este mundo, cuando lo olvidamos solemos terminar perdidos en el profundo laberinto que nuestro ombligo esconde.

Publicado por Doctor Salvador Casado en 13:35 Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest

Etiquetas: Conciencia, Relatos.

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