Texto publicado por Carlos Palomares

La Complejidad de lo Complejo

Carlos Palomares, Capilla del Monte 6 de diciembre Envío para su análisis y difusión. Leer y dejar comentarios en http://carlospalomares.com.ar
LA COMPLEJIDAD DE LO COMPLEJO.
Los hechos de violencia ocurridos en Córdoba a raíz de un conflicto salarial de la Policía Provincial son de una complejidad tal que, en más de una ocasión, desconciertan a especialistas en temas de seguridad, a opinadores de toda laya, a profesionales de diversas disciplinas que de una manera u otra, se encuentren ligados a la violencia expuesta, siendo incluso solicitadas sus opiniones por el mero hecho de haber sido víctimas de algún suceso violento.
Algunas primeras consideraciones, intentando observar el problema desde fuera, vemos como están desplegando su rol diversos actores de la arena política cordobesa. Algunos en rol protagónico, otros en papeles secundarios, pero la mayoría, como siempre ocurre, representado los papeles de “aplaudidores” o, depende la situación, de abucheadores.
Vayamos recorriendo un poco el desempeño de estas figuras, tratando de comprender si fueron buenos actores en sus respectivos roles o, simplemente, se trataba de principiantes que jugaban, como en un acto de fin de curso de un Jardín de Infantes, a ser algún prócer patriotaun español invasor o, tal vez, un maldito indio,
El protagónico encarnaba a un Gobernador que, mientras la crisis estallaba, recorría llos free shop de Panamá. Mientras tanto, algunos personajes secundarios, asumían a pié juntillas su condición de “secundarios”, no tomando ninguna decisión, Ministros desorientados, Secretarios despistados. . .
Por otro lado, las mujeres, esposas de policías, (una vez más las mujeres), encabezando justos reclamos iban una y otra vez en busca de respuestas a Casa de Gobierno, pero la respuesta era siempre la misma, “el Gobernador no está disponible”. Hasta que finalmente ocurrió lo inevitable, la tropa policial se acuarteló, extremando sus demandas, “liberando” la ciudad por 24 horas, provocándose lo previsible, el caos.
Una tropa policial muy mal paga, en pésimas condiciones de trabajo, que recibe órdenes, dentro de una muy vertical organización, de parte de una cúpula bajo sospecha y con la total desconfianza de la población.
Entonces el miedo, la anarquía, los saqueos, la estigmatización, bandas depredadoras vs. Bandas armadas de “justicieros”. Un poder ausente que genera acefalía institucional, con las consecuencias dichas.
Dentro o junto a todos estos hechos, una serie interminable de relatos describiendo el apocalipsis. Acusaciones que iban y venían de un lado hacia el otro, aportando únicamente confusión.
Los resultados de este teleteatro político son:
1. La policía logró su objetivo salarial.
2. El Gobernador resultó derrotado, quedando al desnudo su incapacidad de gestión.
3. Hay una Fuerza Policial de 23.000 hombres armados que están bajo un frágil control, ya que es dudosa la calidad en la cadena de mandos.
4. Existe en la sociedad cordobesa un alto componente fascista, el “sálvese quien pueda” está intacto, un individualismo feroz moldeado en los ´90 parece estar instalado en el cuerpo social cordobés con intenciones de quedarse.
Ahora bien, seguramente que la pregunta del millón es ¿tiene esto solución? La respuesta es sí. Pero requiere de una serie de reacondicionamientos, mencionaré algunos que se me ocurren, no son todos ni tal vez sean los mejores.
1. El poder político provincial debe entender que es el Jefe y, a su vez, el Responsable de la seguridad en la Provincia.
2. Debe instrumentar una profesionalización de la Fuerza Policial. Tanto en lo físico, psicológico, humanitario y democrático.
3. La Institución Policial debe atenuar su sentido de “ultra verticalismo”, manejándose con Cuerpos Colegiados, que puedan tener acceso a la discusión de las formas y el fondo del significado de “ser policía”.
4. La ideología conceptual de “Policía Democrática”, debe ser instaurada desde el Poder Político, apoyado por Universidades, Profesionales y Organizaciones de DD.HH.
5. Debe considerarse al Policía como un trabajador que lleva en sí un valor agregado, como es cuidar de las personas, los bienes, etc., pero que, definitivamente, es un trabajador, que debe cumplir sus 8 horas de trabajo, tener condiciones laborales dignas, acceso a créditos, etc.
6. Considerar a la Mujer Policía como tal, es decir, como Mujer, con sus necesidades particulares, sin olvidar en ningún momento que es, o puede ser madre y debe tener el tiempo y condiciones laborales para desarrollar ese rol.
7. La Policía debe contar con la posibilidad de discutir condiciones laborales y paritarias salariales, ya sea a través de la sindicalización, conformar cuerpo de representantes, la municipalización policial, en fin este es un punto espinoso y de larga discusión; pero el objetivo creo que no debe perderse, el policía es un trabajador y como tal debe considerarse y ser considerado.
En cuanto a los genes fascistas que componen el “ser cordobés” allí el trabajo será mucho más largo y difícil, ya que no hablamos de soluciones prácticas, sino de alternativas de comprensión que modifiquen un comportamiento psicológico, pero debe venir desde arriba hacia abajo, el espejo en el cual mirarse debe proyectar una imagen diferente a lo que somos hoy, debe ser atractiva porque es el otro, porque es la Patria, debe contener el amor, la paz, debe seducirnos para convertirse en la imagen a la cual querramos seguir.