Texto publicado por Franco Montecucco

Aceptar los problemas de la vida

Aceptar los problemas de la vida

Muchas veces nos desesperamos
por la cantidad de problemas que tenemos
que afrontar diariamente: en el trabajo,
en la casa, en cualquier otro lado.

Parecería que fuéramos saltando de problema
en problema; no terminamos de salir de uno
cuando ya nos aparece otro.

En esos momentos solemos decir:
"¡Que feliz sería si no tuviera tantos problemas!"
Sin embargo, éste es un enfoque equivocado.

Mientras vivamos, la vida nos presentará,
inevitablemente, problemas para resolver,
y el hecho de ser feliz no está relacionado
con la existencia o no de problemas,
sino con la manera en que los enfrentamos.

Pensemos un poco en qué es realmente
una situación problemática.

Se dice que tenemos un problema
cuando algo no se produce de la manera
en que nos gustaría.

No ganamos lo que nos gustaría,
los hijos no se portan como nos gustaría,
o simplemente el tránsito no avanza
tan rápidamente como nos gustaría.

¿Sería posible que todo ocurriera de la manera
en que a nosotros nos viene bien?
Obviamente que no, aunque más no fuera
por la razón de que muchas veces lo que es
el beneficio de uno es el perjuicio del otro.

Entonces vemos que los problemas
son una parte ineludible de la vida.

Pero no debemos verlos como un mal
irremediable, sino como una hermosa
oportunidad para poder superarnos.

Cada problema es una oportunidad
para ejercer nuestro razonamiento,
que es la manera de crecer.
(Desconozco el autor).