Texto publicado por Marcos Molina

La historia del movimiento pentecostal . 6- ECHAR FUERA LOS DEMONIOS .

La historia del movimiento pentecostal .
6- ECHAR FUERA LOS DEMONIOS .
Por, Gregory Kedrovsky .

INTRODUCCIÓN:
Este asunto de echar fuera demonios (también llamado el “exorcismo”) es bastante fácil de entender a
pesar de toda la confusión que existe hoy en día al respecto. Si usted puede entender lo que un
versículoen la Biblia dice, puede entender la doctrina de echar fuera demonios. Este versículo clave
es Mateo12.28.
Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente
ha llegado a vosotros el reino de Dios. [Mat 12.28].

#1. Al grano... [Puede ser que este punto es todo lo que necesita para el libro pequeño.]
* 1A. Echar fuera demonios es una señal de confirmación .
(Mat 12.28) El echar fuera demonios es una señal de confirmación que Dios dio a Su nuevo
Mensajero que Él envió con un nuevo mensaje (el Nuevo Pacto y el ofrecimiento del reino
mesiánico) para Su pueblo Israel.
Observe que en Mateo 12.28 dice que este mensaje fue enviado a “vosotros”, que en el
contexto eran los líderes de la nación de Israel que estaban rechazando tanto el mensaje
como al Mensajero a pesar de la confirmación de las señales. Esto se ve fácilmente al leer el
contexto de los comentarios de Cristo: Mateo 12.22-24.
* 1B. Echar fuera demonios funciona como la señal de la sanidad .
Observe también que el endemoniado en Mateo 12 (en el versículo 22) fue sanado—dice que
Cristo “lo sanó”.
Así que, la capacidad de echar fuera demonios funciona igual que el don de la sanidad.
(Hech 5.16) Lo mismo se ve en el ministerio de los Apóstoles luego en el Libro deHechos.
(Hech 2.22) El echar fuera demonios es una de las señales de confirmación que Dios usó
para comprobar la veracidad de Su mensaje delante de los judíos.
No es la experiencia común de todos los creyentes, ni antes de Cristo, ni en el primer
siglo, ni tampoco en nuestros días.
De hecho, la primera mención de alguien echando fuera un demonio es Mateo 4.24,
cuando Cristo estaba apenas empezando Su ministerio público en Israel.
Estefenómeno de confrontación “cara a cara”, con un espíritu inmundo no sucedió antes
de Mateo 4.24.
La última mención de alguien sacándole a otro un demonio (un espíritu malo) es
Hechos 19.12 cuando Pablo estaba en Éfeso predicando el nuevo mensaje de Jesús, el
Mesías prometido.
Después de hechos 19.12 la única otra mención de este fenómeno es el gran fracaso
de los “exorcistas ambulantes” que en vez de echar fuera el demonio, ellos mismos
fueron echados desnudos y heridos por el endemoniado. No hay otra mención en toda
la Biblia de alguien echando fuera demonios como se ve en los Evangelios y en el
Libro de Hechos (hasta el capítulo 19).
* 1C. Echar fuera demonios es una “señal de Apóstol”.
(Mar 16.14-18) Es por esta misma razón que vemos la capacidad de echar fuera los
demonios dentro del paquete de las cinco señales de Apóstol—las señales de confirmación.
(Mar 16.19-20) Sirvió, igual que las lenguas y la sanidad, para confirmar el nuevo mensaje
que Dios estaba mandando a Israel a través de los nuevos mensajeros (los 12 Apóstoles, y
luego Pablo).
Esta capacidad, entonces, no es nada que Dios quiere que todos hagan siempre. Fue
únicamente por señal delante de Israel durante la época de los Apóstoles cuando el Señor
estaba estableciendo el Nuevo Pacto.
Una vez que el mensaje fue confirmado delante de los judíos en Hechos 28.26-27, ya no
había más necesidad de las señales de confirmación y por esto Dios quitó los cinco “dones
de señal” que se mencionan en Marcos 16.17-18.
(Hech 28.28; 1Cor 1.22-23) Israel rechazó el mensaje y por esto Dios nos lo mandó a
nosotros, los gentiles, pero sin señales porque sólo los judíos tienen el derecho de pedir
señales (los griegos / gentiles no, ni tampoco “nosotros” los cristianos).
Así que, las señales, incluyendo la de echar fuera los demonios (que, sí, según lo que la
Biblia dice es una señal de confirmación; lea Mateo 12.28 otra vez), no son ni para los
gentiles ni para los cristianos. Son únicamente para Israel y sólo durante un tiempo de cambio cuando Dios les está mandando un nuevo mensaje por un nuevo mensajero.
* 1D. Echar fuera demonios en la Iglesia de hoy .
Los que hoy en día dicen que tienen la capacidad de confrontar a los demonios cara a cara y
echarlos como hicieron Cristo y los Apóstoles, son ignorantes de la Escritura y están
engañando a la gente (quizá ellos mismos son engañados).
(2Cor 11.13-15) La Biblia dice que son falsos apóstoles, ministros de Satanás, porque
fingen ser como los verdaderos Apóstoles que tenían las “señales de Apóstol”
2Cor12.12; las cinco de Marcos 16.17-18).
Estos falsos profetas más bien son como los exorcistas ambulantes de Hechos 19.13-16.
Están jugando con algo que no entienden y al final de cuentas saldrán “desnudos yheridos”.
[Transición al siguiente punto.] No es el propósito de este estudio desarrollar
exhaustivamente el tema del mundo espiritual, los ángeles, los demonios y Satanás.
Nuestra meta aquí es la de entender el fenómeno de echar fuera demonios y la supuesta
capacidad de algunos cristianos hoy en día de poder confrontar directamente a un
demonio (o aun al mismo Satanás) en otro ser humano.
No obstante, para entender nuestro tema y el gran peligro que estos “exorcistas
ambulantes” corren, debemos entender un poco acerca de los demonios.
Para entenderlos a ellos, necesitamos entender algo sobre su líder, Satanás.
Comencemos en el comienzo, entonces, y veamos lo que la Biblia dice acerca de
nuestros enemigos en el mundo espiritual.

#2. Nuestro enemigo: Satanás .
* 2A. (Gen 3.1) La primera mención de Satanás en la Escritura .
La primera vez que vemos a Satanás en la Biblia, él ya es la serpiente astuta y engañosa. O
sea, en Génesis 3.1 el diablo ya es una criatura caída y pecaminosa.
Entonces, hay más acerca de su historia — su creación y su caída — que tenemos que entender,
si es que vamos a conocer un poco a nuestro enemigo.
¿Cómo era él en el principio cuando Dios lo creó? ¿Qué pasó y qué hizo él para caer en el
pecado? Toda esta historia de su comienzo y su caída tuvo que haber pasado antes de
Génesis 3.1, donde lo vemos ya como la serpiente diabólica.
De hecho, la historia de nuestro gran enemigo empieza en Génesis 1.1, en el principio de
toda la creación.
Antes de ver estos detalles, es importante entender que la Biblia identifica claramente quién
es la serpiente.
Muchos “eruditos” hoy en día quieren poner en duda la verdadera identidad de nuestro
enemigo, pero no somos ignorantes de la Escritura, entonces es obvio que la serpiente es
Satanás, el diablo, el gran dragón que se llama Leviatán.
(Isa 27.1) Esta serpiente es el dragón que anda en “el mar” (el segundo cielo; el espacio)
y que se llama Leviatán.
(Apoc 12.9) El dragón — esta serpiente antigua — se llama diablo (que quiere decir
“acusador”) y Satanás (que significa “adversario”).
Sólo hay una criatura en toda la Escritura que iguala a esta serpiente en poder, maldad y
oposición al plan de Dios: el quinto querubín — el querubín protector — que se
llamaLucero.
* 2B. La plena mención del comienzo de Satanás: Ezequiel 28.11-19 .
Ezequiel 28.11-19 es la primera mención cronológicamente de nuestro gran enemigo.
Este pasaje se trata del día de su creación, sus responsabilidades en el reino de Dios y las razones por su caída.
(Ezeq 28.12b-13) En el día de su creación, Lucero (así se llamaba en aquel entonces; Isa
14.12-14) era una criatura única, bella, perfecta y lleno de sabiduría.
(Job 38.4-7) Si comparamos estos versículos en Ezequiel 28 con Job 38.4-7—el relato
que Dios mismo dio sobre la creación original de Génesis 1.1—podemos entender que
Lucero (y las demás criaturas celestiales, como los ángeles) existía cuando Dios creó la
tierra y los cielos en el principio.
Lucero y los demás seres celestiales alababan y regocijaban al ver la belleza, la grandeza
y la perfección de la creación del Señor (Job 38.7).
Así que, “el mundo de Lucero” era el mundo perfecto y sin pecado de Génesis 1.1, no el
mundo caótico y pecaminoso de Génesis 1.2 y en adelante. Hay una brecha de tiempo
entre Génesis 1.1 y 1.2 que se podría llamar “la brecha del reinado de Lucero”.
(Ezeq 28.14) Lucero, Satanás antes de su caída, era un querubín.
No era un ángel, como muchos creen, sino un querubín y los dos no son iguales.
Dios nos da una buena descripción de los querubines en la visión de la segunda venida
en Ezequiel 1.4-25. Ahí en el primer capítulo del Libro de Ezequiel se mencionan cuatro
otros querubines que andan debajo (como llevando) el trono de Jehová (Ezeq 1.22 con
1.26, 28). Por esto sabemos que Lucero — el diablo en su estado original — era el quinto
querubín. Él no se menciona en Ezequiel capítulo 1, porque, puesto que es una visión de
la segunda venida, ya no está en su puesto original (o sea, ya cayó).
Este quinto querubín se llama el “grande” y el “protector”. Entre los cinco querubines, él
era el más grande, (más poderoso) y también era el protector.
En la Biblia Reina-Valera de 1909 se traduce la palabra “protector” como “cubridor”.
Lucero era el querubín protector porque “cubría”, (protegía cubriendo) algo.
(Ezeq 1.22) Los otros cuatro querubines están debajo de una “expansión”.
(Ezeq 1.26) Sobre esta expansión está un trono que es el de Jehová — el del Mesías,
Jehová en la carne, (Jesucristo; Ezeq 1.27-28).
Entonces, los otros cuatro querubines no “cubren” nada, pero si hubiera un quinto
querubín entre ellos, él “cubriría” el trono de Dios “protegiéndolo”.
Lucero, el quinto querubín grande (Satanás antes de su caída) era la criatura más
cerca de Dios. Protegía su mera presencia.
Entonces, esto también nos da una idea de su poder.
Para proteger la presencia de Dios de todas las demás criaturas, tuvo que haber sido
más fuerte y más poderoso que cualquiera de ellas y de muchas de ellas juntas.
No era un simple ángel y entienda que los ángeles “normales” son poderosísimos.
(2Rey 19.35) Un sólo ángel mató a 185.000 soldados del ejército de Asiria en una
sola noche. En este versículo el ángel se llama “el ángel de Jehová”. En muchos
pasajes de la Biblia, esta frase es una referencia a la apariencia de Dios mismo en
el mundo físico. Sin embargo no es siempre así, como en este caso. Al comparar
2Reyes 19.35 con su pasaje paralelo en 2Crónicas 32.21, vemos que este ángel de
Jehová era “un ángel” que Jehová mandó con la tarea de acabar con el ejército de
Asiria. Así que, no se trata de Dios sino de un ángel común y corriente, y por esto
podemos ver que los ángeles tienen una fuerza sobrenatural.
(2Sam 24.15-16) Vemos en otra ocasión que un sólo ángel mató a 70.000
israelitas después del pecado que David cometió haciendo un censo del pueblo,
(confió más en su propia fuerza que en Dios).
(Sal 103.20) Los ángeles, entonces, son “poderosos en fortaleza”.
El quinto querubín protector que cubría la presencia de Dios era (y es) mucho más
poderoso que cualquier ángel y también de todos ellos juntos. Era el más alto en
posición y el más poderoso en toda la creación. Era y es único entre todo lo
demás que Dios ha hecho.
También vemos en Ezequiel 28.14 que Dios puso a Su querubín protector en “el santo
monte de Dios”.
(Sal 48.1-2) Él estaba, entonces, “a los lados del norte”, en la ciudad del gran Rey.
Por lo tanto vemos otra vez que Lucero estaba en la mera presencia de Jehová (y note
que Salmo 48.1-2 dice que estaba “a los lados del norte” porque ésta frase sale en
otro pasaje clave que se trata de Lucero, que vamos a ver luego).
(Ezeq 28.15) Lucero era perfecto desde el día de su creación hasta el día de su caída.
¿Cuánto tiempo pasó entre su creación y su pecado? No se sabe exactamente pero una
buena adivinación sería unos 2.000 años. O sea, entre la creación de Lucero en (o antes)
de Génesis 1.1 y el resultado de su caída en Génesis 1.2, pasaron unos 2.000 años. Pero
esto sería para otro estudio aparte.
Lo que, sí, sabemos es que Satanás no era siempre el enemigo de Dios. Antes era la
criatura más confiable y más poderosa de todo lo que Dios hizo, y por esto era el más
cercano al Señor.
Sin embargo, llegó el día de su pecado y Lucero, el querubín grande y protector,
traicionó a su Dios. Podemos ver un poco acerca de lo que pasó en los siguientes
versículos en Ezequiel 28.
(Ezeq 28.16-18) El pecado de Lucero — su rebelión contra Dios — tuvo que ver en algún
sentido con “contrataciones”.
Se hace una contratación, cuando uno pacta (contrata), con otro prometiéndole algo en
cambio de bienes o, como en el caso de Lucero, en servicio. Lucero hizo una “multitud”
de estas contrataciones.
(Apoc 12.3-4) Es por esta cuestión de las contrataciones que la Biblia dice que Satanás
“arrastraba” una tercera parte de las estrellas del cielo (luego llamadas “sus ángeles”;
Apoc 12.7).
(Apoc 1.20; también ver: Job 38.7; Mat 2.9; Apoc 9.1-2; 1Cor 15.40-41).
Al arrastrar“estrellas”, entonces, sabemos que una tercera parte de los ángeles cayó aquel día
también.
Si su manera de “arrastrar” a Eva hacia el pecado es una indicación de las
maquinaciones de este querubín, podemos entender que las “contrataciones” (las
promesas que Lucero hizo en cambio de servicio) fueron un engaño a estos ángeles
para llevarlos consigo en su rebelión contra Dios.
Otra cosa que hemos de rescatar de todo esto es el número de los ángeles que él llevó ensu pecado.
(Heb 12.22) La Biblia dice que ahora, mucho después de la caída de Lucero, que los
ángeles en el cielo son innumerables — “muchos millares de ángeles”.
¿Cuántos eran antes de la “multitud” de contrataciones que Lucero hizo? ¿A cuántos
llevó él, entonces? No sabemos el número exacto, pero basta decir que hay “muchos
millares” de ángeles caídos (también llamados “demonios” y “espíritus inmundos” en
la Biblia) en nuestro mundo de hoy día.
Hay otro pasaje que retoma la historia de Lucero desde donde la dejamos en Ezequiel 28.
• Isaías 14.12-14 nos da más detalles de lo que el querubín protector hizo, que hemos de
estudiar si queremos entender un poco a nuestro gran enemigo, el líder de un ejército
enorme de ángeles caídos.
* 2C. La plena mención de la rebelión de Satanás: Isaías 14.12-14 .
Este pasaje se trata específicamente de la caída de Lucero—de los detalles de su plan
traicionero de rebelión.
Había cinco cosas en el corazón de Lucero, el querubín grande y protector, cinco cosas
que él quería hacer.
Quería subir al cielo, levantar su trono, sentarse “a los lados del norte”, subir y ser como
Dios el Altísimo.
Lucero montó el primer “golpe de estado” en la historia de toda la eternidad. Quería
quitar a Dios del trono del universo para reinar sobre todo, como si él mismo fuera Jehová.
¡Imagínese el poder y la fuerza de una criatura que cree que puede lograr semejante cosa! .
¿Alguna vez se le ha ocurrido a usted ir al cielo y quitar a Dios del trono? ¡Jamás! .
Nosotros somos tan pequeños, tan débiles y tan insignificantes que aun pensar en hacer
algo así es completamente ridículo.
No obstante, Lucero lo hizo. Él era (y es) tan grande, tan fuerte, tan inteligente y tan
poderoso que no sólo lo pensó, sino que también lo intentó y llevó consigo a una tercera
parte de los ángeles innumerables. ¡Increíble! .
El único ser que es más grande y más poderoso que Satanás es Dios mismo. Satanás es
tan grande y poderoso en comparación con las demás criaturas que él creía que podía
quitar al Altísimo del trono de la creación.
¡Lucero no es cualquier pajarito! ¡No es una mosca o un perro que usted puede mandar
para afuera cuando le está molestando! Él es el más grande y poderoso de entre todos los
otros seres que Dios creó. Es espantosamente grande y terrible.
Isaías 14.12-14 nos dice otra cosa que es importante y hemos de entenderlo antes de seguir
con nuestro estudio. El versículo 13 dice que Lucero tenía un trono, (“levantaré mi trono”).
Como el más poderoso entre todos, Lucero estaba a cargo del reino de Dios en el mundo
creado. Es obvio por su deseo de quitar a Dios de Su trono, que Lucero era el segundo
en la cadena del mando, después del Señor, porque el único por encima de él era al que
quería quitar, Dios.
Después de su caída, Dios dio la tierra a los hombres (Gen 1.28) pero Satanás y sus
ángeles mantenían el control del segundo cielo, lo que nosotros llamamos el espacio (Sal
115. 16; Job 15. 15 con Job 25. 5).
Con el fracaso del hombre a través de la historia, aun el control de la tierra revertió a
Satanás.
(Luc 4.5-6; ver también: Mat 4.8-9) Es por esto que Jesús aceptó el hecho que el
diablo era dueño de los reinos del mundo y que tenía tal potestad sobre ellos que
podía ofrecérselos a quien él quería.
Es por esto también que él se llama “el príncipe de este mundo” (Juan 12.31), “el
príncipe de la potestad del aire” (Ef 2.2) y “el dios de este siglo” (2Cor 4.4).
(1Jn 5.19) El mundo entero — los hombres, los demonios y todo el sistema de la tierra
y los cielos — queda bajo el control de Satanás. Aunque su derrota es segura, por el
momento él domina en este mundo y se opone a Dios, a Su plan y a Su pueblo (tanto
a Israel como a la Iglesia).
No lo dude. Satanás es grande, terriblemente fuerte y en control de este mundo.
Esto es obvio al analizar su comienzo y el pecado original de su rebelión contra Dios el
Altísimo. (Si quiere ver más detalles sobre la caída de Lucero y el juicio divino sobre su
Rebelión — el diluvio universal de la brecha entre Génesis 1.1 y 1.2 — lea el capítulo de
los siete juicios en mi libro El estudio de los 7.)
Hay un pasaje más que hemos de analizar un poco porque Pablo dice que no debemos
ignorar las maquinaciones del diablo. Job 41 es la plena mención de las obras de nuestro
enemigo, ésta serpiente y dragón que se llama Leviatán.
* 2D. La plena mención de las obras de Satanás: Job 41 .
Todo este capítulo se trata de Leviatán, el que Isaías identifica como la serpiente y el dragón,
(Isa 27.1), una referencia obvia a Satanás (Apoc 12.9).
El contexto de estos comentarios sobre Leviatán (en Job 41, Dios está hablando
directamente con Job) se halla en Job 38.1-3. Después de las quejas de Job—que Dios lo
estaba maltratando injustamente—el Señor le responde personalmente y le dice todo lo
que se registró en los capítulos del 38 al 41.
Se lo dijo con un propósito muy específico. Quiso mostrarle a Job qué tan pequeño y
débil era a la luz de todo lo que Él (Dios) es y todo lo que Él había hecho.
(Job 42.1-6) Job aprendió la lección.
Una de estas “cosas grandes”, que Dios saca para hacerle a Job entender qué tan pequeño
era, es Leviatán en el capítulo 41. Lea este capítulo detenidamente y vea lo que Dios
dice acerca de esta criatura que la Biblia llama también el diablo y Satanás. Después de
leerlo, piense en lo siguiente.
(Job 41.1) ¿Sacará el hombre a Leviatán (a Satanás)?
Es una pregunta retórica porque la respuesta es, obviamente, no.
¿Sabe quién es el único que puede sacar a Leviatán?
(Job 42.2a) Él que puede hacerlo todo—Dios—es el único que puede hacerlo.
Nadie más puede con este querubín caído.
Mejor aún que el versículo 1, es el 5.
(Job 41.5) ¿Con quién creen estos Pentecostales que están jugando cuando “atan a Satanás”
para “echarlo fuera” de sus servicios?
(Job 41.6) ¿Creen ellos que “harán banquete de él” para lucirse muy poderosos y así jactarse
delante de sus congregaciones? ¡Por favor! ¡Qué ignorancia! .
• Honestamente qué peligro también. Recuerde la historia de los exorcistas ambulantes en
Hechos 19.13-16, y ellos sólo se metieron con un demonio—un ángel caído—no con el
querubín grande y protector.
(Job 41.8, 25a) Los que realmente han entrado en una lucha con Leviatán (el diablo) nunca
jamás querrán volver a hacerlo.
(Job 41.9) Al sólo ver a este gran enemigo, uno saldría corriendo.
Entonces, es obvio que este juego Pentecostal de “atar a Satanás” y mandarlo para afuera
(como si fuera un perro) no tiene nada que ver con el diablo. Él ni siquiera les presta
atención. Es un puro juego.
Además, si alguien cree que nuestro enemigo tiene temor de nosotros, debe leer Job
41.33. ¡Satanás ni siquiera teme a Dios! Qué ignorante es el que cree que el diablo va a
temer a un hombre.
(Job 41.34) Leviatán es el rey de este mundo y nosotros debemos respetarlo porque es un
enemigo sumamente formidable.
(Jud 9) Aún el arcángel Miguel no haría lo que hacen los Pentecostales hoy en día.
Miguel, un poderoso arcángel, no se metió en una pelea con Satanás, sino que entregó el
asunto al Señor.
Imagínese, entonces, qué tan ridículo es que un hombre crea que puede “atar a Satanás”
como si fuera un perrito. ¡Jamás! Estos no saben con quien se están metiendo.
(Apoc 20.2) La Biblia dice que hasta después de la segunda venida de Cristo, nadie atará
a Satanás.
Lo que él hace hasta aquel entonces es “rodear la tierra y andar por ella” (Job 1.6)
como le da la regalada gana y no hay nada que nadie pueda hacer que haría ninguna
diferencia.
(Mat 22.29) El que cree que puede “atar a Satanás” es un mentecato y está
cometiendo un grave error debido a su ignorancia de la Escritura.
* 2E. Nuestra conclusión en cuanto a Satanás .
A pesar de todo esto, la Biblia también dice que en Cristo tenemos la victoria sobre el diablo.
Satanás es poderoso pero Dios es Todopoderoso.
El diablo fue vencido espiritualmente en la cruz (Juan 12.31; Col 2.15; Heb 2.14) y será
vencido físicamente en la segunda venida (Rom 16.20; Apoc 20.1-3).
No tenemos que acurrucarnos delante de él, aunque sí debemos respetar su fuerza e
inteligencia en la guerra.
La Escritura nos instruye claramente acerca de cómo podemos enfrentarnos con Satanás y es
muy parecido a cómo debemos luchar contra los demonios también. Entonces, antes de ver
cómo luchamos contra nuestros enemigos en el mundo espiritual, debemos entender un poco
acerca de los demonios — los ángeles caídos y siervos del diablo.

#3. Nuestros enemigos: Los demonios .
• (Ezeq 28.18 con Apoc 12.4) Como vimos antes, cuando Satanás se rebeló contra Dios, él arrastró
a otros seres consigo en su pecado. A través del engaño de sus “contrataciones” el llevó consigo
una tercera parte de “las estrellas del cielo”. Estas estrellas son llamadas “ángeles” (Apoc 12.9;
Mat 25.11), “demonios”, “espíritus malos” y “espíritus inmundos” en la Escritura.
* 3A. Su naturaleza - ¿Cómo son los demonios? .
- Su naturaleza original
(Col 1.15-16) Los demonios son seres creados por Dios y en el día de su creación eran
perfectos exactamente como Lucero (Ezeq 28.15).
(Job 38.4-7) Estaban presentes en Génesis 1.1 cuando Dios formó la creación original de la
nada.
(Heb 12.22; Apoc 5.11) Formaban parte de los innumerables ángeles que Dios creó para
Su gloria y para Su servicio (Heb 1.7).
(Apoc 12.4) Pero, como ya hemos visto, se dejaron engañar (una tercera parte de todos
los ángeles que Dios creó) por las “contrataciones” de Lucero y formaron parte de su
rebelión que tomó lugar entre Génesis 1.1 y 1.2.
Es por esto que la Biblia dice que estos ángeles caídos son del diablo (Mat 25.41) y del
dragón (Apoc 12.7), y que Beelzebú — Satanás — es el “príncipe de los demonios” (Mat
12.24-26). Los demonios son “sus ángeles” (Mat 25.41).
- - Su naturaleza espiritual .
(Luc 10.17, 20) La Biblia dice que los demonios (los ángeles caídos) son espíritus y por
esto nuestra lucha contra ellos no es contra “sangre y carne” sino “contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas” (Ef 6.12).
(2Cor 10.3) O sea, nuestra guerra contra estos enemigos es espiritual, no física.
No obstante, debemos entender que, como en Génesis 6.1-4, no sería nada fuera de lo
común que un demonio tome un cuerpo físico para cohabitar entre los hombres.
(Heb 13.2) Algunos, sin saberlo, han hospedado a ángeles. Los demonios son ángeles
caídos, entonces pueden tomar cuerpos que se parecen iguales a los de los hombres
(exactamente como los buenos ángeles).
(2Cor 11.13-15) Todos los ministros de Satanás (y recuerde que los ángeles son
“ministros”; Heb 1.7), pueden disfrazarse bien para engañar a los hombres y
estorbar el plan de Dios.
* 3B. Su ubicación - ¿Dónde están los demonios? .
(Jud 6-7; 1Ped 3.18-20; 2Ped 2.4-5) Algunos de los ángeles caídos ya están en prisiones de
oscuridad por haber dejado su propia morada para tratar de estorbar el plan de Dios.
(Gen 6.1-4) Estos, los “hijos de Dios”—una frase que, en el Antiguo Testamento, se
refiere únicamente a los ángeles (tanto a los buenos [Job 38.7] como a los malos [Job
1.6; 2.1])—que abandonaron su propia morada espiritual para tomar cuerpos físicos y
cohabitar (procrear) con las mujeres humanas.
Querían acabar con la promesa del Salvador (Gen 3.15) corrompiendo el linaje de la
simiente de la mujer.
Dios los juzgó y todos murieron en el diluvio de Noé. Ahora están en prisiones de
oscuridad esperando su sentencia al lago de fuego en el juicio del gran trono blanco
(Apoc 20.11-15).
(Luc 8.31) Puede ser que algunos de los demonios estén también en el abismo.
• (Apoc 9.1-10) Quizás sean los mismos que tomarán cuerpos espantosos durante la
Tribulación para atormentar a los hombres cuando Dios los suelte.
(Apoc 9.14) Otros cuatro ángeles del diablo están atados junto al gran río Éufrates esperando
que los suelten durante la Tribulación también.
Sin embargo, a pesar de que estos demonios están encarcelados, la gran mayoría (una
cantidad innumerable) todavía está suelta en este mundo.
(Rom 8.38-39; Ef 6.10-12) Son los principados y potestades contra los cuales luchamos
en nuestra guerra espiritual.
Así que, puesto que nos rodean todos los días, debemos saber un poco acerca de estas
criaturas. ¿Qué dice la Biblia acerca de los demonios, los ángeles caídos de Satanás? .
* 3C. Su inteligencia sobrenatural - ¿Qué tan capaces son los demonios? .
(2Sam 14.20) Los demonios, como su líder Satanás (Ezeq 28.12), tienen una inteligencia
sobrenatural y mucho más avanzada que la de los hombres.
(Heb 2.6-7) La fuente del conocimiento que ellos tienen se halla en la superioridad de su
Naturaleza — que son superiores a los hombres — y también en su experiencia amplia.
Cada demonio ha vivido por al menos 8.000 años durante los cuales ha podido aprender mucho.
Entonces, no crea que estos ángeles caídos son tan brutos como los hombres. No hay manera
de comparar la capacidad intelectual de los demonios con la de los hombres, porque es
mucho más superior.
* 3D. Su poder sobrenatural - ¿Qué tan fuertes son los demonios?
Además de una inteligencia superior, los demonios tienen una fuerza sobrenatural también.
Son mucho más fuertes que cualquier hombre.
Puesto que los demonios son ángeles caídos, mucho de lo que la Biblia dice acerca de los
ángeles (en general), se puede aplicar a los demonios también. Tome por ejemplo el hecho
de que un sólo ángel mató a 185.000 soldados en una sola noche (2Rey 19.35; 2Cron 32.21)
y otro mató a 70.000 israelitas en un lapso parecido (2Sam 24.15-16). Los demonios son
criaturas sumamente poderosas.
(Hech 19.13-16) Además, la Biblia dice que un espíritu malo en un hombre les dio una
buena paliza a siete otros hombres que trataron de echarlo fuera.
(Mar 5.1-4) Otro hombre con un espíritu inmundo no pudo ser atado porque siempre rompía
cualquier ligadura, incluyendo las cadenas.
Además de estas manifestaciones de fuerza física, debemos considerar también su fuerza
espiritual.
(2Tes 2.9; Apoc 13.13; 16.14) Satanás y los demonios pueden hacer las mismas señales,
prodigios y milagros que hicieron Cristo y los Apóstoles.
(Apoc 13.3, 14) Aún resucitarán alguien de entre los muertos.
Es interesante comparar los pasajes en la Biblia que tratan de esta fuerza espiritual,
porque se emplean las mismas palabras para describir las señales, prodigios y milagros
de Cristo, los Apóstoles y también el Anticristo (que tiene el poder de Satanás igual que
los demonios). Considere el siguiente esquema.
Número
deStrong
Palabra
griega
Cristo
(Hech 2.22)
Los 12
(Heb 2.4)
Pablo
(2Cor 12.12)
Anticristo
(2Tes 2.9)
#1411 dunamismaravillas milagros milagrospoder
#5059 terasprodigios prodigiosprodigiosprodigios
#4592 semeionseñales señalesseñalesseñales

Bien sea la obra personal de Satanás en el Anticristo (Juan 13.27) o la obra de los
demonios (Apoc 13.13; 16.14), lo que esto nos muestra es que el poder de los espíritus
inmundos es mucho más grande que el de cualquier hombre en la tierra hoy.
Los demonios tienen una tremenda fuerza tanto física como espiritualmente.
* 3E. Su presencia sobrenatural - ¿Cuántos demonios tenemos que enfrentar a la vez? .
Además de su inteligencia y su fuerza, tenemos que tomar en cuenta el hecho de su presencia
sobrenatural.
Aunque los demonios no son omnipresentes — no pueden estar en todo lugar a la vez como
Dios — tampoco están limitados por las leyes del espacio como los hombres.
Cuando Cristo confrontó al endemoniado de Gadera, la Escritura dice que había “muchos
demonios” en el hombre (Luc 8.30), por lo menos 2.000 (Mar 5.13).
Entonces, si un demonio es mucho más poderoso que un hombre, ¿qué tal enfrentarse con
2.000 de ellos dentro de una persona? .
* 3F. Nuestra conclusión en cuanto a los demonios .
Todo esto nos lleva a la misma conclusión a que llegamos con Satanás. ¿Quién es el hombre
que se cree tan grande y poderoso para enfrentarse cara a cara con un demonio—con uno de
los ángeles caídos de Satanás? .
Es obvio que Cristo lo pudo hacer y lo hizo porque Él es Dios.
(Mar 16.17-18) Los Apóstoles (los 12 y Pablo) lo hicieron también porque ellos recibieron
una facultad especial de parte de Cristo cuando Él se iba para el tercer cielo.
Si otros en la Biblia echaron fuera demonios (como, por ejemplo, los 70 en Lucas 10.1-17, o
Felipe en Hechos 8.7), cada ocasión se trató de la misma situación que con los Apóstoles.
Sirvió por señal de confirmación delante de los judíos para comprobar en nuevo mensaje del
nuevo mensajero.
Sin embargo, fuera de los cuatro Evangelios y el Libro de Hechos, ningún hombre echó
fuera a ningún demonio como supuestamente se hace hoy en día en las confrontaciones
directas (“cara a cara”) con el creyente mandando al demonio que salga.
Antes de la primera venida de Cristo (en el Antiguo Testamento)...
(Gen 6.1-4) Vemos a los demonios tomando cuerpos y cohabitando con mujereshumanas.
(Lev 17.7; Deut 32.17; Sal 106.37) Los vemos detrás de la idolatría,
(1Sam 16.14-23; 18.10; 19.9) ...atormentando a los hombres y
(1Rey 22.20-23; 2Cron 18.19-22) ...poniendo mentiras en las bocas de los falsosprofetas.
Pero nadie antes de Cristo echó a ningún demonio de ningún hombre. La primera
mención de este fenómeno es Mateo 4.23. No sucedió antes.
En el Nuevo Testamento, después del Libro de Hechos—el registro de los hechos de los
Apóstoles y de la época de ellos—vemos también...
(1Cor 10.21) ...la actividad de los demonios en la idolatría,
(1Tim 4.1) ...en la apostasía y
(Apoc 9.1-10; 16.14) ...aún en ataques directos en el mundo físico durante la
Tribulación.
Sin embargo, después de Hechos 19.12 nadie echa fuera un demonio como durante el
tiempo de la primera venida de Cristo.
¿Por qué es, entonces, que algunos cristianos creen que esta práctica debe ser normal y
común en las iglesias de hoy día? ¡Ni siquiera es algo normal y común en la Biblia! .

#4. La capacidad de echar fuera demonios .
* 4A. (Mar 16.17-18) La capacidad de echar fuera demonios es una señal de Apóstol .
La capacidad sobrenatural de poder echar fuera un demonio de otro ser humano por una
confrontación directa (o sea, uno mismo mandando al demonio que salga de la persona),
forma parte de las señales de Apóstol.
Así que, según el texto base de estas señales (Mar 16.14-20), si alguien tiene el “don” de
echar fuera demonios, también puede hablar en lenguas (idiomas conocidos pero no
aprendidos; Hech 2.1-11), tomar en las manos serpientes (como Pablo: Hech 28.3-5), beber
cosas mortíferas sin que le hagan daño y sanar a todos a los que les impone manos (y sinfalla).
Todas las cinco señales de Apóstol forman un paquete, entonces es todo o nada.
Si alguien tiene una señal, Marcos 16.14-20 dice que se puede dar por sentado que tiene
todas las otras cuatro.
Si no, es un farsante, un charlatán y un falso apóstol que la Biblia llama un ministro de
Satanás (2Cor 11.13-15).
Además, la manifestación de estas señales en los creyentes no era la experiencia común y
corriente de todos los cristianos ni en el primer siglo ni a través de la historia de la Iglesia.
¿Por qué creerían que será así hoy en día (que el don de lenguas es para todos, por ejemplo,
o que todos pueden echar fuera demonios)? .
(2Cor 12.11-12) Si las señales de Apóstol fuera la experiencia común de todos los
cristianos, Pablo no pudo haberlas usado como una prueba de su apostolado, que era de
la misma autoridad que el de los 12.
Las cinco señales de Marcos 16.17-18 (que incluyen el “don” de echar fuera demonios),
son las “señales de Apóstol” y hoy día no hay Apóstoles. Pablo fue el último: 1Corintios15.7-8.
* 4B. La capacidad de echar fuera demonios no es una capacidad común de los cristianos .
Hay que darse cuenta también de que en todas las epístolas (los libros de enseñanza y
doctrina después del Libro de Hechos) hay una ausencia total de mandamientos e
instrucciones acerca de echar fuera demonios.
Dios no nos manda hacerlo ni tampoco nos ha dado instrucciones acerca de cómo hacerlo.
Se pensaría que si fuera algo que Dios quiere que hagamos, por lo menos habría mencionado
el asunto una vez en toda la enseñanza y doctrina que dio a los cristianos y otros creyentes
en el Nuevo Testamento. ¡Pero no hay nada! .
Así que, la conclusión es obvia. La capacidad sobrenatural de poder echar fuera demonios
fue por un tiempo especial y limitado — la época de los Apóstoles — y no para todos ni
parasiempre.
Exactamente como se acabó el don de lenguas y el don de sanidad, así se acabó el “don”
de echar fuera demonios. Nadie lo tiene hoy día y Dios no quiere que lo hagamos.
Si alguien quiere insistir en que tiene este “don”, que tome veneno. ¿Por qué no? .
Lasseñales existen para convencer a los que no creen (1Cor 14.22). Entonces, que nos
convenza. Marcos 16.14-20 dice que el que tiene una de las señales de Apóstol, las tiene
todas. Si alguien insiste en echar fuera demonios como Cristo y los Apóstoles, ¡tome
veneno! Si no puede (o no quiere), es un charlatán. Es un falso apóstol, un falso profeta,
un falso maestro. La Biblia dice que es el ministro de Satanás.
¿Qué hacemos, entonces, cuando tenemos que enfrentarnos con un espíritu inmundo? Bueno,
¡haga lo que la Biblia dice! .

#5. La confrontación directa con un demonio .
* 5A. En primer lugar entienda que no hay tantas manifestaciones sobrenaturales hoy día como había
durante la primera venida de Cristo y el ministerio de los Apóstoles en los años inmediatamente
después de Su resurrección.
La venida del Mesías (Dios en la carne) al mundo fue un evento único en toda la eternidad,
entonces no nos sorprende ver un aumento extraordinario en las actividades y
manifestaciones de los demonios.
Además, puesto que la capacidad de echar fuera demonios sirvió por señal de confirmación
delante de los judíos (Mat 12.28 con Hech 2.22; Mar 16.17-18 con Hech 5.16), ya sabemos
que no es la experiencia común que se puede esperar durante la época de la Iglesia.
Sin embargo, esto no descarta la posibilidad de que un demonio se manifieste en un ser
humano y que el cristiano tenga que enfrentar la situación.
¿Qué debemos hacer si esto nospasa? .
* 5B. (Jud 9) Siga el ejemplo del arcángel Miguel.
El primer paso en la confrontación directa con un ser espiritual maligno es el de seguir el
ejemplo del arcángel Miguel.
No mande al demonio a salir, como si usted tuviera la autoridad y el poder para hacerlo.
Ni siquiera el arcángel “se atrevió a proferir juicio de maldición” cuando tuvo que
enfrentarse con el príncipe de los demonios. Miguel más bien entregó la situación en las
manos de Dios.
Así que, si usted tiene que enfrentar a un demonio manifestándose en otro humano, entienda
que usted no tiene el “don” (la capacidad) de echarlo fuera, (nadie lo tiene hoy día).
Sin embargo, aunque el demonio es mucho más poderoso que usted, Dios es Todopoderoso.
Dígale al demonio, entonces: “El Señor te reprenda” y luego póngase a orar, que es el
segundo paso en la confrontación directa con un demonio .
* 5C. (Mat 17.21) Ore al Señor.
Este pasaje de Mateo 17—el del muchacho endemoniado—sirve muy bien como un patrón
que podemos seguir en situación semejante.
(Mat 10.5-8) Primero que nada, tenemos que entender que antes los Apóstoles tenían la
capacidad (el don) de echar fuera demonios.
• Sirvió por señal que confirmaba la veracidad de su mensaje, que era de Dios y no una
invención de los hombres.
Sin embargo, debido a que los líderes de Israel rechazaron el mensaje en Mateo 12.22-37,
Dios les quitó las señales de confirmación (incluyendo la de echar fuera demonios).
Entonces, cuando los vemos incapaces en Mateo 17 de echar fuera un demonio de un
Muchacho, (y sorprendidos porque lo podían hacer antes; Mat 17.19), ya sabemos porqué.
No tenían el don — la capacidad sobrenatural — de echar fuera demonios por su propia
palabra (por la confrontación directa).
En este sentido eran como nosotros hoy en día: no tenían las señales de Apóstol.
(Mat 17.18) Cristo echó fuera el demonio, como uno espera que Él haga cuando sigue el
ejemplo del arcángel en Judas 9.
O sea, si tiene que enfrentarse con un demonio en plena manifestación en otro ser
humano, el primer paso es entregar la situación en las manos de Dios como Miguel en
Judas 9 y como el padre del muchacho en Mateo 17.16-18.
Si esto no funciona, Cristo nos da el siguiente paso en Mateo 17.21: ¡ore a Dios! .
Si por cualquier razón Dios no saca al demonio al entregarle el asunto, ore y siga orando.
Póngase a orar y si puede hacerlo con otros hermanos en Cristo, mejor, (Ecle 4.9-12;
Mat18.19-20; Stg 5.14-16).
Si la oración sola no funciona, ayunen también pero sigan orando. Por alguna razón Cristo
dijo que había ciertos demonios que sólo saldrían por la oración con ayuno. Entonces, si se
encuentra en una situación como la de Mateo 17, ore con ayuno y espere a Dios.
* 5D. Estas son todas las instrucciones que Dios nos ha dado acerca de cómo confrontar a un demonio
cuando se manifiesta en un ser humano.
(2Cor 12.7-10) Es el mismo patrón que vemos también en el andar personal de Pablo.
Cuando él tenía problemas con enemigos espirituales, no recurrió a un “exorcista
Pentecostal” (a una confrontación directa). Fue a Dios en oración para entregarle a Él toda la
situación y pedirle que se lo quitara.
Lo que debe inquietarle a usted un poco es que todas estas instrucciones se hallan en libros
que no son directamente para la Iglesia, (son “correo de otros”).
Mateo en su mayor parte se trata del Antiguo Testamento (hasta la crucifixión; Heb 9.15-17;
Mat 27.27-28).
Eclesiastés (que se menciona una vez arriba), por supuesto, forma parte del Antiguo
Testamento.
Santiago, aunque se halla en el Nuevo Testamento, no es un libro escrito a la Iglesia sino
a los judíos (Stg 1.1).
Entonces, aunque no podemos descartar la posibilidad de una plena manifestación de un
demonio en otro ser humano, es obvio que no es lo normal en nuestra guerra espiritual (la de
los cristianos).
Si fuera algo que tenemos que enfrentar, Dios nos habría dado instrucciones acerca de
cómo hacerlo en la doctrina que nos mandó a los cristianos por medio de nuestro
Apóstol Pablo (Rom 11.13; Gal 2.7-9; 1Tim 2.7; 2Tim 1.11).
Puesto que Él no lo hizo, no debemos ir “buscando una pelea” con los demonios. Más
bien debemos evitarlo a todo costo porque si Dios no está en el asunto, acabaremos por
ser como los exorcistas ambulantes de Hechos 19.
Entonces, ¿en dónde nos trabamos en combate con nuestros enemigos espirituales si no es
cara a cara para “echarlos fuera”? .

#6. La confrontación diaria con los demonios y Satanás .
* 6A. Entienda la obra general de Satanás y los demonios hoy en día.
Durante la primera venida de Cristo (Mat 4.23-24) y la época de los Apóstoles (Hech 5.16),
había muchas manifestaciones sobrenaturales que Cristo y los Apóstoles enfrentaron
directamente con el poder de Dios y el “don” de echar fuera demonios. Todo esto, como
hemos visto, sirvió por señal de confirmación delante de los judíos de que Jesús era
verdaderamente el Mesías prometido (Mat 12.28; Hech 2.22).
(1Tim 4.1) Hoy en día nuestra lucha no es tanto la de “sanar a los endemoniados” sino que
es la de lidiar con “espíritus engañadores”.
O sea, ya no se trata de confrontaciones cara a cara sino de la lucha contra los ataques
sutiles de nuestros enemigos espirituales.
Puesto que los demonios sirven a Satanás — son “sus ángeles” (Mat 25.41; Apoc 12.7) y él es
“príncipe” de ellos (Mat 12.24, 26) — podemos entender que ellos le obedecen y llevan a
cabo los planes que él (su líder) tiene.
(Ef 2.1-3) Los demonios, igual que Satanás, llevan a los hombres a vivir conforme a la
filosofía de este mundo y los deseos de la carne. Esta obra general puede tomar varias
formas específicas en nuestras vidas y a nuestro alrededor todos los días.
Veamos unos ejemplos, entonces, antes de analizar lo que la Biblia dice acerca de lo que
podemos hacer para vencerlos.
* 6B. Entienda unas obras específicas de Satanás y los demonios hoy en día.
(Gen 3.1-5) Como el primer ataque de Satanás a un ser humano fue hacerle dudar la
certidumbre de las palabras de Dios (Prov 22.21), nosotros podemos esperar lo mismo de él
y de sus demonios. Cuando las dudas acerca de la certidumbre de las palabras de Dios en la
Biblia entran en su mente, sepa que es un ataque de los demonios.
Por supuesto lo que siempre quiere hacer es tentarnos a pecar.
(Hech 5.3) Nos tientan a mentir,
(1Cor 7.5) ...a cometer pecados sexuales,
(1Jn 2.15-17; 5.19) ...a amar este mundo y las cosas que en él hay, (como Demás hizo;
2Tim 4.10),
(Mat 16.21-23; 2Cor 3.18-20) ...a confiar en nuestro propio parecer y nuestra humana
sabiduría y
(1Tim 3.6) ...a ser orgullosos en la obra del Señor.
(1Tes 2.18) Los demonios estorban nuestros planes en el servicio del ministerio.
(2Cor 2.10-11) Causan disensión y división en nuestras iglesias y a menudo usan a los
miembros que no quieren perdonar al hermano arrepentido para hacerlo.
(2Cor 12.7) Los mensajeros de Satanás pueden también “abofetearnos”.
En el caso de Pablo esta obra de los demonios se manifestó en una enfermedad en sucuerpo.
Note que el versículo dice “en mi carne”, entonces sabemos que el mensajero de
Satanás causó un problema en su cuerpo.
(Gal 4.13-15) Parece que era una enfermedad de los ojos.
Vemos muy a menudo en los Evangelios que los demonios causan (o pueden causar)
varios tipos de enfermedades en los seres humanos.
(Mat 9.32-33) Pueden causar la mudez,
(Mat 12.22) ...la ceguera,
(Luc 13.11-17) ...deformidades,
(Mat 17.15-18) ...la epilepsia (o por lo menos síntomas semejantes a los de ella) y
(Luc 8.27-29) ...unas enfermedades mentales.
Vale la pena hacer un alto aquí para explicar varias “enfermedades mentales” que
los demonios causaron en este pasaje.
Primero su influencia resultó en recogimiento, que el endemoniado se apartó
completamente del trato con la gente.
También lo guió a desnudarse y andar sin ropa.
Este deseo y esta tendencia de andar desnudo es satánico. Piense en el
contraste que la Escritura nos da entre la obra del Espíritu Santo y la de los
espíritus inmundos.
(Gen 3.7; 1Tim 2.9) Adonde sea que llegue el Espíritu Santo, la gente quiere
cubrirse la desnudez.
Pero, con Satanás y los demonios, la ropa se queda en el suelo, o la persona
se pone tan poca ropa que no queda duda de lo que hay debajo.
Cuidado, entonces, con este ataque demoníaco (especialmente si usted es unamujer).
Vemos en Lucas 8 que los demonios pueden causar también la hosquedad (que la
persona llega a ser intolerable por los demás), la suciedad, el comportamiento
compulsivo y aun tendencias suicidas (Mar 9.22).
(2Tes 2.3-4) Los demonios, muy sutilmente, nos incitan a rebelarnos contra Dios y todo
lo que es de Él.
Cuando usted nota algo en sí mismo que no quiere someterse a la autoridad final de la
Palabra de Dios, puede estar seguro que tiene que ver en parte (si no del todo) con la
influencia de un demonio.
(2Cor 10.3-5) Esto se manifiesta mucho en los malos pensamientos que tenemos que
controlar.
(Zac 3.1; Apoc 12.10) Satanás es el gran acusador de los hermanos.
• Entonces, podemos esperar lo mismo de sus demonios, acusándonos a nosotros
directamente para hacernos sentirnos inmerecidos e inútiles, o pueden también
movernos para acusar a los demás.
(Lev 17.7; Deut 32.17; 1Cor 10.20-21) Los demonios también promueven la idolatría.
Cuando alguien pone algo en su vida que es más importante que Dios o que tiene más
prioridad que Él, es un ídolo y puede estar seguro que se trata de la obra de undemonio.
(Col 3.5) Puesto que vivimos en sociedades muy materialistas hoy en día, es
importante recordar que la Biblia dice que la avaricia es idolatría y por lo tanto
satánica y demoníaca.
(2Cor 11.13-15; 1Jn 4.1-4) Esta obra de los demonios en la idolatría se relaciona mucho
con su obra en las sectas falsas y las falsificaciones de la obra de Dios en el cristianismo.
Creo que podemos ver más manifestaciones de los demonios hoy en día en iglesias
Falsas, (o iglesias que siguen mala doctrina, que es el resultado de la influencia de
demonios también) que en los “endemoniados” que necesitan que alguien les “eche
fuera” el espíritu inmundo.
Joseph Smith, el fundador de la secta de los Mormones, recibió toda su nueva
revelación de un ángel que se llamaba Moroni. Según Gálatas 1.8, obviamente no era
un ángel de Dios sino un demonio.
Lo mismo se puede decir de los “Testigos de Jehová”, (es doctrina de demonios) o
aun de los que se dicen ser “apóstoles” (los que dicen que tienen las señales de
Apóstol; 2Cor 11.13-15).
Este asunto, entonces, nos lleva al siguiente pasaje que hemos de entender muy bien
puesto que estamos viviendo en los tiempos que se mencionan ahí.
(1Tim 4.1-4) El engaño sutil de los demonios a través de la falsa enseñanza toma varias
formas en nuestros “postreros tiempos” antes del arrebatamiento de la Iglesia.
(2Tim 3.1-8; 2Ped 2.1-3.) Por supuesto su
influencia ha resultado en muchos falsos maestros que, conciente o
inconscientemente, son los instrumentos que los demonios usan para desviar a los
cristianos de los caminos de Dios.
(2Tim 4.3-4) Los demonios, entonces, están bien involucrados en la apostasía de
nuestros días, induciendo a los cristianos a no querer aceptar la autoridad final de la
Escritura (la Biblia). Hoy día la mayoría de los cristianos prefieren la autoridad de su
propio parecer o de su propia experiencia (como la famosa exclamación: “No me
importa lo que la Biblia dice, yo sé lo que me pasó”). Estos cristianos han sucumbido
ante la influencia de demonios.
Note que el pasaje de 1Timoteo 4.1-4, destaca unas “doctrinas de demonios”
específicas, y son doctrinas que vemos por todos lados hoy día.
En el versículo 2 vemos que los demonios están detrás de toda “hipocresía” ,
— detoda actitud o acción de alguien fingiendo ser lo que no es en realidad.
Muchagente que tiene “religión” son hipócritas porque se portan de una manera en la
Iglesia y otra fuera de ella.
En la primera parte del versículo 3, vemos que los demonios también son la fuente de las prohibiciones
de casarse. Este ataque satánico toma por lo menos dosformas.
Primero, el celibato obligatorio (como en ciertas religiones hoy día) es una
doctrina de demonios. No viene de Dios sino del mismo Satanás.
Además, esta prohibición demoníaca en cuanto al matrimonio, toma la forma
de una “vida libre”. Los demonios no están en contra de una mujer y un
hombre uniéndose. Están en contra del matrimonio, porque están en contra de
Dios quien lo instituyó (la unión debida de hombre y mujer). Cualquier tipo
de sexo fuera del matrimonio (fornicación, adulterio, pornografía,
homosexualidad y aun la bestialidad) es el resultado de la obra de los
demonios (además de la carne: Gal 5.19-21).
También, en la última parte del versículo 3, vemos que los mandamientos de
abstenerse de alimentos son satánicos y demoníacos. No vienen de Dios, entonces
la fuente no es Él. Bien sea que estos mandamientos forman parte de una religión,
(como abstenerse de carne los viernes) o de un estilo de vida, (como el
vegetarianismo), estos mandamientos para abstenerse de ciertos alimentos son el
resultado de la obra de Satanás y los demonios.
Dios dijo muy claramente en Génesis 9.3 cómo debería ser la dieta del
hombre: un balance entre carne, (“todo lo que se mueve y vive”) y las
legumbres y plantas verdes. Cualquier régimen alimenticio que no sigue este
principio bíblico no es de Dios, y si no es de Dios, ¿de dónde vendrá? .
Una dieta desequilibrada (como por ejemplo el vegetarianismo) debilita el
cuerpo y deja a uno abierto y más susceptible a los ataques de la carne, el
mundo y los demonios. Elías es un buen ejemplo de esto (1Rey 19.1-18).

#7. Repaso... transición...
Es obvio que una gran parte de nuestra lucha con la maldad viene, en primer lugar, de
nuestra propia carne (Rom 7.21-24; Stg 1.14-15; 1Ped 2.11) y, en segundo lugar, del
sistema del mundo en el cual vivimos (1Jn 2.15-17).
No obstante, debemos reconocer la tremenda influencia que los innumerables demonios
tienen sobre nosotros todos los días (2Cor 2.11; Ef 6.12). No hemos visto todas las
maneras de las cuales Satanás y los demonios nos pueden atacar, pero hemos visto
suficientes para entender que su presencia y su oposición en nuestras vidas son reales y
debemos tomarlas muy en serio.
Entonces, cuando creemos que estamos experimentando un ataque espiritual,
¿qué debemos hacer? ¿Atamos a Satanás y lo mandamos para afuera? ¿Confrontamos al
demonio cara a cara para echarlo fuera como hicieron Cristo y los Apóstoles? ¿Es esto lo
que Dios nos dice que hemos de hacer? No, de ninguna manera.
Entienda nuestra tarea en esta guerra espiritual contra Satanás y los demonios .

* 7A. Nuestra parte en general .
El Nuevo Testamento es muy claro en cuanto a cuál es nuestra responsabilidad en la
guerra espiritual contra Satanás y los demonios (¡y no es atarlos y echarlos fuera como si
fuesen perrillos mal portados!).
Primero que nada, entienda que la victoria sobre nuestros enemigos en el mundo
espiritual se halla únicamente en Cristo.
(Ef 2.1-3) Los inconversos son llevados por la voluntad de Satanás como un río lleva
una hoja seca.
(Col 2.13-15) Pero, en Cristo hay victoria sobre los principados y las potestades de
las tinieblas.
(Heb 2.14; 1Jn 3.8) Por Su obra en la cruz, Cristo destruyó al diablo espiritualmente.
(Col 1.13) Nos libró de la potestad de las tinieblas y nos trasladó a Su propioreino.
Sin embargo, puesto que Satanás y los demonios están todavía sueltos en este
mundo (hasta la segunda venida; Apoc 20.1-3; Isa 24.21-23), todavía tenemos
que luchar contra ellos a pesar de que ya estamos en Cristo Jesús.
Con las instrucciones que siguen acerca de nuestra guerra espiritual, recuerde siempre
que nuestra fuerza y la victoria, siempre se hallan en Cristo y no en nosotros mismos .

a. (1Ped 3.22; Mat 28.18) Cristo tiene toda la potestad y nosotros luchamos en el poder
de Su fuerza (Ef 6.10).

b. (Juan 15. 5) Sin que Cristo haga la obra, nosotros no tenemos esperanza contra seres tan grandes, tan numerosos, tan inteligentes y tan poderosos como Satanás y los demonios.

c. Acérquese a Cristo, entonces, a través de un andar diario en la Biblia (1Tim 4.13) y la
oración (Flp 4.6-7) para que pueda recibir el oportuno socorro cuando lo necesite
(Heb 4.16).

d. (Ef 1.3; Col 2.9-15) A pesar de que no tenemos ningún recurso en nosotros mismos,
en Cristo ya lo tenemos todo.

* 7B. Nuestra parte en detalle .

1-. (1Ped 5.8) Velar .
La primera tarea del creyente en esta guerra espiritual es “velar”.
Despiértese a la realidad de que Satanás y los demonios existen y que están todavía
sueltos en este mundo (Job 1 y 2). No sea ignorante de sus maquinaciones — ni de lo
que la Biblia dice que son ni de ellas en su propia vida cotidiana. ¡Abra sus ojos! .
Si usted está siempre vigilando, como un soldado esperando el ataque del enemigo o
como el que está esperando el ataque de un león que él sabe que anda cerca, puede
vencer a los enemigos espirituales cuando se halla en una batalla con ellos.
(Col 4.2) Lo que le ayudará más que nada en esta tarea de velar es la oración.
(1Tes 5.17) Desarrolle el hábito de orar todos los días y manténgase en una
actitud de oración (manteniendo abiertas las “líneas de comunicación” con Dios)
todo el día.
La lectura y el estudio de la Biblia servirán como leña al fuego para avivar
diariamente su vida de oración.
Entonces, vele siempre a través de un tiempo a solas diario con Dios que es bien
desarrollado y bien arraigado como un hábito en su vida.
De esta manera, cuando vengan los ataques, usted estará listo para seguir los
próximos pasos en esta guerra espiritual.

2-. (Stg 4.7a) Someterse .
En Santiago 4.7 vemos los siguientes dos pasos que hay que seguir para conseguir la
victoria en el combate contra los enemigos en el mundo espiritual.
Hay quesometerse a Dios y resistir al diablo.
Si usted quiere salir victorioso de los ataques de Satanás y los demonios, tiene que
someterse a Dios porque, ¿quién es el único ser tan grande y poderoso que puede
vencer a Satanás? ¡Sólo Dios! Entonces, el que quiere la victoria tiene que someterse
a Él para que Él se encargue de los enemigos espirituales.
(Stg 4.6) Si uno no quiere someterse a Dios y a Su Palabra, jamás podrá experimentar
la victoria en la guerra espiritual porque se dará cuenta de que no sólo tiene a Satanás
y a los demonios en su contra, sino que Dios también se le opone.
Es casi increíble ver que los mismos que hoy día quieren “atar a Satanás” y “echar
fuera los demonios”, son los que también suelen decir cosas como, “¡A mí no me
importa lo que dice la Biblia, yo sé lo que me pasó!” . O sea, echan por la borda toda
la autoridad de la Palabra de Dios (y por lo tanto las palabras de Dios) y no quieren
someterse a nada, salvo a su propia experiencia y a su propio parecer. ¿A quién creen
ellos, entonces, que están atando y echando fuera? ¡A Satanás y a los demonios,
jamás! La victoria sobre ellos viene sólo a través de la completa sumisión a la
Escritura, la Palabra de Dios. Con su rechazo de la autoridad final de la Biblia, los
Pentecostales no solamente pierden todo su poder en la guerra espiritual, sino que se
ponen en oposición a Dios mismo (Stg 4.6).
La clave de la victoria es la completa sumisión a Dios, y esta sumisión a Dios se
manifiesta en manera práctica a través de la sumisión a lo que la Biblia dice.
• Josué 1.8; Salmo 119.110, 157 .

3-. (Stg 4.7b) resistir .
Cuando uno ya está sometiéndose a Dios y a Su Palabra, pueden entonces resistir el
ataque espiritual.
La Biblia no dice por cuanto tiempo tendremos que resistir, entonces es por esto que
también nos dice que tenemos que “estar firmes” hasta que Dios nos dé la libertad del
ataque.
(Ef 6.10-18) Efesios 6 se trata de esto.
Cada pieza de nuestra armadura sirve para ayudarnos en esta tarea de estar firmesmientras
que esperemos la provisión de Dios en librarnos de nuestros enemigos espirituales.
En este paso de resistencia, no olvide la suma importancia de la espada del Espíritu,
la Palabra de Dios bien conocida y aplicada.
Cuando Cristo tuvo que enfrentarse con el diablo durante la tentación en el
desierto, no “lo ató” para “echarlo fuera”, (aún siendo Dios mismo en la carne).
Él usó la Escritura, citando lo que ella decía acerca del ataque que Satanás le
presentó. Tres veces le dijo “¡Escrito está!” y después de esta resistencia la Biblia
dice que el diablo “lo dejó”. Cristo resistió al diablo utilizando la espada del
Espíritu y (como vimos en principio en Santiago 4.7) el diablo huyó de Él.
Así que, aprenda su Biblia, léala mucho y frecuentemente, estúdiela con
diligencia y cuando se encuentre en una lucha espiritual, cítela, confíe en ella y
sobre todo sométase a lo que dice. Si hace esto, Dios le promete que el diablo,
tarde o temprano, huirá de usted.

Nuestra victoria en Cristo.
4-. (Stg 4.7c) Dios nos garantizó la victoria.
Si nosotros nos sometemos y si resistimos el ataque, (no dándonos por vencidos y
entregándonos a la tentación para pecar), Dios nos promete que el diablo huirá denosotros.
(1Cor 10.13 con Sal 119.9-11) Siempre habrá una salida si somos fieles en luchar
para someternos a la Palabra de Dios y resistir el ataque.
Sin embargo, entienda que el Señor no nos dice por cuanto tiempo tendremos que
estar firmes resistiendo a nuestros enemigos antes de que huyan de nosotros. Puede
ser que hay algo que Dios quiere que aprendamos en la batalla.
Dios puede aplazar la victoria .
(Juec 3.1-4) Dios siempre tiene un propósito en dejar al enemigo entre nosotros.
Piense en el ejemplo de Job a quien Satanás atacó personalmente.
Dios permitió a Satanás atacar a Job porque Él quería perfeccionarle (a Job),
Unpoco. Job tenía la tendencia de confiar en su propia justicia y, por lo tanto, de
justificarse a sí mismo. Este problema de carácter sale a menudo en las quejas de
Job delante de sus amigos, que su padecimiento es injusto y que quisiera poder
hablarle a Dios para explicarle la situación, que es buena gente, justo y no merece
todo lo que le está pasando.
El ataque satánico sirvió para darle a Dios la oportunidad de ayudarle a Job, uno
de Sus mejores siervos (Job 1.1), crecer y madurar un poco más (Job 42. 1-6).
La aflicción y el padecimiento son a veces los mejores instrumentos para quitarnos la
escoria del orgullo y de la autosuficiencia.
(Heb 5.8; Isa 48.10) Las pruebas y los ataques espirituales en nuestras vidas son
como un horno de fuego para separar esta maldad (la escoria) y purificarnos
poniendo nuestra mira en Dios, nuestro todo en todo.
(Luc 22.31-32) Así era el testimonio de Pedro.
(2Cor 12.7-10) Así era también el testimonio de Pablo.
Entonces, aunque tenemos la promesa de Santiago 4.7 (y la de Efesios 6.10-18), que
si nos sometemos a Dios y si resistimos firmes al diablo, él huirá de nosotros, la
Biblia no dice nada sobre el tiempo que tendremos que resistir. Sea fiel, entonces, y
pórtese varonilmente en la lucha. Deje que Dios haga Su obra perfecta, aun si es a
través del padecimiento y la aflicción de los ataques de los enemigos espirituales.
• 1Corintios 16.13; 1Reyes 2.2-3; Romanos 16.19-20 .

* CONCLUSIÓN:
Satanás y los demonios son reales y sus ataques son algo contra el cual tenemos que lidiar todos los
días. Sin embargo, la Biblia es muy clara en cuanto a “echarlos fuera”.
• La capacidad (el “don”) de echar fuera demonios es una señal de confirmación y no una
experiencia común de todos los creyentes durante todas las épocas .
• (Mat 12.28 con Hech 2.22) Cristo echaba fuera los demonios para confirmar el hecho que Él era el Mesías prometido y que, por lo tanto, Su ofrecimiento del reino mesiánico fue verdadero.
• (Mar 16.17-18 con Hech 5.16) Luego Él entregó esta misma señal a Sus Apóstoles y con el
mismo fin en mente.
La capacidad de echar fuera demonios era una de las cinco señales de Apóstol que sirvieron para confirmar el nuevo mensaje que Dios estaba mandando a su pueblo Israel a través de estos nuevos mensajeros.
• Es por esto que no vemos este fenómeno de echar fuera demonios antes del ministerio público
del Mesías (Mateo 4.23-24 es la primera mención) ni después de la época de los Apóstoles
(Hechos 19.11-12 es la última mención).
• El echar fuera demonios es una señal para los judíos, que confirma y comprueba la autoridad de
un Apóstol. No es un truco para entretener a los cristianos, sacarles plata y ofrecerles la
espiritualidad y la libertad del pecado en un abrir y cerrar de los ojos.
(2Tim 3.13) Los que hoy en día dice que tienen esta misma capacidad de poder confrontar a los
demonios cara a cara y echarlos (o peor: atar a Satanás y echarlo a él), son engañados y están
engañando a la gente.
• (Mat 22.29; Os 4.6) Son ignorantes de la Escritura y por esto cometen errores graves en cuanto a
las maquinaciones de nuestros enemigos y también en cuanto a nuestra guerra espiritual.
• No tienen ni la más mínima idea de con quien están jugando: Job 41.5-6, 8, 25, 33.

En Cristo tenemos la completa victoria sobre Satanás y los demonios.
• (Stg 4.7) Podemos experimentar esta victoria en las luchas diarias contra ellos si nos sometemos a Dios y a la autoridad final de Su Palabra, y si resistimos firmes hasta que Dios nos quite el ataque.
• No necesitamos “echar fuera los demonios” porque Cristo nos prometió que Él lo haría si
nosotros somos fieles para someternos y resistir.
• Ocúpese, entonces, en su relación personal con Cristo a través de la Biblia y la oración
(“velando” así siempre) porque si hace esto, saldrá bien de cualquier combate contra los
enemigos espirituales: Lucas 10.20; 2Pedro 3.18; 2Pedro 1.5-8 .
FIN.
Gregory Kedrovsky.