Texto publicado por Francisco

Alegría

Hola, soy alegría. ¡Sí, a ti te digo! No, no te asustes; no puedes verme pero estoy presente; tan sólo tienes que experimentarme. Quiero que hagas algo por mí: llévame donde quiera que vayas y ponme en los corazones de la jente. ¿qué como? Déjate llevar y observa; es tan fácil como poner el amor a todo lo que haces. Yo saldré espontáneamente y el más triste de los niños, adolescentes, adultos y ancianos, no podrán resistirse y serán abrazados por el suave embrujo de la alegría.