Texto publicado por Camilo Ortiz

Si volvieras a nacer, ¿te gustaría ser ciego o vidente?

Es un interesante tema, así que les presento mi postura.
Me encanta ser ciego, porque así le presto atención a otras cosas y no me dejo influenciar por la apariencia de nadie. Es más, el instinto no me falla y no necesito ver para darme cuenta si me engañan o son sinceros ni mucho menos para enamorarme. Me encata mi ceguera porque sin ella no sería el mismo.
Antes de los 15 años cuando aún no sabía que era ciego (yo creí que eran problemas de lentes que debían ser cambiados), era alguien típico, normal, parejito... pero ahora me destaco en las áreas de estudio en las que me he desenvuelto y todo gracias al saber que soy ciego ya que eso me anima a ser el mejor, y con un granito de arena y demostrándolo con mi mismo ejemplo que más que un impedimento es un don el poder VER sin siquiera VER.
En resumen, si volviera a nacer, me gustaría volver a ser ciego porque, al fin y al cabo, es un motor que me anima día a día a ser el mejor, porque NADIE me puede decir que soy menos que él, porque a diario demuestro que no es así, por lo menos en lo académico.