Texto publicado por Leandro Benítez

La mente (manual del usuario) – segunda parte

En la primera entrega del manual estuvimos viendo algunas características del funcionamiento de tu mente, y revisamos algunas formas de lidiar de manera distinta con ella. Para esta segunda parte, Steven C. Hayes, phD, creador de la Terapia de Aceptación y Compromiso, nos ha cedido un fragmento de su libro Get out of your mind and into your life, con el cual vamos a detenernos en la diferencia entre descripciones y evaluaciones. Vamos a proponerte algunos ejercicios a realizar, así que quizá quieras tomar una hoja de papel y una lapicera antes de empezar a leer.

Descripciones y evaluaciones
Dado que nuestros pensamientos están presentes todo el tiempo, tendemos a posicionarlos como parte del mundo externo, olvidarnos que hicimos eso, y luego sentirnos oprimidos por el mundo externo que de esa manera hemos construido sin saberlo. Una buena manera de romper este ciclo es notar la diferencia entre descripciones y evaluaciones.
Descripciones son palabras que se relacionan con aspectos directamente observables o características de objetos u eventos. Estos aspectos o características son los atributos primarios de un objeto o evento. Esto quiere decir que no dependen de tu historia particular con ellos; en términos comunes, son aspectos de los eventos u objetos que permanecen sin importar tu interacción con ellos.
Ejemplos:
▪Esta es una mesa de madera
(las mesas son sólidas, duras, tienen cuatro o más patas, etc. Esta mesa particular está hecha de madera)
▪Estoy sintiendo ansiedad y mi corazón está latiendo rápidamente
(la ansiedad consiste de ciertos sentimientos, sensaciones e impulsos. Este ejemplo incluye un corazón que late rápidamente)
▪Mi amigo me está gritando fuerte
(está gritando y con alto volumen).
Las evaluaciones, en cambio, son tus reacciones a los eventos o sus aspectos. Podemos comparar eventos y asignarles una etiqueta evaluativa (como bueno o malo, deseable o detestable, soportable o insoportable, rudo o suave, prohibitivo o permisivo, etc). Las evaluaciones son atributos secundarios. Los atributos secundarios giran en torno a nuestras interacciones con los objetos, eventos, pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales.
Ejemplos:
▪Esta es una buena mesa
(“Buena”, está en mi interacción con la mesa, no está en la mesa)
▪Esta ansiedad es insoportable
(“insoportable” está en mi relación con la ansiedad, no en la ansiedad)
▪Mi amigo es injusto por gritarme a mí
(“injusto” está en mi interacción con el gritar, no está en el gritar)
Una buena cantidad de sufrimiento viene de confundir evaluaciones y descripciones. Muy a menudo creemos que nuestras opiniones evaluativas son propiedades primarias y por lo tanto son descripciones. Sin embargo, cuando examinamos nuestras evaluaciones más de cerca, empiezan a lucir un tanto sospechosas…
Explorando la diferencia entre descripciones y evaluaciones
En este ejercicio nos gustaría que intentaras hacer algunas distinciones entre tus propias descripciones (atributos primarios), y evaluaciones (atributos secundarios). Cuando estamos lidiando con objetos externos, es relativamente fácil notar la diferencia entre estos dos ditpo de propiedades ya que, si vos desaparecieras, estas propiedades secundarias también desaparecerían. Las propiedades primarias no. Si no hubiese criaturas vivas en el universo, qué pasaría con la parte “buena”, de la “buena mesa”? Se iría. Qué pasaría con la parte de “madera”, en la “mesa de madera”? La mesa seguiría siendo de madera. Se vuelve un poco más difícil cuando se refiere a tu ser interno dado que esta regla no funciona, pero si practicamos un poco con objetos externos, podemos hacer lo mismo con tus pensamientos y sentimientos. De manera que empecemos con algunos objetos tangibles.
Primero, identifica algunos atributos de un árbol
▪Atributos primarios (hojas, color, etc):
▪Atributos secundarios (feo, siniestro, hermoso):
Identifica algunos atributos de una película que hayas visto recientemente
▪Atributos primarios (duró 90 minutos, actuó Ricardo Darín, etc):
▪Atributos secundarios (aburrida, entretenida, muy larga, Ricardo Darín es un buen actor, etc):
Enumera algunos atributos de una persona cercana:
▪Atributos primarios (altura, color de pelo, etc)
▪Atributos secundarios (inteligente, tonto, lindo, etc)
Ahora, intenta distinguir entre las características primarias y secundarias de tu experiencia emocional:
Primero, nombrá cuál es tu emoción dolorosa aquí:…………………………………………………………..
Ahora, enumera los atributos de esta experiencia, tal como lo hiciste recién. Recuerda que los atributos primarios son las cualidades directas de la experiencia, mientras que los atributos secundarios son una manera de juzgar o evaluar la experiencia. Por ejemplo, las personas que han tenido un ataque de pánico pueden enumerar ritmo cardíaco acelerado y mareos como atributos primarios de la experiencia, y pueden listar “esta fue la peor experiencia de mi vida”, como un atributo secundario del ataque.
▪Atributos primarios:
▪Atributos secundarios:
Poder distinguir entre descripciones y evaluaciones te puede permitir la libertad de reconocer cuándo tu mente está registrando o notando tu experiencia actual y cuándo está emitiendo su propio juicio sobre esa experiencia. Podés amplificar esta distinción agregándolos a tu lista de “pensamientos etiquetados”. Por ejemplo, podrías decir “estoy teniendo la evaluación de que la ansiedad es mala”. También puedes usar el resto de las herramientas de defusión que figuran en la primera parte del manual del usuario.