Texto publicado por Sergio Covarrubias

y tu..., que le pides a dios?

Hola, amigo/a, hoy quisiera contarte mi noche, aquella noche que sin nada que hacer y sin poder dormir, me puse a pensar...;,

Pensé en ti, que si bien quizá, solo quizá, tú no me escuchas, pero puede que estés leyendo esto,

Pensé en aquella chica de ojos castaños que me gusta, pero seguro ni siquiera sabe...,
Son muy pocas veces las que rezo, las que hago plegarias, en resumen, es muy poco lo que pido a dios.

Pero es que nunca me escuchaba, o por lo menos eso parecía. Luego..., me puse a pensar en mi chica, aquella niña de ojos castaños que me gusta, y me pregunté, todo lo que yo le pediría a dios..., si el tan solo me dedicara unos segundos.

Pues te escucho, escuché una voz en alguna parte. Mi reaxión fue extraña, espantado pero a la vez con paz y tranquilidad.

Dios? dije entre murmullos. Si, respondió la voz. Soy yo, y vengo a concederte tu deseo, y a cumplirte tus caprichos, siempre y cuando estén bien, sin pensar solo en ti.

amigo/a que lees esto, te preguntas que fue lo que me concedió dios? pues...,
Nada. Si! nada! sabes por qué? bueno,... es que yo le pedí....

Comensé a pensar..., que decir, que pedir. Y recordé mi anti socialismo, recordé mi falta de confianza, y me acordé de mi crueldad ante los de más, y pedí...
Le pedí a dios que me quitara mi orgullo, y él me dijo..., no;
Me dijo que no era algo que tuviera que quitarme, si no algo que yo tuviera que entregar.

Recordando mis estudios, mi familia, mis problemáticos tíos, le pedí a dios que me diera paciencia.
Y dios dijo...; no.
Me dijo que la paciencia es fruto de la adversidad, que no se concede, si no se conquista.

Recordando a mi musa, a mis amigos, pero a la vez a mis tíos, a mi familia, .., le pedí a dios que a todos ellos nos diera felicidad,
Y dios dijo..., no.
Me dijo que el solo da bendiciones, me dijo que la felicidad, depende de mí, y de los otros.

Recordé a mi abuelita, a su enfermedad, a mis tíos y su miserable vida,... y le pedí a dios que me evitara el dolor.
Y dios dijo..., no.
Me dijo que el dolor y el sufrimiento me apartan de las preocupaciones mundanas, y me acercan más a él.

Recordando a tanta gente que gustaría ayudar, le pedí a dios que hiciera crecer mi espíritu,
Y dios dijo..., no.
Me dijo que yo era el que tenía que crecer personalmente, pero que él me apoyaría de vez en cuando.

Entre tanto no..., pero por alguna razón en calma, y con partes de mi corazón indignado. Avía mucho que pedir, que ella me ame? que mi familia sea feliz? ..., pero seguro, ya conocía la respuesta.
Así es que..., le pregunté a dios si me amaba, y él me dijo, si.
Me dijo que solo debo poner atención con mis oídos para contemplar la creación, y al agradecer, encontraré su amor.

Que egoísta avía sido, solo pensando en mi y en mi familia..., por razones ovias me sentí avergonzado..., y le pedí...,
Le pedí a dios que me ayudara a amar a otros así como el me ama;
Y dios dijo...,
Por fin estás empezando a entender.