Texto publicado por José Luis Rios

Una sala multisensorial para acercar a los invidentes a la literatura

La sonoridad es uno de los elementos fundamentales en este espacio que busca atraer a más usuarios con discapacidad visual
Todo el espacio ha sido diseñado para que las personas con discapacidad visual puedan moverse libremente (Arturo Bermúdez/Obras/Cortesía).
Lo más importante
Un espacio multisensorial busca acercar más a las personas invidentes a los libros
Se trata de una sala que pone énfasis en la sonoridad
El plan es que eventualmente se sustituya la literatura en braille por libros electrónicos
(OBRAS) — Un espacio multisensorial creado para personas con discapacidad visual en una sala de la Biblioteca México José Vasconcelos, en el Distrito Federal, pone énfasis en la importancia de las necesidades de estos usuarios para acercarse a la literatura.

El proyecto, a cargo de los arquitectos mexicanos Gabriela Carrillo y Mauricio Rocha, hace hincapié en la sonoridad como un elemento fundamental para integrar a los ciegos y los débiles visuales que son capaces de percibir algunas formas.

Y el diseño parte precisamente de ese concepto de apreciación, y está pensado, sobre todo, como un contenedor de sonidos. La acústica es lo más importante.

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La naturaleza de las personas con discapacidad visual es sonora, ellos "dimensionan el espacio a través del sonido", detalla Carrillo.

"Los ciegos tienden a ser aún más eufóricos a la hora de hablar, con el bastón generan golpes, entonces ellos son sonoros en su cotidianeidad", añade.

Los arquitectos edificaron una estructura recubierta con plafones y telas parar lograr el almacenaje del ruido, y a su vez permitir la difusión en lugares estratégicos, todo con el uso de estructuras aislantes y maderas.

"Tomamos la decisión de que era mucho mejor invitar a artistas sonoros para hacer, en los muros acústicos laterales o en la parte baja de las cabinas, una estrategia de bocinas que ayude a tener experiencias de texturas sonoras", comenta Rocha.

Parte del plan es que eventualmente los contenidos en braille, que requieren mayor capacidad de almacenamiento, se suplan por libros electrónicos para optimizar el espacio, la oferta de conocimiento y atender la posibilidad de que los usuarios tengan acceso a ellos a través del sonido.

Gabriela y Mauricio complementaron el diseño con otros dos elementos primordiales para las personas con discapacidad visual: el olfato y el tacto.

Un patio de olores ubicado en los dos pórticos exteriores a la biblioteca busca ofrecer sentido de ubicación, algo fundamental en la composición del espacio.

La experiencia se da a través de las especies de plantas y flores como jazmines, romeros, lavandas, que complementan las actividades al aire libre con bancas.

Por otra parte, los libreros poseen la cualidad de ser identificados con el tacto por su textura, además de ser multifuncionales. Sirven para la parte sonora como pequeñas rejillas equipadas con bocinas por donde salen los sonidos.

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"Pensamos que sería increíble tener un espacio que interconecta diferentes capacidades y condiciones en un mismo lugar en lugar de dividir la relación de un miembro colectivo que debería estar más unido", expresa el arquitecto Mauricio Rocha.

Desde 1989, la Biblioteca México contaba con una sala para invidentes que recibía a 5,000 usuarios al año, pero ahora estará disponible para un mayor número de asistentes.

Este es un fragmento de un artículo publicado en la edición de abril de 2013 de la revista Obras, que es parte de Grupo Expansión, una empresa de Time Inc. La firma edita en México 17 revistas y 11 sitios de internet, entre ellos CNNMéxico.com.