Texto publicado por Paola Pérez

¿Hasta cuándo iPad?

Por: Adrián Segovia | 09 de marzo de 2012
Los usuarios del iPad 1, los compradores originarios, se quedarán sin algunos servicios de actualización por parte de la compañía.Empiezan los planes de precio basados en renovaciones con descuento (si entregas el primer artilugio -en grandes superficies- o no) y compras una nueva “tablet” de Apple. Estamos hablando de productos que costaron a sus compradores entre 400 y 800 euros y en su mayoría enamoraron a los consumidores creando un nuevo mundo de consumo. Decía Ramón Muñoz, periodista de EL PAÍS, que Apple no tenía clientes, sino creyentes, pero puede que a estos feligreses les empiecen a surgir dudas sobre la esclavitud de comprar un geek que se renueva a velocidad de vértigo en relación a la inversión que supone el acceso al producto.

Apple deberá controlar dos variables: primero, hasta cuándo y cuánto puede exprimir a su cliente, y, segundo, aplicar lanecesaria innovación permanente al iPad para que no aparezca ningún competidor con una tableta que seduzca más (sea cuál sea el próximo gancho por el que los usuarios de tableta pierdan el norte). Además, en la sombra está Amazón, proponiendo un ecosistema capaz de competir con el entramado Apple, guste o no, excesivamente cerrado en muchos aspectos, y tremendamente intransigente en miles de negociaciones.
Su inflexibilidad es el mejor garante de su negocio, como antes lograron su éxito muchas industrias en el pasado (casi todas, por cierto, sometidas a derechos de autor). Apple tiene creyentes y contra eso hay poco que hacer. No obstante, los fieles solo se consiguen con un producto extraordinario y iPad lo es. ¿Pero de verdad son tan inferiores las tabletas de sus competidores? Y si lo fueran –que no lo creo-, tendría lógica, ya que en muchos casos el precio también es menor.

Como cliente de Apple me hago preguntas sobre este silogismo: Tuve el iPad 1, tengo el iPad 2, quiero el iPad “sin nombre” y querré el que venga. ¿Cuándo paro? Soy esclavo de Apple y eso no me gusta. Y encima presiento que el próximo aparato que dejarán sin servicio será el iPad 2, luego si no entro en la espiral pronto estaré fuera de juego.
Muchos clientes de Apple acabarán reservando un presupuesto anual para renovar su iPad, pero otros muchos no aguantarán el ritmo y se quedarán en el limbo del deseo, lo que abrirá las puertas a competidores. “No te compres el iPad 3, espérate al 4”, se oirá decir por las tiendas. Y si la renovación de clientes no está controlada al máximo, da igual si vendes 55 millones de aparatos, porque habrás de controlar los porcentajes de 1 que se pasan a 2, de 1 que se pasan a 3 , de 2 que se pasan a 3 y, por supuesto, los que no lo hagan. Esto último afectará a la cuenta de resultados. No parece correcto que Apple obligue al primer segmento a pasarse al tres, al menos sin un incentivo que premie su apuesta por la innovación de la cual el cliente es un cómplice imprescindible. Tendrán que controlar en exceso la pérdida de creyentes por el camino y cómo se establecen esos ritmos de renovación año a año. Algo con precedentes parecidos en los PCs, salvo que la esperanza de vida del ordenador es mayor. Y, lo más importante, deberán ser capaces de responder a la siguiente pregunta: ¿Hasta cuándo? ¿Seguiremos renovando el aparato en 2020?… Imaginemos que hasta ese año Apple saca 15 tabletas. A una media de 500 euros por artículo un comprador se gastará 7.500 euros en iPads poco menos de 10 años. Si Apple consigue esto… la caja que ahora poseen no cabrá en todos los paraísos fiscales existentes en el planeta. De lo contrario, las provisiones harán el resto en busca de una nueva genialidad que, ojo, tal y como están las cosas, podría nacer en un garaje y pasar desapercibido para ellos, pero no para los consumidores.

Sobre los ecosistemas alrededor del aparato parece que solo Amazon tiene algo sólido que decir, haciéndolo convivir con Android y potenciando un artilugio casero que le permita ser una nueva ventana desde el hogar a su bazar online. Decía, Javier Martín, periodista de EL PAÍS, que Amazon pierde dinero por cada tableta que vende. Lo que no sabemos es cuánto le aumenta el beneficio por usuario que compra Fire. Puede que esa pérdida de dinero te genere creyentes a medio plazo y ese derroche controlado se convierta de lleno en una inversión. Si los usuarios de Fire duplican sus compras en Amazon… ¡bienvenido sea! Es decir, para Amazon el aparato es la excusa para seguir consolidando su imperio de venta, entonces nos encontramos con una auténtica amenaza para Apple. Hacen cosas diferentes pero iguales y en esa lidia podría entrar Google para contribuir en lo que pueda a cerrar el ciclo de éxito desmedido en el que Steve Jobs ha dejado a Apple.
Amazon es uno de los mayores anunciantes de Google, aunque ambos se miran con recelo por varios asuntos. Entre ellos, el que la venta de PPC en Amazon aflore, porque eso son ingresos que pierde Google en cada cliente al que le funciona la publicidad contextual en el sitio de comercio electrónico. Sin embargo, Apple es a día de hoy más rival, y la empresa de Mountain View no puede meterse en todos los frentes de batalla en solitario, o acabará escaldado en alguno, con dinero, pero sin relevancia. Guerra con Facebook en Social Media,frente con Apple en movilidad y sistemas operativos, batalla campal con la tecnológica que sea por lo que sea y bombardeos político-jurídicos en Europa y China principalmente. Un Amazon ayudando en el frente contra Apple sería más que un aliado.
Sin embargo, la realidad es que estamos aún en el iPad “3”. Desde un punto de vista de marketing quieren cambiar el concepto de clasificación por modelo, para precisamente no crear esa ansiedad al usuario. El iPad es el iPad… Entonces, ¿por qué los clientes del 1 se quedan "sin servicio"? ¿1 ya no es iPad?
El mayor riesgo en el que puede caer Apple es en el de ser una compañía convencional. En el que sus productos dejen de sorprendernos, de cambiarnos la vida y la manera de consumir, el día en el que tengan que contratar publicidad para presentar el “iPad 17”. Si ese día llega, Apple no tendrá problemas financieros, pero su esencia habrá muerto. Puede que eso nunca ocurra, pero de Apple no se espera solo que siga inventando iPads, sino iPids, iPeds e iPuds… Y para eso, la clave está en no perder creyentes. En la era del ordenador personal (PC) IBM parecía invencible... y el resto de la historia ya la conocen. Claro, que aquella IBM no se parecía ni una pizca a la Apple de ahora.