Texto publicado por Marcos Molina

La historia del movimiento pentecostal . 4- LAS Lenguas .

La historia del movimiento pentecostal .
4- LAS Lenguas .
Por, Gregory Kedrovsky .

INTRODUCCIÓN:
Ya que sabemos algo sobre lo que la Biblia dice acerca de señales en general, podemos analizar más detalladamente tres de las cinco señales de Apóstol que se manifiestan de una manera u otra en la Iglesia de hoy día. Vemos estas manifestaciones principalmente en lo que se llama “el movimiento Pentecostal”, las iglesias que quieren procurar una experiencia como la de los Apóstoles en Hechos 2 en el día de Pentecostés. La primera señal de las tres populares que vamos a analizar es la de lenguas, (también llamado el “don de lenguas”). A pesar de que en la Biblia este tema es muy sencillo y fácil de entender, muchos quieren confundir el asunto con sus experiencias. Entonces, he dividido esta sección del estudio de las señales en dos partes.
- Primero vamos a ver una explicación corta de esta cuestión de las lenguas. Si no fuera por la confusión en el cristianismo, creo que esta explicación sucinta sería todo lo que se necesitaría para entender bien las lenguas en la Biblia. Sin embargo, puesto que hay tanta mala enseñanza acerca de las lenguas en la Iglesia de hoy, he incluido un análisis mas detallado después de la primera explicación breve. - En esta segunda sección veremos un estudio completo de este asunto de las lenguas, tanto las bíblicas como las “desconocidas” de los corintios (que, de hecho, son las que se manifiestan en iglesias cristianas hoy día).
Hay tres reglas principales que el estudiante de la Escritura tiene que seguir cuando está analizando un tema como el de las lenguas.
Primero que nada, uno tiene que estar dispuesto a cambiar lo que sea que ha creído o que fue enseñado si no concuerda con lo que dice la Biblia. La Biblia tiene que ser la autoridad final, no la experiencia de uno, o la enseñanza de los hombres. Esto, entonces, nos lleva a la segunda regla que tenemos que aplicar si esperamos entender el asunto de las lenguas: “¿Qué dice la Biblia?” .
Tenemos que observar lo que la Biblia dice antes de procurar interpretarla (“¿Qué quiere decir?”) o aplicarla. Tome lo que la Biblia dice literalmente hasta que sea imposible hacerlo.
Así que, la tercera regla que hay que seguir es la del contexto. El contexto es lo que viene “con” el “texto”, y es de suma importancia verlo todo en su debido contexto. Entonces, si usted está dispuesto a simplemente observar lo que la Biblia dice y tomarlo en su debido contexto y literalmente, está listo para empezar este estudio. Puede ser que tenga que cambiar algo que siempre ha creído. Puede ser que tenga que entender su experiencia desde otro punto de vista.
Sea como los de Berea, deje que la Biblia sea la autoridad final de lo que usted creerá y de lo que usted aceptará como sana doctrina.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. [Hech 17. 11].

#1. La explicación corta .
* 1A. El propósito bíblico de las lenguas.
1°. (Mar 16.15-20) Las lenguas son por señal. Ya hemos visto este asunto desde la perspectiva de las señales de confirmación, entonces con las lenguas no necesitamos más que repasar lo que ya hemos visto.
(v15-16) Cristo les está hablando a los 11 Apóstoles (no a nadie más) y les está mandando a predicar el evangelio del reino (las buenas nuevas que el reino mesiánico se ha acercado).
(v17-18) Les da a los 11 Apóstoles cinco señales para confirmar el nuevo mensaje de Dios que Él está enviando a través de estos nuevos mensajeros.
Note aquí, otra vez, que las señales siguen únicamente a los que creen, a los 11 Apóstoles. O sea, la promesa de las señales es que estarán en manifestación sólo durante la primera generación de los que se convierten bajo el ministerio de los Apóstoles. Es por esto que Hebreos 2.3-4 dice que Dios dio las señales “juntamente con ellos”, con los Apóstoles. Cuando ellos ya pasaron de la escena, sus señales también. Note que entre las cinco señales aparecen la de hablar en nuevas lenguas. Es una de las señales de confirmación (las señales de Apóstol). Esto es lo que nos interesa ahora, en esta sección de nuestro estudio.
(v19-20) Así que, las señales siguen la nueva palabra de los Apóstoles, confirmando la veracidad tanto del mensaje como del mensajero.
No olvide que en este tiempo nadie sabe nada acerca de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, entre los gentiles. Esta revelación no se conoce hasta Pablo, quien acepta a Jesús como su Salvador en Hechos 9. Dios está dándole a Israel una segunda oportunidad de aceptar el Nuevo Pacto y el reino mesiánico. Es el mismo mensaje que les envió a los judíos a través de Jesucristo.
2°. (1Cor 14. 21-22) Las lenguas son por señal a los judíos incrédulos.
Primera de Corintios 14 es el pasaje de plena mención de las lenguas. Estos dos versículos forman el pasaje clave del capítulo porque explican claramente el propósito bíblico de hablar en nuevas lenguas.
(v21a) Las lenguas son para “este pueblo”. El versículo que Pablo cita en este pasaje es Isaías 28.11. Esto nos ayuda a reforzar lo que siempre hemos venido viendo, que las señales son únicamente para los judíos y no para los gentiles ni para los cristianos. Pablo dice específicamente que las lenguas son para “este pueblo”, el mismo pueblo que recibió la profecía de Isaías. ¿Cuál pueblo será? Por supuesto es el pueblo de Israel. Isaías no profetizó a los gentiles, sino a los judíos. Él dijo; “este pueblo” refiriéndose a los israelitas. Este es el contexto de los comentarios de Pablo: las lenguas son para “este pueblo”, el pueblo de Israel. (v21b) Las lenguas son para los judíos que “ni aun así me oirán”.
Dios le mandó un nuevo mensaje a Israel y lo confirmó con señales, prodigios y milagros (incluyendo las lenguas, como vamos a ver abajo). Pero, aun así, con todas las señales, ellos no oyeron. No creyeron el mensaje. No lo aceptaron. Crucificaron al Mesías y rechazaron a los Apóstoles. Así que, en el siguiente versículo, Pablo llega a su conclusión en cuanto al propósito bíblico de las lenguas.
(v22) Las lenguas son para los judíos incrédulos. Las lenguas no son para los creyentes.
Así que, si usted es un creyente, si ha creído en Cristo Jesús como su Salvador personal, el hablar en lenguas no es para usted. Dios dice que la profecía (la predicación de la Palabra de Dios) es para el creyente. Las lenguas son por señal a los que no creen (o sea, a los incrédulos). Y en el contexto del versículo anterior, (note el “así que” que junta el versículo 21 con el 22), ¿quiénes son los que no creen? ¿Quiénes son que, a pesar de oír el mensaje y ver las señales de confirmación, no oyeron al mensajero que Dios les envió? Son los de “este pueblo”, los judíos. (1Cor 1.22-23)
Las señales son para los judíos, no para los gentiles ni tampoco para nosotros los creyentes. Las lenguas, como hemos visto en Marcos 16, son por señal a los judíos que no creen. La señal de hablar en nuevas lenguas existía para confirmar el nuevo mensaje que Dios estaba enviando a través de Sus nuevos mensajeros a Su pueblo escogido, Israel.
3°. Repaso. Entonces, ya hemos visto lo que la Biblia dice acerca del propósito bíblico de la señal de hablar en nuevas lenguas (el “don de lenguas”).
Este es, entonces, el patrón que vemos cada vez que las lenguas aparecen en la Biblia. Y sólo son tres veces que se mencionan en toda la Biblia .

* 1B. El patrón bíblico de las lenguas .
1°. Hechos 2: Idiomas conocidos para confirmar el mensaje de Dios delante de judíos que lo creían.
(Hech 2.4, 8) Aunque no lo hemos visto antes, observe que el hablar en nuevas lenguas es hablar en idiomas conocidos. No el hablar incoherentemente que se hace hoy en día, (lo que Pablo llama “lenguas extrañas” o “lenguas desconocidas” en 1Corintios 14). Puesto que este evento tomó lugar unos pocos días después de la promesa de hablar en nuevas lenguas de Marcos 16.17-18, es fácil de entender que el “don de lenguas” es el don de hablar en un idioma conocido pero que uno nunca ha aprendido.
(Hech 2.9-11) Esta señal de confirmación (el hablar en lenguas) tomó lugar en Jerusalén, durante la fiesta solemne de los judíos que se llama Pentecostés. Así que, se manifestó únicamente para los judíos, tanto judíos por nacimiento como los prosélitos (los que se convirtieron en judíos por voluntad propia).
(Hech 2.36-37) El hablar en diferentes idiomas conocidos sirvió por señal a todos estos judíos que no creían que Jesús, al que ellos crucificaron, era el Mesías. (Hech 2.41) Al oír el nuevo mensaje a través de los nuevos mensajeros, y al ver la señal, los judíos creyeron. Unos tres mil de ellos se convirtieron ahí mismo. Las lenguas son por señal, no a los creyentes sino a los incrédulos de “este pueblo”, el pueblo de Israel.
2°. Hechos 10: Idiomas conocidos para confirmar el mensaje de Dios delante de judíos que no lo creían.
En Hechos capítulo 10, Dios manda a Pedro a predicar el evangelio a Cornelio, un centurión del ejército romano. O sea, Cornelio es un gentil y hasta ahora en el Libro de Hechos, Dios no ha alcanzado a ningún gentil. Por los primeros siete capítulos los Apóstoles estaban predicando únicamente a los judíos hasta que ellos rechazaron el ofrecimiento del reino matando a Esteban en Hechos 7. Con la persecución que se estalló en Hechos 8, vemos los creyentes saliendo de Jerusalén, llegando a samaria y predicando a este pueblo mezclado (mitad judío y mitad gentil). Luego, en el mismo capítulo 8, un prosélito, el etíope, también recibió el mensaje de Jesucristo. Así que, hasta Hechos 10 es que vemos a Dios alcanzando a los gentiles. Es algo nuevo, entonces, vemos la señal de las lenguas.
(Hech 10.44-46) Cuando Cornelio y los de su casa creen el mensaje que Pedro está predicando, reciben inmediatamente el Espíritu Santo y en este momento todos hablan en lenguas. Note que los que se quedan atónitos (como: “¿Cómo puede ser?”) son “los fieles de la circunsición”. Son judíos. Observe también que estos mismos judíos entienden lo que los gentiles están diciendo al hablar en lenguas. O sea, están hablando en hebreo, un idioma que los gentiles no conocen, pero que los judíos presentes, sí. Ellos saben que están magnificando a Dios. ¿Cómo sabrían esto si no entendieran lo que dicen?. Si fuera sólo hablar incoherentemente, los judíos no sabrían lo que están diciendo, más bien pensarían que fuera algo pagano.
(Hech 10.47) Esta señal de lenguas (idiomas conocidos) sirve para mostrarles a los incrédulos (a Pedro y los otros judíos con él) que Dios envió Su Espíritu también a los gentiles.
(Hech 11.1-4) Cuando Pedro regresa a Jerusalén, hay más judíos incrédulos que quieren saber por qué él fue a estar y a comer con los gentiles (gente inmunda según la ley de Moisés).
(Hech 11.15-17) Pedro les cuenta lo que pasó, incluyendo la señal de hablar en nuevas lenguas (un idioma que ellos entendían perfectamente bien).
(Hech 11.18) El resultado es que los judíos incrédulos ya creen. Las lenguas son por señal, no a los creyentes sino a los incrédulos de “este pueblo”, el pueblo de Israel.
3°. Hechos 19: Idiomas conocidos para confirmar el mensaje de Dios delante de judíos que no lo conocían.
(Hech 19.6) En esta ocasión vemos a Pablo imponiendo manos sobre alguna gente y resulta en que aquella gente habla en lenguas y profetizan. ¿Quiénes son? ¿Cuál es el contexto de estas personas hablando en lenguas?.
(Hech 19.1-3) Pablo llega a Éfeso y se encuentra con algunos de los discípulos de Juan el Bautista que no saben que el Mesías que Juan anunciaba ya vino, fue crucificado y resucitó para volver al cielo.
(Hech 19.4) Observe lo que la Biblia dice. Juan el Bautista predicó su mensaje “al pueblo”. ¿A cuál pueblo? Lea Mateo 3 y los otros pasajes que se tratan del ministerio público de Juan el Bautista. Dios lo envió a predicar únicamente a la nación de Israel. Este pueblo es el mismo pueblo de Isaías 28.11 y
1 Corintios 14.21. Es el pueblo escogido de Israel.
(Hech 19.5) Estos discípulos de Juan el Bautista que están escuchando a Pablo son judíos, y son judíos que no han creído el nuevo mensaje.
(Hech 19.6) Entonces, Dios les confirma la palabra de Pablo a través de la manifestación de las señales, prodigios y milagros (las señales de Apóstol).
Observe que los que hablaban en lenguas en este versículo también profetizaban. O sea, predicaron (profetizaron) en otro idioma conocido. No era una “lengua angélica” e incomprensible para “orar y alabar a Dios”. Ellos predicaron (profetizaron) en las lenguas que estaban hablando. ¿Cómo se entendería que era “profecía” (predicación) si estuvieran hablando incoherentemente? No podrían haberlo entendido. Entonces, es obvio que hablaron en un idioma conocido en el mundo de aquel entonces porque la Biblia dice que “profetizaron” cuando lo hicieron. Fue un mensaje entendible no algo incomprensible.
(Hech 19.7-8) Si esto no fuera suficiente, Dios nos muestra que allá en Éfeso hay bastantes judíos porque hay una sinagoga. Entonces, vemos otra vez el mismo propósito bíblico del “don de lenguas”. Las lenguas son por señal, no a los creyentes sino a los incrédulos de “este pueblo”, el pueblo de Israel (judíos) .
4°. Estas son las únicas tres veces que las lenguas se mencionan en todo el ministerio de los Apóstoles.
No hay otro lugar en la Biblia donde vemos a alguien hablando en lenguas. Sólo tres veces que el fenómeno se menciona y cada vez sigue el mismo patrón.
Si alguien quisiera incluir la mención de lenguas en 1 Corintios, tendría que tomarlo todo en su contexto. Sí, los corintios estaban hablando en “lenguas”, pero no son las lenguas prometidas de Marcos 16 y el Libro de Hechos. Eran las “lenguas desconocidas” que no tienen nada que ver con esta señal de hablar en idiomas conocidos. Entonces, cada vez que vemos una manifestación legítima del “don de lenguas”, son idiomas conocidos que sirven de señal de confirmación delante de los judíos incrédulos. (1Cor 14.22) Las lenguas no son para los creyentes. (1Cor 14.21) Las lenguas son para los judíos (los de “este pueblo”) incrédulos. (1Cor 1.22-23) Pero, esto es lo que vemos siempre en el contexto de las señales, entonces no es nada nuevo en este estudio .

* 1C. El problema que la Biblia destaca con las lenguas .
1°. (1Cor 14.9) Muchos hoy en día tienen la idea que “hablar en lenguas” es hablar algún idioma incomprensible que sirve para “orar y alabar a Dios” personalmente (como algún tipo de “lenguaje de oración privada”).
(1Cor 14.4a) Estas lenguas incomprensibles son las que la Biblia llama una “lengua extraña” y es algo que nadie entiende, incluyendo al que está hablando.
Por esto, sólo sirve para edificar al que está hablando incoherentemente porque sólo él “se siente bien” o “más cerca de Dios” al hacerlo. Nadie más recibe ningún provecho, ninguna edificación, porque no entiende lo que está diciendo.
(1Cor 12.7 con Ef 4.11-12, 16) Así que el hablar en una lengua incomprensible no es el don bíblico de las lenguas. Cada don que el Espíritu Santo le da a un santo es “para provecho” en el ministerio (en la obra del Señor). Esta obra se define claramente a través de los escritos de Pablo (nuestro Apóstol) como la edificación de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. O sea, cada don espiritual que viene del Espíritu Santo sirve para este fin, para la edificación de los demás, no de uno mismo.
Si un don sólo sirve para edificar a uno mismo (como el hablar en una lengua incomprensible), no es de Dios. La Biblia dice que simple y sencillamente
no es de Dios.
(1Cor 14.26b) Así que el hablar incoherentemente en un servicio de una iglesia es pecado, porque es una violación descarada de un mandamiento claro en la Escritura. Si no sirve para la edificación de toda la iglesia, no lo haga . El hablar en lengua extraña es puro egoísmo porque sólo sirve para edificar al que está hablando. Entonces, los que hablan en una lengua incomprensible diciendo que es “orar y alabar a Dios”, (algún tipo de lenguaje privado de oración entre ellos y el Señor), no podrían estar más equivocados. No hay nada en la Biblia que hable acerca de esto como una experiencia “normal” de los cristianos. Más bien, por lo que la Biblia dice acerca del asunto, podemos entender que no se debe hacer en la congregación porque hacerlo sería pecar contra el mismo Dios que uno quisiera alabar. Ahora, hay unos versículos que siempre se usan para respaldar esta práctica de hablar incoherentemente en un servicio de una iglesia local. Veamos lo que dice la Biblia, entonces, en estos pasajes .
2°. (1Cor 13.1) Muchos quieren decir que su lengua incomprensible es una “lengua angélica”.
Hay dos cosas que hay que observar en cuanto a lo que dice este versículo en 1Corintios 13 y lo que es una lengua angélica en la Biblia.
Primero que nada, Pablo no está diciendo que hablaba en lenguas angélicas. Observe la estructura gramatical y la forma de la conjugación del verbo. Pablo está exagerando para ilustrar la suma importancia del amor. Vea 1Corintios 13.2 para ver un ejemplo claro. Pablo dice que “si entendiese todos los misterios y toda ciencia”. Pero, ¿entendió Pablo todos los misterios y toda ciencia? Por supuesto que no. Él usa la misma estructura para exagerarse en cuanto a la fe diciendo “si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes”. Pero, ¿tenía Pablo toda la fe?, ¿Trasladó Pablo montes? Por supuesto que no. Está exagerándo usando la conjugación del subjuntivo para destacar la gran importancia del amor. Entonces, en el versículo 1 Pablo está diciendo que si pudiera hablar tanto en idiomas humanos como angélicos, no valdría ni un cinco si no tuviera amor. Pero Pablo no habló en “lenguas angélicas”. Esto es obvio por la estructura gramatical de la oración y también por la forma subjuntiva de la conjugación de los verbos.
En segundo lugar, las lenguas angélicas son idiomas conocidos y entendidos por los hombres. Cuando los ángeles aparecen en la Biblia y hablan, los hombres les entienden perfectamente bien. Cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma, Lot y los de su familia les entendieron cada palabra que dijeron. En Jueces 13, cuando el ángel de Dios habló con los papás de Sansón, ellos entendieron perfectamente bien cada palabra que les dijo. El ángel llamado Gabriel habló con el profeta Daniel en Daniel capítulo 6, con Zacarías, el padre de Juan el Bautista, en Lucas capítulo 1 y también con María, la madre de Jesús, en el mismo capítulo de Lucas. Todos los tres conversaron con este ángel en hebreo. No perdieron el control de sí mismos para hablar incoherentemente. Así es siempre en toda la Biblia. Cuando los ángeles aparecen en el mundo de los hombres para hablar con ellos, hablan un idioma conocido. Cuando los hombres ven a los ángeles en el cielo, entienden perfectamente bien lo que están diciendo. En Isaías 6, tenemos el registro de la visión del profeta. Él vio al Señor sentado sobre Su trono en el tercer cielo. Vio a varios serafines (criaturas celestiales) y cuando hablaron, Isaías entendió palabra por palabra lo que dijeron. En el Libro de Apocalipsis el Apóstol Juan fue arrebatado al tercer cielo, a la presencia de Jehová (Apoc 4.1-5). Allá en el cielo, él oyó a los ángeles hablar en el capítulo 5, 7, 8, 10, 14, 16, 17, 18, 19, 21 y 22. Cada vez Juan entendió lo que los ángeles dijeron porque lo escribió en el Libro (el de Apocalipsis). Las lenguas angélicas no tienen nada que ver con el fenómeno hoy en día en las iglesias de hablar incoherentemente.
Hay más respaldo bíblico para decir que el idioma de los ángeles es hebreo. Trácelo a través de su Biblia y observe que cada vez que un ángel aparece, está casi siempre hablando con un judío. Los judíos hablan y entienden el idioma hebreo .
3°. (Rom 8.26) Otro pasaje que se usa a menudo para tratar de respaldar la idea de hablar a Dios en una lengua incomprensible es este de Romanos 8.26.
Otra vez, todo el asunto se aclara cuando simplemente observamos lo que el versiculo dice, no lo que alguien nos enseñó que decía. La explicación común es, que el Espíritu habla a través de uno con estos gemidos indecibles que no se pueden entender. Así que, “orar en el Espíritu” es hablar en lenguas extrañas (lenguas desconocidas e incomprensibles). El único problema con todo esto es que no tiene nada que ver con lo que Romanos 8.26 dice.
Primero que nada, note que estos gemidos son “indecibles”. Esta palabra “indecible” quiere decir “indecible”. O sea, no puede decirlo. ¿Cómo pretende uno “decir” en cualquier lengua - comprensible o incomprensible - lo que es “indecible”, lo que no se puede decir? No tiene sentido. Si es indecible, es indecible y no puede decirlo. Además, vea el orden de la cadena de comunicación en Romanos 8.26. El Espíritu Santo intercede por nosotros porque no sabemos qué hemos de pedir. Entonces, nosotros estamos orando y el Espíritu Santo está tomando nuestras oraciones para llevarlas a Dios e interceder por nosotros. Él intercede “por” nosotros delante de Dios. No intercede “a través de” nosotros para que nosotros habláramos a Dios. Este versículo no se trata de las lenguas extrañas de los Pentecostales porque lo que el Espíritu tiene que decir, no se puede expresar en palabra y, de todos modos, se lo dice directamente a Dios “por” nosotros no “a través de” nosotros .

* 1D. Esta explicación breve nos sirve para echar el fundamento por lo que sigue en la explicación completa de las lenguas .
Debiera ser todo lo necesario para convencerle a cualquiera que el hablar incoherentemente en un servicio de una iglesia cristiana no tiene nada que ver con la Biblia ni mucho menos con el don de lenguas que se menciona en la misma. No obstante, puesto que esta experiencia está tan bien arraigada en el cristianismo, debemos analizarlo más a fondo para ver todo lo que la Biblia dice acerca de este asunto .

#2. La explicación completa .
* 2A. Entienda la diferencia de las lenguas: Hechos vs. Corintios .
1°. Una de las maneras más comunes de justificar el hablar en lenguas incoherentes en una iglesia es la de juntar pasajes en el Libro de Hechos con los de Corintios. Dicen que puesto que hablaron en lenguas en Hechos y también en Corintios (una epístola del Apóstol Pablo a una iglesia cristiana entre los gentiles), esta experiencia es para todos. Al hacer esto, están diciendo que las lenguas que se hablaron en Hechos eran las mismas que estaban hablando en Corinto.
Y ahí es donde radica el problema. No son iguales .
2°. Las lenguas que vemos en el Libro de Hechos (como, por ejemplo, en el capítulo 2 durante el día de Pentecostés) son las que Cristo prometió como una de las señales de Apóstol en Marcos 16.17-18. Son idiomas conocidos que los hombres (creyentes e inconversos) entienden. Tome por ejemplo el pasaje más usado de Hechos capítulo 2. Aún de este capítulo se sacó el nombre de este movimiento “Pentecostal” (Hech 2.1). Es uno de los textos bases de su doctrina, especialmente esta de hablar en lenguas. Veamos, entonces, si las lenguas de Hechos 2 son las mismas lenguas de hoy día.
(Hech 2.1 con 1.15) Todos los santos que estaban ahí reunidos y unánimes eran unas 120 personas.
(Hech 2.2-4) En este día de la fiesta solemne de Pentecostés (una fiesta anual de los judíos), el Espíritu Santo vino para morar permanentemente en los creyentes. En esta ocasión de Hechos 2 vemos una manifestación de la señal de hablar en otras lenguas.
(Hech 2.5) Para la fiesta de Pentecostés había judíos en Jerusalén en este momento, tanto de Judea como de todas las naciones bajo el cielo. O sea, había judíos que habían viajado a Jerusalén para la fiesta desde muchos otros países (debido al destierro de la cautividad de Asiria, la de Babilonia, etc.).
(Hech 2.6) Cada uno de estos judíos oía hablar en su propio idioma. O sea, al hablar en lenguas, estaban hablando en idiomas conocidos, en los idiomas de los gentiles de donde vinieron estos judíos. En los versículos del 8 al 11 hay una lista de todos los idiomas que estaban hablando en aquel momento. Son unos 15 diferentes idiomas que podrían haber estado hablando porque se mencionan 15 diferentes lugares geográficos en este pasaje.
(Hech 2.8) Estaban hablando en las lenguas en la que nacieron estos judíos que vivían en el extranjero .
(Hech 2.11) Dice claramente que estos judíos oían el mensaje de Dios “en nuestras lenguas”. Es obvio, entonces, que las lenguas en que estaban hablando eran idiomas conocidos. No estaban hablando incoherentemente en algúna “lengua angélica” que nadie entendía. Tampoco estaban hablando a Dios, como si su “lengua angélica” fuera algún tipo de “lenguaje de oración privada”. Estaban hablando a judíos en idiomas conocidos en este mundo. Y los judíos, cada uno, entendieron el mensaje de Dios en su propia lengua de nacimiento (su primer idioma, no el hebreo que era el segundo idioma para muchos).
(Hech 2.7) Otra cosa muy importante que debemos notar aquí es que sólo los Apóstoles, (los 12, y tal vez sólo los 11 sin Matías) estaban hablando en lenguas. La Biblia dice claramente que sólo los “galileos” estaban hablando en los otros idiomas. Nadie más.
Según Hechos 1.9-11 (en el contexto de Hech 1.2-6), los “varones galileos” eran los 11 Apóstoles. Entonces, aunque todos los 120 creyentes fueron llenos del Espíritu Santo (tanto hombres como mujeres) en Hechos 2.1-4, sólo los Apóstoles (los “galileos”; Hech 2.7) estaban hablando en otras lenguas. Nadie más lo hizo. Esto, por supuesto, no es una sorpresa porque el “don de lenguas” fue dado a los Apóstoles en Marcos 16.17-18 como una señal para comprobar el mensaje de ellos delante de los judíos. Son ellos, entonces, que vemos hablando en otras lenguas en Hechos 2. Todos los demás, a pesar de recibir el Espíritu Santo y ser llenos de Él, no hablaron en estas lenguas de los extranjeros. (1Cor 12.30) Así que, cuando Pablo pregunta si todos hablan en lenguas, la respuesta obvia es “no”. Muy pocos hablaron en lenguas durante el ministerio de los Apóstoles. Aun esta primera vez sólo hablaron 11, tal vez 12, de todos los creyentes de aquel entonces. Y ninguno (¡ni uno!) de los tres mil nuevos convertidos (que, sí, recibieron el Espíritu Santo; Hech 2.38 con 2.41) habló en lenguas.
Hablar en lenguas no es la “evidencia inicial” de haber recibido el Espíritu Santo. No puede ser. Sólo 11, tal vez 12, de 3.120 creyentes hablaron en lenguas cuando recibieron el Espíritu en Hechos 2. El hablar en lenguas (y son idiomas conocidos) es una señal para unos cuantos, no todos, y sirve para confirmar un nuevo mensaje de Dios delante de los Judíos .
Resumiento, entonces, lo que hemos visto, entendemos que las lenguas de Hechos 2 son idiomas conocidos que los Apóstoles hablaron delante de los judíos (y no a Dios). Recuerde que sólo hay tres menciones de lenguas en todo el Libro de Hechos. Las otras dos siguen este patrón también. En Hechos 10, cuando Cornelio y su casa hablan en lenguas, hablan en hebreo porque Pedro y los otros judíos con él, entendieron que ellos magnificaban a Dios. Hablaron en lenguas conocidas. En Hechos 19 vemos otra vez la manifestación de lenguas y dice que los que hablaban en lenguas también profetizaban. O sea, predicaron (profetizaron) en otro idioma conocido. ¿Cómo se entendería que era “profecía” (predicación) si estuvieran hablando incoherentemente? Hablaron en un idioma conocido en el mundo de aquel entonces porque la Biblia dice que “profetizaron” cuando lo hicieron. Fue un mensaje entendible, no algo incomprensible. En cada mención de lenguas en el Libro de Hechos, entonces, vemos idiomas conocidos por los hombres.
Ahora, ¿qué tal las lenguas de los corintios? ¿Son iguales? .
3°. Las lenguas que los corintios estaban hablando eran las incomprensibles “lenguas extrañas” y “desconocidas” que se manifiestan en iglesias hoy en día .
Hay que entender que Pablo menciona dos diferentes tipos de lenguas en 1 Corintios 14.
a. (1 Cor 14. 10) Primero, habla acerca de las “lenguas” o las “otras lenguas” y con esto se refiere a los idiomas que existen en el mundo entre los hombres. Son las lenguas que no carecen de significado.
b. (1 Cor 9. 4a, 9) Las otras lenguas que el Apóstol menciona son las “lenguas extrañas” (también llamadas en este capítulo “lenguas desconocidas”). Si alguien habla en una lengua extraña, sólo se edifica a sí mismo porque los demás no pueden entenderle. No puede comprender las palabras que está diciendo. O sea, es como si estuviera hablando al aire. Los corintios estaban hablando en estas lenguas extrañas, desconocidas e incomprensibles. Y es justo por esto que Pablo tuvo que escribir el capítulo 14 de 1Corintios, para reprenderles y corregirles por su mala interpretación del don de lenguas y el mal uso de las lenguas desconocidas . Pablo no prohibe el hablar en lenguas. Más bien, en este capítulo él da ciertas instrucciones para el buen uso de ellas. Esto se debe al contexto histórico de cuando Pablo les escribió a los corintios. Pablo fundó esta iglesia en Hechos 18 y ahí podemos ver que en Corintio había muchos judíos (por ejemplo: Hech 18. 5). Entonces, según el propósito bíblico de las señales, había una necesidad de confirmar el nuevo mensaje de Pablo delante de estos israelitas.
Las lenguas (las “otras lenguas”) servían para cumplir con este propósito. El Apóstol Pablo escribió 1Corintios desde la ciudad de Éfeso (ver 1Cor 16.8-9). Entonces, nos ubicamos fácilmente en la historia porque Pablo estaba en Éfeso en Hechos capítulo 19, todavía dentro de la época de los Apóstoles y el tiempo de la manifestación de las señales de ellos (entre las cuales, por supuesto, existe el hablar en nuevas lenguas). Por esto vemos que había un uso legítimo de las lenguas (los idiomas conocidos) en Corinto, como había en Hechos 2. Existían para confirmar el nuevo mensaje delante de los judíos. Entonces, Pablo no prohibe el hablar en lenguas porque el sabe que todavía está en manifestación durante este tiempo de la historia. Sin embargo condena rotundamente el hablar en lenguas extrañas, en estas lenguas desconocidas e incomprensibles.
(1 Cor 14. 4a) El hablar en lenguas extrañas sólo sirve para edificar al que habla.
(1 Cor 14. 26b) Esto es una clara violación del mandamiento bíblico de hacerlo todo en el servicio de una iglesia para la edificación de los demás (no de uno mismo). Entonces, las lenguas desconocidas de los corintios (y de las iglesias Pentecostales hoy en día) no son las mismas lenguas del Libro de Hechos, ni tampoco de Marcos 16.17-18. Las lenguas bíblicas son idiomas conocidos en el mundo entre los hombres. Estas son las lenguas que vemos en Marcos y Hechos. La práctica de hablar incoherentemente en un culto de una iglesia cristiana no tiene nada que ver con el don bíblico de hablar nuevas lenguas. Pablo condena el uso de estas lenguas extrañas y desconocidas por los cristianos. Hay muchas otras diferencias que uno puede notar entre las lenguas bíblicas (de Hechos y por lo tanto de Marcos 16.17-18).
En el siguiente esquema se resumen las principales.
Las lenguas del Libro de Hechos :
1. Idiomas conocidos por los oyentes .
2. La interpretación no era necesaria .
3. Una asamblea de judíos incrédulos en la calle .
4. El día de Pentecostés .
5. Hecho sólo por los Apóstoles .
6. Las mujeres no hablaron .
7. Pedro: el que comunicaba .
8. Hechos decentemente y con orden .
9. Resultado: muchos añadidos a la Iglesia .
10. Una señal provechosa y fructífera .
11. Dios hablando a los judíos (a través de los Apóstoles) .
12. Una señal de confirmación (Mar 16.17-18; 1 Cor 14. 21-22; Isa 28. 11) .

Las lenguas extrañas de los corintios :
1. Idiomas desconocidos e incomprensibles .
2. La interpretación era necesaria .
3. Una asamblea de gentiles creyentes en una iglesia .
4. El día primero (los domingos) .
5. Hecho por los miembros de una iglesia local .
6. Las mujeres prohibidas pero hablando .
7. Pablo: el que corregía .
8. Hecho con confusión y desorden .
9. Resultado: muchos considerados locos .
10. Un regaño por el mal uso .
11. Unos gentiles hablando (supuestamente) a Dios .
12. Un mensaje de supuesta revelación mística .

Puesto que las lenguas extrañas y desconocidas de los corintios son las mismas lenguas incomprensibles que se manifiestan en la Iglesia de hoy día, debemos analizar bien lo que dice el pasaje de plena mención de este fenómeno. La plena mención de lenguas en la Biblia es 1Corintios 14. Así que, en la siguiente sección vamos a estudiar, pasaje por pasaje, el capítulo 14 de 1Corintios .

* 2B. Entienda la plena mención de las lenguas: 1Corintios 14 .
1°. El contexto de la plena mención de lenguas.
La primera regla de todo estudio bíblico es la del contexto. No debemos sacar ningún pasaje ni ningún versículo fuera de su debido contexto en la Biblia.
Este asunto es muy importante cuando empezamos a analizar las lenguas en 1Corintios 14 porque este capítulo forma parte de una sección más grande que se trata de los dones espirituales. Los capítulos 12, 13 y 14 de 1Corintios forman un conjunto que se trata de los dones espirituales en los cristianos.
(1Cor 12.1) El problema primordial que vemos en esto es la ignorancia. Los corintios ignoraban la verdad de los dones espirituales. Les faltaba conocimiento bíblico en esta área.
(1Cor 14.20, 38) Así que, no es una sorpresa que vemos a Pablo hablando de esta misma ignorancia de la Palabra de Dios cuando se trata del asunto de las lenguas.
(1Cor 3.1-3) Recuerde que los corintios eran posiblemente los más carnales e inmaduros entre todos los creyentes del primer siglo. (2Cor 12.20-21) Y lastimosamente nunca lograron crecer en Cristo, madurar en la fe y dejar su paganismo, su pecado, sus vicios y su carnalidad. Entonces, al tomar la plena mención de las lenguas en este contexto, podemos entender que lo que los corintios estaban haciendo era el fruto de la inmadurez, la carnalidad y la ignorancia de la Palabra de Dios. Ignoraban acerca de los dones espirituales, especialmente acerca del don de lenguas, y por esto Pablo tiene que tomar tres capítulos en esta epístola para regañarles, enseñarles y luego corregirlos. Lo que vemos en 1Corintios 14, (en lo que los corintios estaban haciendo) no es un patrón para imitar. Más bien es el problema que hemos de evitar .
2°. (1Cor 14.1-5) Los problemas con el hablar en las lenguas .
(v1-3) El hablar en lenguas incomprensibles viola el principio de amar al prójimo. En 1Corintios 13 Pablo acaba de enseñar sobre el amor y sigue con este tema diciendo que debemos seguir el amor, especialmente en el ejercicio de los dones espirituales en la iglesia.
(Rom 13.8-10) El amor es la base de todo ministerio porque el ministerio se trata de amar a nuestro prójimo supliendo sus necesidades para que pueda ser salvo y llegar a ser y hacer todo lo que Dios quiere. Cada don espiritual, entonces, es simplemente una capacidad sobrenatural de amar a su prójimo. Entonces, todo lo demás que Pablo tiene que decir acerca de lenguas en la Iglesia cabe dentro de este contexto del mandamiento (y ojo, es un mandamiento) de “seguid el amor”. Si no sirve para amar a nuestro prójimo, no vale en la obra. Pablo entonces hace un contraste para ilustrar este asunto. Pone las lenguas a la par de la profecía (v1). Recuerde que la profecía en la Biblia no es nada más que “predicir” el futuro, (a base de la revelación de Dios, que para nosotros es la Escritura) y así “predicar” a los que necesitan la exhortación a la luz de lo que viene. La palabra que usamos hoy en día para la profecía es “predicación”. El profeta en la Iglesia hoy día es el predicador y su profecía es la predicación.
(v2) El que habla en lenguas que nadie entiende no habla a los hombres sino a Dios. Pablo usa la palabra “lenguas” aquí por lo mismo se aplica tanto a los idiomas conocidos como al hablar incoherentemente. Si nadie entiende lo que uno está diciendo, aunque habla por el Espíritu (o sea, aun si su mensaje es bíblico), para nada sirve. Claro, Dios sabe lo que está diciendo, pero nadie más lo sabe.
(v3) El contraste es la profecía. El que profetiza habla a los hombres y ellos le entienden. Entonces su predicación sirve para edificar, exhortar y consolar. ¿Cuál de los dos sirve, entonces, para amar al prójimo? Obviamente la predicación sirve para amar a nuestro prójimo. Entonces, el hablar en lenguas incomprensibles viola el principio de amar al prójimo. Si nadie entiende lo que uno está diciendo (bien sea un idioma conocido o el hablar incomprensible), el que habla está desobedeciendo al mandamiento de “seguid el amor”. El contraste de la profecía sirve para destacar el problema. ¿Por qué es que todo el mundo procura hablar en lenguas cuando esto no sirve para amar a nadie, pero nadie quiere procurar predicar, algo que sirve para la edificación, la exhortación y la consolación de todos? La respuesta se ve en el siguiente pasaje. Se trata del pecado de egoísmo.
(v4-5) El hablar en lenguas incomprensibles viola el propósito de los dones espirituales. (v4a) El que habla en una lengua extraña sólo se edifica a sí mismo. Ahora Pablo dice específicamente que está hablando de las lenguas extrañas que no son idiomas conocidos sino el fenómeno de hablar incoherentemente. El que habla palabras sin comprensión no lo hace por amor al prójimo, sino por amor a sí mismo. Sólo le interesa edificarse a sí mismo. Recuerde lo que vimos acerca del contexto de 1Corintios 14. Forma parte de toda esta sección que se trata de los dones espirituales (1Cor 12-14). 1Corintios 12.7 dice claramente que todos los dones espirituales que son del Espíritu Santo sirven para “provecho”. (Ef 4.11-12, 16) Cada don espiritual sirve para capacitar al santo para llevar a cabo su obra del ministerio en el Cuerpo de Cristo. Todos hacemos la obra del ministerio en armonía para lograr un fin: la edificación de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Así que, el provecho que se menciona en 1Corintios es esta misma edificación. Todos los dones que vienen de Dios sirven para la edificación de los demás, del Cuerpo, de toda la Iglesia. No se trata de uno, sino de los demás. No se trata de “amarme a mí mismo” sino de amar al prójimo (a los demás).
(1Cor 14.26b) Es por esto que Dios nos da el mandamiento de hacerlo todo en la iglesia para edificación. Así que, es fácil de ver que hablar en lenguas incomprensibles viola el propósito de los dones espirituales.
(v4b) El contraste otra vez es profetizar. El que predica la Palabra de Dios edifica a la iglesia y por esto cumple con el propósito divino en los dones espirituales. (v5) La única excepción sería la interpretación de las lenguas. Ahora, note que Pablo dice “lenguas” y no “lenguas extrañas”. Se puede interpretar un idioma conocido pero si alguien está hablando incoherente e incomprensiblemente, no se puede interpretarlo. Si hay alguien en la congregación que conoce tanto el idioma del que habla como el idioma de la congregación, entonces su lengua sirve para la edificación de los demás. Porque al interpretar la lengua, ya se convierte en la profecía (la predicación) y hay provecho para todos en esto. Vemos esto muy a menudo en America Latina. Los norteamericanos vienen y tienen algo que decir a una iglesia pero los miembros sólo hablan español. Él no debe hablar si no hay intérprete porque sólo estaría edificándose a sí mismo. Los demás quedarían sin entendimiento y por lo tanto sin edificación. No obstante, si hay alguien que puede interpretar su lengua (inglés), entonces sí sirve para amar al prójimo (sirve para la edificación de la iglesia). En el primer pasaje de 1Corintios 14, entonces, Pablo destaca los problemas con el hablar en las lenguas. Primero, si nadie entiende lo que uno está diciendo, esto viola el principio de amar al prójimo. Además, si se habla en una lengua incomprensible, está violando el propósito de los dones espirituales que existen únicamente para el provecho (la edificación) de los demás, no de uno mismo. Ahora, Pablo les regaña a los corintios por su mala práctica en cuanto a las lenguas incomprensibles .
3°. (1Cor 14.6-12) La mala práctica de hablar en lenguas incomprensibles .
(v6) La edificación: la meta de todo . Otra vez Pablo vuelve al asunto primordial y principal: la edificación de los demás. No hay provecho en hablar en una lengua que nadie entiende. O sea, no hay edificación para la iglesia. El Apóstol usa el mismo contraste para ilustrar lo que está diciendo. ¿Qué estaban haciendo los corintios hablando en lenguas que nadie entendía cuando podrían haber estado edificando la iglesia a través de la predicación, la ciencia o la enseñanza? . O sea, ¡no tiene sentido porque no sirve para lograr la meta de amar al prójimo y edificar la iglesia! . Un don que es verdaderamente de Dios sirve para provecho, para la edificación de los demás. Y lo que Pablo está diciendo es que hay que entender lo que se dice para sacar provecho de sus palabras. Si no se entienden las palabras (aun si es un idioma conocido: “lenguas”), no hay provecho porque no hay edificación. El ejemplo que sigue sirve para ilustrar este punto.
(v7-8) El ejemplo: el sonido incierto . Lo que da un sonido incierto es completamente inútil. Los instrumentos musicales pueden producir sonidos lindísimos o pueden servir sólo para crear confusión. La diferencia radica en el sonido. Si es un sonido cierto, hay provecho. Si es un sonido incierto, sólo hay confusión (¡y bastante molestia!). Esto es exactamente lo que Pablo está diciendo acerca de las lenguas. Si no hay un “sonido cierto”, si no se entienden, son completamente inútiles, no sirve para nada más que crear confusión. Es ahora, entonces, cuando Pablo señala exactamente lo que los corintios estaban haciendo equivocadamente.
(v9-11) La equivocación: las lenguas incomprensibles .
(v9) Las lenguas de los paganos: incomprensibles . Los corintios estaban hablando en lenguas que nadie pudo comprender. Hablaban palabras incomprensibles. Era como si estuvieran hablando al aire, porque no estaban hablando a nadie más. ¡Qué equivocación más grande! ¡Qué ignorancia del verdadero don de lenguas que Pablo mencionó en 1Corintios 12 y que se manifiesta en el Libro de Hechos. ¿Qué habría pasado para que los corintios creyeran que el don bíblico de lenguas era hablar incoherentemente en un servicio de una iglesia local? .
Primero, entienda que si usted oyera un idioma que no conoce y que nunca ha aprendido, no podría distinguir entre ese idioma real y las lenguas extrañas de hablar incoherentemente. Entonces, los corintios pudieron haber oído a alguien hablando en lenguas, como señal a los judíos incrédulos de su ciudad. No entendieron el idioma, entonces les pareció como las murmuraciones que ellos mismos practicaban en el paganismo antes de conocer a Cristo. La religión pagana que existía en Corinto antes de esta época y durante ella incluía la práctica de manipular el estado emocional de la gente tanto que llegara a un frenesí (un delirio furioso) durante el cual murmuraban incoherentemente. Era muy parecido a lo que se llama hoy “hablar en lenguas”.
Piense en lo que John MacArthur dice acerca de la religión pagana de los corintios en su libro Los carismáticos. “Pero tal vez nada era más característico de las religiones de misterio que lo que ellos llamaban éxtasis. Los creyentes en las religiones de misterio procuraban cultivar una comunión mágica y sensual con lo divino. Ellos hacían casi cualquier cosa por entrar en un trance semiinconsciente, alucinatorio, hipnótico u orgiástico, en el cual creían que estaban sensualmente en contacto con la deidad. Algunos usaban vino para ayudarse en la experiencia eufórica... Ya fuera por embriagamiento literal o por alborozo emocional, cuando los adoradores caían en un estado de euforia, era como si hubieran sido drogados. Ellos asumían que estaban en unión con Dios... el adorador entraba en un estado en el que su mente se ponía en neutral y sus emociones tomaban el control. El intelecto y la conciencia daban lugar a la pasión, al sentimiento y a la emoción. Esto era éxtasis, una condición embriagante de euforia”. [John F. MacArthur, Los carismáticos: Una perspectiva doctrinal, Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, TX, 1994.] . MacArthur sigue explicando este asunto citando una obra por S. Angus. (El éxtasis) podría haber sido inducido por la vigilia y el ayuno, por la tensa expectación religiosa, por las danzas arrebatadas, por el estímulo físico, por la contemplación de objetos sagrados, por el efecto de la música estimulante, por la inhalación de gases, por la contagiosidad de avivamiento (tal como sucedió en la iglesia de Corinto), por alucinación, por sugestión, y por todos los otros medios que pertenecen al apartado de los misterios... [S. Angus, The Mistery-Religions and Christianity, citapor John F. MacArthur en su libro Los carismáticos.]. Entonces, parece que cuando los corintios vieron el verdadero don de lenguas y no entendieron el idioma, se equivocaron creyendo que era igual a lo que hacían antes en estos ritos paganos. Esto es exactamente lo que Pablo está diciendo en 1Corintios 14.9. Los corintios no estaban hablando en idiomas conocidos. No estaban ejerciendo el don bíblico de las lenguas, porque el don se trata de idiomas conocidos. Ellos estaban hablando incoherentemente como hacían antes de conocer a Cristo durante sus estados de éxtasis en los ritos paganos. Estas lenguas paganas eran incomprensibles y por lo tanto no servían para nada en la iglesia. Eran completamente inútiles (y esto no es decir nada sobre el peligro que uno corre poniéndose en un estado eufórico y dejándose llevar por un “espíritu” de lenguas). No tenían nada que ver con el don de lenguas que servía como señal de confirmación entre los judíos. Pablo lleva esta idea un paso más diciendo en el siguiente pasaje que aun si el idioma es conocido, tampoco sirve si nadie lo entiende.
(v10-11) Las lenguas de los pueblos: incomprensibles .
(v10) Estas clases de idiomas que existen en el mundo son los “géneros de lenguas” que Pablo mencionó en el contexto del don de lenguas en 1Corintios 12.10. Estos son los idiomas conocidos del mundo porque el versículo dice que ninguno “carece de significado”. O sea, alguien en algún lugar de este mundo habla estos idiomas. Las palabras tienen significado porque forman una lengua conocida.
(v11) Sin embargo, si nadie entiende el idioma, es como si estuviera hablando en una lengua extraña y desconocida. No hay provecho, no hay valor. Es inútil. Para que haya provecho, hay que entender las palabras. Esto lleva a Pablo otra vez a una conclusión, que es una exhortación.
(v12) La exhortación . Pablo nos exhorta a través de un mandamiento. Dice que debemos procurar abundar en los dones espirituales que sirven para la edificación de la iglesia. Otra vez, volvamos a la pregunta: ¿Por qué es que todo el mundo procura hablar en lenguas incoherentes cuando esto no sirve para edificar a nadie más sino el que habla? La respuesta es obvia: se trata del pecado de egoísmo. A los cristianos hoy en día les interesa más el sentirse bien que amar a su prójimo y así edificar la Iglesia.
El cristianismo bíblico no se trata de “sentirse bien”. Recuerde que Cristo dijo que el que quería seguir debería negarse a sí mismo y tomar su cruz todos los días (Mat 16.24; Luc 9.23). No se trata de “mí mismo”, de lo que “me siento” o de lo que “yo puedo conseguir”. Se trata de negarme a mí mismo para servirle a mi prójimo y así edificar la Iglesia. Sin embargo, miles y miles de cristianos llegan a iglesias todas las semanas buscando una experiencia para sentirse bien. No quieren la verdad, la autoridad final de la Biblia. Prefieren sentirse bien por un momento que crecer en Cristo y madurar en la fe. Busque la edificación. Procure los dones que sirven para ayudar a los demás a crecer en Cristo Jesús. Las lenguas que nadie entiende, tanto las lenguas paganas de hablar incoherentemente como los idiomas actuales que nadie en la iglesia entiende, son inútiles, no sirven para nada .
4°. (1Cor 14.13-19) La necesidad de entender las lenguas .
(v13-14) Sin entendimiento no hay fruto. Otra vez Pablo retoma el asunto de estas lenguas extrañas y desconocidas.
(v13) Pablo está hablando con sarcasmo para ilustrar la tontería de las lenguas extrañas. Ya dijo en el versículo 2 que nadie entiende lo que está diciendo, entonces (ver el versículo 3) sólo está edificándose a sí mismo a través de una experiencia emocional. Nadie puede interpretar una lengua extraña y desconocida porque son palabras incomprensibles (v9). Además, no está diciendo que uno debería pedir que otro interprete lo que está diciendo en su lengua extraña y desconocida. Está diciendo que el que está hablando en la lengua pagana que pida poder interpretarla, (¡él mismo!). ¿Por qué? Porque si pudiera interpretarla, podría dejar de hablar payasadas inútiles que no sirven para nada y empezar a hablar en el idioma que todos entienden para la edificación de todos. Pablo está diciendo, “¡Ojalá que dejara de hablar en lengua extraña y empiece a predicar la Palabra de Dios!” . Es aquí que alguien quiere decir que hay un “don de interpretación” y el que tiene tal capacidad puede “interpretar” la incoherencia que el que tiene el “don de lenguas paganas” está diciendo. ¿Cuál es la primera regla del estudio bíblico? ¡Contexto! ¿En dónde se menciona el don de interpretación de lenguas? En 1Corintios 12. Así que, hemos de entender este don en su debido contexto (y seguir en la ignorancia; 1Cor 12.1).
(1Cor 12.10) El don de interpretación de lenguas tiene que ver con la capacidad sobrenatural de poder interpretar los “diversos géneros de lenguas” que sirven por señal de confirmación a los judíos incrédulos (Mar 16.17-18; 1Cor 1.22-23; 14.21-21). (1Cor 14.10) Estos “géneros de lenguas” son las mismas “clases de idiomas” que existen en el mundo y que tienen “significado”. No es, entonces, una “interpretación” de las palabras incomprensibles e incoherentes del que está hablando en lenguas paganas como los corintios. Esto sería torcer la Escritura fuera de su contexto porque el don de interpretación aparece en el contexto de los géneros de lenguas que los hombres hablan (como vimos en Hechos 2). No se puede interpretar una lengua extraña y desconocida porque las palabras no son comprensibles. Y si no hay comprensión, no hay manera de interpretarlas. Lo que se hace hoy en día cuando alguien “interpreta” la lengua extraña de otro, en una iglesia cristiana es una tergiversación de la Escritura. No tiene nada que ver con nada de lo que la Biblia dice en su debido contexto. Es una invención de los hombres y, honestamente, una tonta payasada.
(v14) En este versículo llegamos al punto crítico de todo el argumento en este pasaje. El que ora en lengua desconocida ora sin entendimiento. Y si no hay entendimiento, ¡no hay fruto! . ¿Cuál es el propósito bíblico de los dones espirituales? . (1Cor 12.7) Son para provecho. (1Cor 14.1) Son para amar al prójimo. (1Cor 14.26b con Ef 4.11-16) Son para edificar la Iglesia. Si no hay entendimiento en lo que uno está haciendo, no hay fruto, no hay provecho, no hay nada que le sirva al prójimo y, por supuesto, no hay edificación. Es obvio, entonces, que el hablar incoherentemente no viene de Dios. Él ya nos ha dicho varias veces que lo que viene de Él sirve para provecho, para la edificación de todos y no sólo para servir el egoísmo de uno que quiere sentirse bien emocionalmente. Sin entendimiento no hay fruto. Entonces, no hay fruto en las lenguas extrañas y desconocidas. No son de Dios. Entonces, si no es de Dios y no hay fruto en esto, ¿para qué quiere uno hacerlo? .
(v15-17) Sin entendimiento el otro no es edificado . Pablo dice claramente que él jamás hablará en una lengua extraña y desconocida. No orará así ni tampoco cantará sin entender lo que está diciendo. Entonces, obedezca la Escritura e imítelo (1Cor 4.16; 11.1; Flp 3.17; 1Tes 1.6; 2Tes 3.9). Si alguien ora o canta en una lengua extraña y desconocida que los oyentes no entienden, ellos no son edificados. No hay fruto, no produce nada bueno, no sirve para la edificación de la iglesia (para los demás). La meta de todo lo que hacemos y decimos es la edificación. Si lo que sale de su boca no sirve para lograr esta meta, entonces la Biblia dice que no abra la boca. ¡Qué no hable en lengua extraña! . Entienda que hablar incoherentemente no es “orar en el Espíritu” (y decir esto simplemente muestra la ignorancia de la Escritura que ha resultado en este error; 1Cor 12.1; 14.20, 38; Mat 22.29). (Juan 16.13) La Biblia define claramente cual es la obra del Espíritu Santo que mora en el creyente. Dios lo envió para guiarnos a toda la verdad. (Juan 17.17) La verdad es la Palabra de Dios. (2Tim 2.15) Es por esto que la Escritura se llama “la Palabra de Verdad”. (1Jn 5.14-15) Cuando uno “ora en el Espíritu”, entonces, ora conforme a la voluntad de Dios. O sea, el Espíritu lo guiará a orar conforme a lo que la Biblia dice y enseña. Esto sería imposible de hacer sin entendimiento. ¿Cómo sabrá uno que está orando conforme a la Escritura si ni siquiera sabe lo que está diciendo? Y, ¿cómo sabrá luego que Dios le ha contestado si no sabe en primer lugar lo que le pidió? . Recuerde que uno no puede correr a Romanos 8.26 para decir que “orar en el Espíritu” es hablar incoherentemente. Romanos 8.26 dice que los gemidos del Espíritu son “por” nosotros, no “a través de” nosotros. También dice que son “indecibles” (que quiere decir que son... ¡indecibles!). Si no se puede decir, no puede decirlo ni en lengua conocida ni en lengua incomprensible. En este pasaje (1Cor 14.15-17) Pablo está diciendo que hemos de hacerlo todo con entendimiento para que haya también edificación para todos. Dios nunca jamás nos ha pedido “apagar el cerebro” para poder ser llenos del Espíritu Santo. (Rom 12.2; Ef 4.23) Dios quiere renovar nuestras mentes con la Palabra de Dios no “desconectarlas” para “poseernos” en momentos de eufória y éxtasis en un culto de la iglesia. (Juan 4.24) El deseo de Dios es que le adoremos en espíritu y en verdad. Esto es exactamente lo que Pablo está diciendo en 1Corintios 14.15-17, que él orará con el espíritu pero también con el entendimiento (para que pueda saber y entender que está orando conforme a la verdad, la Biblia).
Necesitamos los dos, lo espiritual y la verdad de la Biblia. Si se habla incoherentemente, no puede orar ni adorar a Dios porque no lo hace “en verdad”, conforme a la Escritura. No sabe lo que está diciendo. Entonces, el hablar (orar, cantar, etc.) en lenguas extrañas y desconocidas en la iglesia es rotundamente prohibido en la Biblia.
(v15) Pablo dice “oraré también con el entendimiento... cantaré también con el entendimiento”. Esta es la norma.
Esto es lo que Dios espera de cada uno. El orar, cantar o hablar en la iglesia sin entender lo que está diciendo es prohibido en la Biblia.
(v17) Es prohibido porque no edifica a los demás, sólo a uno mismo (al que está hablando incoherentemente; v4a). (1Cor 14.26b) Y Dios manda que todo lo que se hace en la iglesia sea para la edificación de los demás. Sin hablar con entendimiento, “el otro” (el oyente) no es edificado. Así que, si no edifica a los demás, no lo haga en la iglesia.
(v18-19) Sin entendimiento no hay valor .
(v18) Pablo, sí, hablaba en lenguas. Pero note que son “lenguas” y no “lenguas extrañas” o “lenguas desconocidas”. Pablo hablaba hebreo, latín, arameo, griego y tal vez unos ocho o más otros idiomas.
(v19) Pero, a pesar de que pudo haber hablado varios idiomas en la iglesia, además de “lenguas desconocidas”, él prefirió hablar con entendimiento. Vea el valor de hablar incoherentemente a la par de enseñar con entendimiento. Pablo preferiría hablar cinco palabras con su entendimiento para enseñar a otros que 10.000 palabras incomprensibles en una lengua desconocida. Apliquemos esta “formula” a algo que podemos entender más fácilmente. Si la proporción es cinco a 10.000, entonces apliquémosla a minutos de enseñanza (en vez de palabras de la misma). Pablo está diciendo que preferiría hablar con entendimiento por cinco minutos para enseñar a otros que por 10.000 minutos en lengua desconocida. Diez mil minutos son 167 horas. Ahora, nuestro servicio dominical dura más o menos una hora y media. Las 167 horas de los 10.000 minutos son 111 servicios dominicales. Son más de dos años de cultos. Pablo está diciendo que preferiría enseñar la Biblia a otro por cinco minutos que hablar en una lengua desconocida cada domingo por más de dos años. Sin entendimiento no hay valor. ¿Por qué es, entonces, que lo que vale más que nada para muchos cristianos hoy en día es hablar incoherentemente durante los servicios de su iglesia? Pablo dice que dos años de esto no vale ni siquiera cinco minutos de enseñanza bíblica con entendimiento. Hay una necesidad de entender el idioma que uno está hablando en la iglesia. Sin entender lo que uno está diciendo, no hay fruto y no hay edificación. Por esto, el hablar incoherentemente carece totalmente de valor. Entonces, ¿para qué sirven las lenguas?. Bueno, Pablo sigue explicando esto, que hay un propósito bíblico en las lenguas bíblicas .
5°. (1Cor 14.20-25) El propósito bíblico del don de lenguas .
(v20) El reto: Crezca en su conocimiento .
Antes de explicar el propósito bíblico en el don de lenguas, Pablo reta a los corintios. Ya sabemos que los corintios anhelaban hablar en lenguas extrañas y desconocidas. Parece que era como una competencia en la iglesia para ver quien era el más espiritual, y la “vara de medir” era hablar en lenguas (hablar incoherentemente; 1Cor 14.37). Esto no nos extraña porque Pablo ya dijo en 1Corintios 3.1-3 que los corintios eran inmaduros en la fe y carnales. Había celos entre ellos y contiendas sobre quien era el más importante o el más espiritual. El reto que Pablo tiene para esta gente es: ¡Crezca! ¡Madure! ¡Dejen de ser tan niños en el conocimiento (en el “modo de pensar”)! . El que anhela hablar en lenguas desconocidas es inmaduro en la fe y necesita crecer en lo que sabe de la Biblia. Recuerde que así es cómo Pablo empezó esta sección de los dones espirituales, con un reto a dejar de ser ignorantes (1Cor 12.1). Ahora Pablo va a explicar el propósito bíblico del verdadero don de lenguas. Así que, nosotros deberíamos recibir este mismo reto. Si lo que la Biblia dice en el siguiente pasaje choca con lo que creemos, debemos cambiar lo que creemos para que concuerde con lo que dice la Biblia. No seamos niños en nuestro conocimiento. Seamos maduros en lo que sabemos y entendemos de la Escritura. Este asunto de las lenguas no es difícil de entender en la Biblia. Es relativamente fácil. El problema es que muchos no quieren dejar la “droga” de hablar incoherentemente en los servicios de una iglesia cristiana. “Se sienten bien” cuando lo hacen (obvio, la Biblia dice que el que lo hace se edifica a sí mismo; 1Cor 14.4). Sin embargo, el cristiano debe estar dispuesto a cambiar lo que sea que hay en su vida para someterse a lo que la Biblia dice. Entonces, ¿qué tal usted? . Los siguientes versículos explican claramente el propósito bíblico del verdadero don de lenguas.
¿Quiere aceptarlo o no? Pablo dice: crezca y sea maduro en su modo de pensar.
(v21-22) La realidad: Las lenguas son por señal a los judíos incrédulos.
El pueblo indicado: Las lenguas son para “este pueblo” de “incrédulos”.
Pablo dice que las “otras lenguas” que sirven por señal (como Cristo dijo y prometió en Marcos 16.17-18) son exclusivamente para “este pueblo”. Al decir que en “la ley está escrito”, Pablo indica que está citando un pasaje del Antiguo Testamento. El versículo que él usa como la base de la señal de hablar en lenguas es Isaías 28.11. (Isa 28.11) “Este pueblo” en este versículo (o sea, en contexto) es Israel, el pueblo escogido de Dios. Es “Su pueblo” (el de Jehová; Isa 28.5) y “este pueblo que está en Jerusalén” (Isa 28.14). Es “este pueblo” al cual Isaías fue enviado como profeta (Isa 6.9). Es el pueblo de los judíos (Isa 1.1). Es claro, entonces, que las “otras lenguas” que sirven por señal son para “este pueblo”, Israel, y no para nadie más. Esto es lo que hemos visto ya muchas veces en cuanto a las señales. En Éxodo 4, Dios empezó la vida nacional de Israel (“este pueblo”) con señales. (Exod 34.10; Deut 4.34) No hizo esto con ninguna otra nación, sólo con Israel. Ellos recibieron las señales de Dios, no los gentiles ni los cristianos. (1Cor 1.22-23) Es por esto que los judíos pueden pedir señales, porque ellos tienen derecho a pedirlas. Dios se las prometió en Deuteronomio 18.15 y 18.18, cuando les dijo que Cristo Jesús (el Mesías, el Profeta prometido) llegará “como Moisés”, con un nuevo pacto para Israel y señales, prodigios y milagros para confirmarlo. Los gentiles (griegos) y los cristianos no tenemos tal derecho. Puesto que el hablar en nuevas (otras) lenguas es una de las cinco señales de Apóstol en Marcos 16.17-18, es para “este pueblo”, Israel, y no para ningún otro. Cada vez que vemos la manifestación del “don de lenguas” en el Libro de Hechos, sirve por señal a “este pueblo” (a los judíos). En Hechos 2 las lenguas sirven para confirmar el mensaje de los Apóstoles delante de los judíos (y únicamente judíos) que estaban reunidos en Jerusalén para la fiesta solemne de Pentecostés. No se menciona ni siquiera un gentil en todo el grupo. Son todos judíos por nacimiento, por judíos prosélitos (gentiles que se convirtieron al judaísmo; Hech 2.10). En Hechos 10 las lenguas sirven para confirmar el hecho de que Dios ya estaba alcanzando a los gentiles, un nuevo mensaje (diferente del que habían estado predicando hasta entonces). O sea, la señal sirvió para convencer a Pedro y a los otros judíos que estaban con él, que los gentiles habían recibido el mismo don del Espíritu sin tener que hacer nada más que creer. Fue algo completamente nuevo (comparar: Hech 2.28), entonces Dios se lo confirmó a los judíos (a “este pueblo”) con la señal de otras lenguas. Es igual en Hechos 19, que el hablar en otras lenguas sirvió por señal a los judíos, los discípulos de Juan el Bautista, que el mensaje de Pablo acerca del Mesías era la verdad. Recuerde también que cada vez que el “don de lenguas” (la señal de hablar en otras nuevas lenguas) se manifiesta, son idiomas que los oyentes pueden entender. Nadie habló incoherentemente en un estado de euforia y éxtasis. Las “otras lenguas”, entonces, que sirvieron por señal (como Cristo dijo y prometió en Marcos 16.17-18) eran exclusivamente para “este pueblo”, Israel. Además, para definir el pueblo indicado aun más expresamente, Pablo dice que las “otras lenguas” que sirven por señal son para el pueblo de “los incrédulos”. No se debe separar estos dos versículos de 1Corintios 14. El versículo 22 es una continuación del pensamiento del versículo 21. Caben en el mismo contexto. El versículo 21 dice que “este pueblo” (Isa 28. 11, Israel) “ni aun me oirán”. O sea, a pesar de la confirmación que Dios les da a través de las señales, como la de hablar en otros idiomas, ellos no oirán el mensaje que Él les manda a través del nuevo mensajero. El hecho de que ellos no oyen (v21) es igual a no creer (v22). O sea, los incrédulos del versículo 22 son los mismos que no oyen en el versículo 21. Pablo condena a “este pueblo” por su incredulidad al final del Libro de Hechos.
(Hech 28. 17a). Al llegar a Roma, Pablo convocó a los líderes de los judíos ahí.
(Hech 28.23) Pablo les predicó el nuevo mensaje de Cristo Jesús, el Mesías prometido.
(Hech 28.24) Unos asentían a lo que él dijo y otros no creyeron ni siquiera una palabra. Lo cierto es que “este pueblo” no aceptó el mensaje a pesar de las señales porque Pablo los condena por su incredulidad en los versículos 26 y 27.
(Hech 28.26-27) Este pueblo de Israel oyó el mensaje de Dios y vio las señales que lo confirmaron, pero no lo creyó.
(Hech 28.28) Es en este momento que la época de los Apóstoles termina (y por lo tanto el Libro de los Hechos de los Apóstoles también).
Dios ya puso al lado este pueblo incrédulo para llevar Su mensaje de salvación A los gentiles, “y ellos oirán”. Note que se usa “oír” en el mismo sentido
de “creer”. Note también que aunque los judíos “oyen y ven” (Hech 28.26-27), los gentiles sólo “oyen” porque las señales son para “este pueblo” y no para nadie más. Entonces, ya entendemos lo que la Biblia dice acerca de las lenguas y el “pueblo indicado”. La señal de hablar en otras lenguas es para “este pueblo” de incrédulos que no quiere oír el mensaje de Dios. O para decirlo con más claridad: el hablar en lenguas es para los judíos incrédulos, no para los creyentes.
El hablar en lenguas es para los judíos, no para los gentiles ni para los cristianos. El hablar en lenguas es para los incrédulos, no para los creyentes (o sea, no es para los cristianos). Entienda, entonces, lo que esto implica. Las “lenguas” que “se hablan” hoy en día en las iglesias cristianas no son bíblicas y por lo tanto no son de Dios. Son creyentes hablando en “lenguas” delante de otros creyentes. Y casi todos los creyentes (si no todos ellos) son gentiles y no judíos.
No es bíblico y no es de Dios porque Él ya dijo en 1 Corintios 14. 21-22 que el hablar en lenguas era para los judíos incrédulos y no para los creyentes
(mucho menos para los creyentes gentiles).
El propósito indicado: Las lenguas “son por señal... a los incrédulos”.
Tan claro como el pueblo indicado es el propósito de hablar en otras lenguas. Las lenguas son por señal. El hablar en otras lenguas sirve por señal a los incrédulos de “este pueblo”, Israel. Recuerde el propósito bíblico de las señales. Las señales en la Biblia sirven para confirmar el nuevo mensaje de Dios a través del nuevo mensajero de Dios, delante del pueblo escogido de Dios, Israel. Las lenguas no son para hablar a Dios sino a los hombres. No son para “orar en el Espíritu” o “alabar a Dios”. Sirven para cumplir con un propósito muy específico y bien claramente declarado en la Escritura.
Sirven por señal a los judíos incrédulos, ni más ni menos. (Mar 16.17-20) Así es lo que Cristo dijo cuando les dio las señales de confirmación a los 11 Apóstoles. (Hech 2.22) Así es el testimonio de los mismos Apóstoles. (Heb 2.3-4) Así es el patrón de las señales a través de toda la Biblia. Dios testificó de la veracidad del mensaje de los Apóstoles con señales, prodigios y milagros. Sirvieron por señales para confirmar que el mensaje que ellos predicaron era realmente de Dios. Este propósito nos lleva al siguiente punto acerca del lugar indicado de la señal de hablar en otras lenguas. Si las lenguas son por señal a los judíos incrédulos, es obvio que el lugar indicado para la manifestación de ellas sería entre estos hebreos incrédulos y no en una iglesia de gentiles que ya son creyentes.
El lugar indicado: Las lenguas toman lugar entre “los incrédulos” no en una iglesia.
(v21) Dios dice que en otras lenguas hablará a “este pueblo”.
Entonces, el lugar indicado para hablar en lenguas es entre los judíos (“este pueblo”), no entre los gentiles ni los cristianos.
(v22) Dice también que la manifestación de esta señal de hablar en otras lenguas toma lugar entre los incrédulos de este mismo pueblo.
Entienda, entonces, lo que la Biblia dice. Dios no quiere (nunca fue Su intención) que se hablen en otras lenguas en una asamblea de creyentes.
Las lenguas no son para los cristianos cuando se congregan juntos.
(v23) Si los creyentes, en su ignorancia de lo que dice la Biblia acerca del don de lenguas, se congregan y hablan en “otras lenguas”, el resultado es lo opuesto de lo que Dios quería.
Hechos 2 nos muestra el resultado que Dios quiso, el resultado de aplicar el verdadero don de lenguas en su contexto debido (en el lugar indicado).
Cuando se habla en otros idiomas como señal para los judíos, el nuevo mensaje se confirma y muchos creen (¡tres mil judíos creyeron en un día!). Vemos lo mismo en Hechos 10 y 19. En Hechos 10 vemos que se hablaron en lenguas, no en un culto de una iglesia cristiana, sino en la casa de un gentil donde estaban varios judíos incrédulos (Pedro y los otros judíos con él). Allí Dios les convenció a los judíos que había alcanzado a los gentiles con Su gracia y Su salvación sin que ellos llegaran a ser judíos. En Hechos 19 es igual. No hablaron en lenguas en la congregación de los cristianos. La señal tomó lugar entre unos judíos que no habían creído para confirmar el nuevo mensaje (que el Mesías ya llegó) a través del nuevo mensajero (el Apóstol Pablo).
Pero cuando un incrédulo ve el desorden y la confusión de un “culto cristiano” cuando todos los “creyentes” están hablando en “lenguas”, creerá que todos están locos. Nadie queda convencido de la veracidad del mensaje, más bien todos los incrédulos quedan convencidos que los cristianos son unos payasos, tontos y locos. La realidad del don de lenguas es sumamente fácil de ver y entender en 1Corintios 14.21-22. Las lenguas son por señal a los judíos incrédulos.
Dios dice que el lugar indicado para la manifestación del don bíblico de lenguas es entre los judíos incrédulos, no en la congregación de los creyentes. Biblicamente el “don de lenguas” no se manifiesta en la congregación de los creyentes. ¿Cómo podría ser más claro para que los cristianos de hoy día lo entendieran? .
(v23-25) El resultado: ¿Qué quiere en su iglesia? .
(v23) La confusión: Lenguas en la iglesia .
Acabamos de ver esto en el pasaje de arriba. Sólo tome en cuenta lo que dice este versículo para ver el contraste que sigue. Si los creyentes hablan en lenguas durantes sus cultos (en la congregación), sólo sirve para crear una confusión que los incrédulos tomarán por locura . Pero vea el contraste con algo que, sí, sirve para la edificación de todos, tanto de los creyentes como de los incrédulos.
(v24-25) El contraste: Profecía en la iglesia .
Recuerde que “profetizar” es simplemente “predicar” la Palabra de Dios. Los “profetas” de la antigüedad recibieron su mensaje a través de la revelación directa. Hoy día no necesitamos más revelación directa porque tenemos toda la revelación de Dios en la Escritura y más segura que la revelación directa (2Ped 1.17-21). Entonces, el que “profetiza” hoy en día es el que predica la Escritura. Si alguien (creyente o inconverso) entra en la congregación de los cristianos y oye la predicación de la Palabra de Dios, habrá provecho y mucho provecho. Quedará convencido por lo que oye de la Biblia porque entenderá lo que se está diciendo. Lo entenderá porque lo oirá en su propio idioma y donde hay entendimiento, hay también provecho y edificación (1Cor 14.15-17).
Vea los dos resultados, entonces, y escoja cuál es el que usted quiere en su iglesia. ¿Qué quiere que la gente diga cuando entre en su iglesia? .
(v23) ¿Quiere que digan que ustedes están locos, unos payasos y chiflados? . (v24-25) O, ¿quieren que digan que verdaderamente Dios está entre ustedes? .
(1Cor 14.1) Procure los dones espirituales que sirven para la edificación de todos.
(1Cor 14.4) Evite el engaño de las lenguas extrañas que sólo sirven para edificarse usted mismo .
6°. (1Cor 14.26-35) Las reglas bíblicas del uso de lenguas .
(v26) En este pasaje Pablo da unas reglas para el uso de lenguas entre los cristianos.
En primer lugar, entienda lo que ya hemos visto acerca del contexto histórico de esta Primera epístola que Pablo escribió a los corintios. La escribió durante la historia registrada en Hechos 19, mientras que estaba en Éfesos (1Cor 16.8-9). Entonces, históricamente los dones de señal (las señales de confirmación) todavía estaban manifestándose. Puesto que había muchos judíos en Corinto (Hech 18.1-7), Pablo quiere poner orden al uso de las señales entre los creyentes. Además, entienda porque vemos instrucciones aquí para el uso de “lenguas extrañas” (v27) y no sólo para el de “lenguas”. En 1Corintios 14 Pablo usa “lengua” y “otras lenguas” para referirse a idiomas conocidos. En el versículo 18 la Biblia dice que Pablo mismo hablaba en “lenguas” (griego, hebreo, latín, etc.). Pero en los versículos del 13 al 19 él da a entender que nunca jamás hablaría en una “lengua extraña” o “desconocida” (el hablar incoherentemente de 1Cor 14.9). Entonces, vemos que Pablo menciona “lenguas” en el versículo 26 y que en el siguiente versículo da instrucciones para el uso y el control de la “lengua extraña”. ¿Por qué el cambio? Bueno, la explicación radica en el sentido común. Pablo da instrucciones para el uso de una “lengua extraña” porque, ¿cómo sabrá uno que es un idioma conocido si no lo conoce? O sea, si en Corintio durante el primer siglo Dios da la señal de hablar en lenguas a alguien de la iglesia de los corintios, y se lo da para confirmar el nuevo mensaje a unos judíos incrédulos ahí, ¿qué pasaría si es un idioma que sólo los judíos conocen? ¿Cómo le suena a usted el chino cantonés o algún idioma de una tribu en África? Suena como una “lengua extraña”. Entonces, Pablo da instrucciones para el uso y el control de las lenguas extrañas en la iglesia porque él sabe que si es una manifestación de las lenguas paganas (el hablar sin comprensión), no llenará los requisitos y el cristiano debería callarse. Veamos, entonces, las reglas que Dios nos ha dado para el uso bíblico del “don de lenguas” .
a. (v26) Hacerlo todo para la edificación de toda la iglesia.
b. (v26a) Vea la confusión que existía en la iglesia de los corintios.
En sus cultos “cada uno” de ellos quería hacer o decir algo. Uno tenía un salmo, que era como un himno o una canción. Otros querían enseñar alguna doctrina. Otros querían hablar en lenguas mientras que otros insistían en interpretarlas. Vemos aún que algunos decían que tenían “revelación”, porque todavía durante la historia Dios estaba dando revelación directa (hasta el cierre de la Escritura en 95 d.C.; Apoc 22.18-19). ¡Qué confusión! Todos estaban porfiando el uno contra el otro para su oportunidad de lucirse “espiritual” frente a los demás. Y Pablo dice, “¡Ya! ¡Basta!” .
(v26b) Todo lo que se hace en la iglesia debería servir para la edificación de los demás, no de uno mismo.
(v31) Lo que se hace en los cultos (en la congregación) de la iglesia debería servir para que “todos” aprendan y que “todos” sean exhortados. No se trata de “mí” sino de “ellos”. Todo se hace para el bienestar de todos.
(v3) Todo lo que cada uno de los santos hace debería servir para edificar, exhortar y consolar a todos los demás.
(v4a, 17) La confusión de todos hablando en lenguas no sirve para edificar a nadie.
(v23) Más bien sirve para que todos digan que los cristianos están locos.
(Ef 4.11-12, 16) Todo lo que hacemos como miembros del Cuerpo de Cristo debe servir a la misión que Dios nos ha dado de edificar la Iglesia. La primera regla bíblica acerca del uso de lenguas en la congregación es la de la edificación. Si no sirve para edificar a todos, no lo haga. Para las siguientes dos reglas, vamos a tomar los términos de resumen que Pablo usa en el versículo 40.
El dice que hemos de hacerlo todo en la iglesia “decentemente y con orden”. Así que, en los versículos 27 y 28 él explica el orden que debe haber en la congregación de los santos y luego en los versículos del 29 al 35 nos da la instrucciones necesarias para hacerlo todo decentemente .
c. Hacerlo todo con orden . Recuerde que Pablo está dando instrucciones para el uso bíblico del verdadero don de las lenguas (como vimos en 1Cor 14.21-22). No está dando licencia para hablar en las lenguas paganas de los corintios (lenguas que nadie entiende, incluyendo el que las está hablando). Sin embargo, si uno aplicara estas reglas a las lenguas paganas (al hablar incoherentemente), se daría cuenta de que lo que se hace hoy en día en muchas iglesias no es bíblico. Más bien es un desorden y por lo tanto es pecado.
(v27a) Sólo dos, y máximo tres, pueden hablar en una lengua durante un culto. Esta es una regla bíblica para el uso de lenguas en la iglesia cristiana. Pablo dice que durante el servicio cuando los cristiano sestán reunidos juntos, no más de tres hombres pueden hablar en lenguas. Así que, si durante un servicio de una iglesia cristiana más de tres hombres hablan en una lengua, la iglesia está en desobediencia. Es pecado. Compare estas instrucciones, entonces, con las iglesias hoy en día que permiten y promueven el hablar en lenguas. ¡Casi todos lo hacen, hasta miles a la vez! .
(v27b) Además, los dos o tres que hablan tienen que hablar por turno. O sea, uno habla y se calla antes de que el siguiente empieza hablar. Es uno por uno, no todos a la vez. Otra vez, compare lo que la Biblia dice aquí con lo que se hace hoy en día en el cristianismo.
(v27c-28) Estos dos o tres que quieren predicar en lenguas pueden hacerlo por turno sólo si hay alguien presente que puede interpretarles el idioma en que hablan. Si no hay nadie que pueda interpretarle lo que está diciendo, el que tiene algo que decir en otro idioma debe callarse en la iglesia y no decir nada. Esta regla se basa en lo que vimos en los versículos del 13 al 19, que si no hay entendimiento, no hay provecho. Nadie se edifica. Y si nadie se edifica, según el versículo 26, no se debe hacer. Para la gran mayoría de los idiomas del mundo, hay gente que puede interpretarlos. Sin embargo, si no hay nadie que puede interpretarlo en la iglesia, el que quiere hablar en el idioma debería callarse y no decir nada. Por ejemplo, si un chino llega a la iglesia un domingo y quiere dar una motivación (una pequeña predica o un testimonio) por unos cinco o diez minutos, bien puede si hay alguien que puede interpretarle. Si no hay nadie para interpretar, la Biblia le manda al chino que se calle en la iglesia. No debe hablar porque nadie recibirá nada de provecho de lo que tiene que decirles. No habrá enseñanza, ni exhortación, ni consolación. Nadie le entendería. El asunto de las lenguas extrañas y desconocidas es aun más sencillo. (v4a, 16-17) Nadie sabe lo que uno está diciendo, ni siquiera uno mismo. Así que, no hay manera de interpretarla y por lo tanto no se permite estas lenguas paganas en la iglesia cristiana. Al oír esto, muchos querrán correr al versículo 13 para decir que, sí, es posible interpretar una lengua extraña.
Bueno, recuerde lo que ya vimos arriba acerca de este asunto. En el versículo 13 Pablo está diciendo que el que está hablando en la lengua pagana debería pedir poder interpretarla (¡él mismo!). Pero la regla en el versículo 28 dice que tiene que ser otro, un intérprete, para hacerlo (no uno mismo). Entonces, son dos contextos completamente diferentes. Lo que Pablo quiere decir en el versículo 13 es que si uno pudiera interpretar su propia lengua pagana, podría dejar de hablar payasadas inútiles que no sirven para nada y empezar a hablar en el idioma que todos entienden para la edificación de todos. O sea, está diciendo, “¡Ojalá que dejara de hablar en lengua extraña y empiece a predicar la Palabra de Dios!”. Además, la regla en el versículo 28 tiene que ver con la interpretación bíblica, como vimos anteriormente en el contexto del “don de interpretación”.
El don de interpretación de lenguas (1Cor 12.10) tiene que ver con la capacidad sobrenatural de poder interpretar los “diversos géneros de lenguas” que sirven por señal de confirmación a los judíos incrédulos (Mar 16.17-18; 1Cor 1.22-23; 14.21-21). Estos “géneros de lenguas” son las mismas “clases de idiomas” que existen en el mundo y que tienen “significado” (1Cor 14.10). No es, entonces, una “interpretación” de las palabras incomprensibles e incoherentes del que está hablando en lenguas paganas como los corintios. Entonces, hay que hacerlo todo para la edificación de todos los que están en la congregación y esto implica, en primer lugar, que se hace todo con buen orden. En cuanto al hablar en lenguas, sólo dos y no más de tres pueden hablar en lenguas durante todo el tiempo del culto, y esto por turno no a la vez y sólo si hay otra persona que puede interpretar lo que está diciendo. Si no se llenan estos requisitos, nadie en la iglesia debería hablar en lenguas .
(v29-35) Hacerlo todo decentemente . Con “decentemente” se quiere decir con moderación, templanza, dignidad y decoro cristiano. Es demostrar en el comportamiento la sumisión, la reverencia y el respeto que el Señor, Su Palabra y Su obra merecen.
(v29-33) Hacerlo todo decentemente quiere decir que habrá dominio propio de todas las personas durante todo el culto. Puesto que Pablo ha hablado de la profecía a través de este capítulo, la incluye aquí también para asegurarse que los corintios entiendan que hay reglas para la predicación también.
(v29-31) Otra vez vemos la misma exhortación acerca del orden. No más de tres hombres deberán predicar durante una reunión de la iglesia. Y aun así, si es más de uno que va a predicar, deben hacerlo por turno, uno por uno. Cuando el segundo va a empezar, el primero debe callarse. Y sólo después de que el segundo ya haya terminado puede el tercero empezar su mensaje. Debe haber sólo uno hablando a la vez y no más de tres en total. De esta manera la predicación sirve para edificar a todos porque todos van a entender el mensaje que cada hombre predica. Pero esto es algo que ya vimos arriba. Lo nuevo que podemos rescatar de este pasaje se halla en el versículo 32.
(v32) Tiene que haber dominio propio en todo lo que se hace en la congregación de la iglesia. Este versículo dice que el espíritu de los profetas está (¡siempre!) sujeto al mismo profeta. O sea, en ningún momento se le pierde al profeta el control de sí mismo. (2Tim 1.7) Esto es lo que Pablo dijo acerca del cristiano lleno del Espíritu Santo. No se le pierde el control de si mismo, más bien le da la capacidad del dominio propio. El Espíritu Santo nunca jamás toma control completamente del cristiano. La llenura del Espíritu no es una “posesión”, como hablamos de los endemoniados siendo “poseídos” por los demonios (completamente controlados por ellos). La llenura del Espíritu Santo se trata de una sumisión voluntaria a la guía del Espíritu a través de la verdad de la Biblia. No es “posesión” como la pérdida de control.
En primer lugar, entonces, hacerlo todo decentemente implica el dominio propio.
El que habla en lenguas extrañas y desconocidas en un estado de euforia y éxtasis está poniendo su mente en “neutral” para dejarse controlar por un espíritu. El único problema es que, según este versículo, no es el Espíritu de Dios. Porque donde está el Espíritu de Dios, hay dominio propio. O sea, el espíritu del cristiano siempre estará sujeto al cristiano. Él estará siempre en control de sí mismo.
(v34-35) Hacerlo todo decentemente quiere decir que se hará todo según la estructura bíblica.
O sea, los hombres serán los líderes que dirigen los cultos, no las mujeres. Como siempre, tenemos que tomar todo lo que la Biblia dice en su debido contexto. No es diferente con lo que estos versículos dicen acerca de las mujeres hablando en la congregación. No dice que las mujeres no puedan hablar entre sí, charlar, platicar, preguntar acerca donde queda el baño, etc. Observe que justamente después de decir que a las mujeres “no les es permitido hablar”, dice que “estén sujetas, como también la ley lo dice”. La cuestión aquí no es platicar sobre recetas de cocina.
La cuestión aquí tiene que ver con la estructura divina de los seres humanos, como también lo dice la ley.
En ambos Testamentos Dios dice que el hombre es cabeza de la mujer y que la mujer debe someterse al liderazgo del hombre debido en su vida (Gen 3.16; 1Cor 11.3). Si es una muchacha o una jóven soltera, la autoridad debida en su vida sería su padre. Si ya se ha casado, debería someterse a su propio marido (Ef 5.22).
En la iglesia local, Dios sigue esta misma estructura, porque recuerde que Dios no es un Dios de confusión (1 Cor 14. 33). Tener una estructura diferente para la “familia espiritual” que existe en la “familia física” sería confusión .
O sea, si la “pastora” manda en la iglesia, un niño se confundirá cuando se le dice que mamá no es la que debería mandar en la casa. Pero, si se ve la misma estructura de autoridad tanto en la casa como en la iglesia, no habrá confusión en cuanto a los papeles en la estructura bíblica de los seres humanos.
Además, entienda que en la iglesia es imposible que una mujer pueda ser una “pastora” o una “diaconisa” porque jamás podría llenar el requisito de ser “marido de una sola mujer” (1Tim 3.1-2, 12; sólo de manera de aclaración, entienda que Febe era “diaconisa” en el sentido de servicio, no en el sentido de ocupar el oficio.
Es lo mismo que decir que una mujer “pastorea” a otros en la Biblia según el sentido de “discipularlos”.
No quiere decir que ocupe el puesto de “pastor”. Febe no era “diácono” porque no pudo haber sido “marido de una sola mujer”.). De esto se trata esta regla en 1Corintios 14: de la sumisión de cada uno a la estructura que Dios estableció para el liderazgo en la iglesia. Es la misma estructura que Él estableció para la familia.
Los hombres deben presidir. Además, tome lo que Dios dice en este pasaje en el contexto más grande del capítulo en que aparece. ¿De qué se trata 1Corintios 14?
De hablar en lenguas. Y, ¿cuál es el contraste que Pablo ha usado a través de todo el capítulo para ilustrar la enseñanza que está dando sobre las lenguas? Siempre ha usado la profecía (la predicación) como un contraste para ilustrar su enseñanza sobre las lenguas. Pablo no está diciendo que las mujeres no puedan hablar de nada en la congregación. Ni siquiera está diciendo que ellas no puedan enseñar la Palabra de Dios a otros. Lo que, sí, está diciendo es que Dios no permite que una mujer hable en lenguas ni que prediquen en la congregación (o sea, en la asamblea general del culto de una iglesia).
En los cultos de una iglesia, debe ser el hombre quien predica, porque debe ser el hombre quien es la autoridad sobre la “familia espiritual”, exactamente como en la familia física.
Bíblicamente las mujeres no pueden ser “pastoras”, “misioneras”, “maestras” o “diaconisas” de una iglesia local. (1Tim 2.11-12) En la iglesia la mujer debe someterse al liderazgo del hombre, exactamente como en la familia.
No se le permite enseñar en un contexto de “dominio” sobre los hombres. O sea, si una mujer puede enseñarle a un hombre en un taller de capacitación para maestros de la escuela dominical. No hay nadie usurpando la autoridad de nadie en un contexto así. Las prohibiciones acerca de una mujer enseñando en la iglesia son a nivel de congregaciones, o sea a nivel “global” sobre toda la iglesia como si fuera “pastora”, un puesto que la Biblia dice que sólo el hombre puede ocupar (1Tim 3.1-2). Entonces, el problema existe cuando una mujer quiere “ejercer dominio sobre el hombre”. O sea, no se le permite ser líder de la congregación, que es el puesto y la responsabilidad de un hombre. Es en este contexto que Pablo les prohibe a las mujeres el hablar en la congregación. No se les permite ni hablar en lenguas ni predicar porque de esto, (el liderazgo espiritual de la iglesia) les toca a los hombres.
No es interesante que en casi todas las iglesias en que se usa 1Corintios 14 como una base doctrinal para poder hablar en lenguas, también hay “pastoras” y los que apoyan a las “predicadoras” y las “misioneras”. La Biblia dice claramente que la mujer no puede ejercer dominio sobre el hombre y por esto no debe hablar ni en lenguas ni en la capacidad de predicadora en la congregación. Hay que hacerlo todo en los cultos de una iglesia “decentemente”. Esto quiere decir, primero, que habrá dominio propio de todas las personas durante todo el culto. A nadie se le debería perder el control de sí mismo. Un culto de cristianos llenos del Espíritu se destaca por el dominio propio. Además, la iglesia que lo hace todo decentemente no permitirá a las mujeres hablar en lenguas, ni que prediquen porque esto sería ir en contra de la estructura de la familia que Dios estableció desde el principio .
7°. (1Cor 14.36-40) La conclusión en cuanto a las lenguas .
a. (v36-37) Al final de todo este discurso sobre las lenguas, Pablo termina destacando los dos problemas primordiales que existen en cada iglesia o cada cristiano que quiere procurar hablar en lenguas o promover el fenómeno.
(v36) Primero es el orgullo. Los corintios se estaban jactando como si fueran los únicos que tenían la Palabra de Dios. Es el “véanme a mí, yo soy espiritual” del que quiere lucirse por encima de los demás. Es este orgullo que también se manifiesta en el egoísmo y el egocentrismo del que habla en una lengua extraña. No sirve para edificar a nadie más, sólo a él mismo. Es puro egoísmo.
(v37) El otro problema primordial de esta cuestión de hablar incoherentemente en lenguas paganas es la carnalidad. Uno “se cree” espiritual, pero no lo es. Estos mismos corintios que se creían espirituales, eran los más carnales que se mencionan en la Biblia (1Cor 3.1-3; por ejemplo: 1Cor 5.1-5). Según 1Corintios 14.26, todos los cultos eran un gran relajo por la competencia de unos tratando de lucirse más espiritual que los otros. Muchos hoy en día quieren la experiencia de hablar en lenguas porque quieren ser espirituales “como los demás”. Pero Pablo dice que debemos reconocer que lo que él acaba de decirnos son mandamientos del Señor. O sea, hablar incoherentemente no es la marca de un cristiano espiritual. Más bien es una indicación de la carnalidad, la inmadurez y la ignorancia de la Escritura (1Cor 14.20).
b. (v38) Sin embargo, si alguien quiere seguir en su ignorancia de la Escritura, Pablo dice que está bien. ¡Adelante! Lo que la Biblia dice acerca de las lenguas es bien fácil de entender si uno lo toma en su debido contexto. No obstante, si alguien todavía quiere aceptar su experiencia como la autoridad final en vez de la Biblia, ¡adelante! Disfrute el camino .
c. (v39-40) Pero entienda lo que la Biblia dice. En la congregación debemos procurar lo que sirve para la edificación de todos (como La predicación). Pablo dice que no se debe impedir el hablar lenguas, porque en la historia de la iglesia de Corinto el don de lenguas todavía estaba en manifestación para confirmar el nuevo mensaje delante de los judíos.
Hoy en día es diferente. Las señales de Apóstol ya cesaron. El verdadero don de lenguas no se manifiesta hoy en día. Pero, de todos modos, hemos de seguir las reglas de arriba para que lo hagamos todo en la iglesia decentemente y con orden. Y esto no es una sugerencia. Es un mandamiento de Dios. Hacerlo todo para la edificación de toda la iglesia, no de sí mismo. Así que, si lo que usted está haciendo (hablando en lenguas incomprensibles) no sirve para edificar a toda la iglesia, cállese y no lo haga durante el culto de su iglesia. Hacerlo todo con orden. Sólo dos hombres, al máximo tres, pueden hablar en lenguas durante un culto de una iglesia. Deben hablar uno por uno (por turno) y sólo si hay otra persona que conoce el idioma en que están hablando para poder interpretárselo a la congregación (de otra manera no serviría para la edificación de toda la iglesia). Hacerlo todo decentenmente. Esto quiere decir que todas las personas en la congregación ejercerán el dominio propio durante todo el servicio y las mujeres se comportarán con toda sumisión al liderazgo de los hombres. A ellas no se les permite ni hablar en lenguas ni profetizar (o sea, predicar) en la asamblea general de la iglesia local .
8°. Primera de Corintios 14, entonces, es el pasaje de plena mención de las lenguas en la Biblia .
Casi todo lo que Dios quiere decirnos acerca de este tema se ve claramente explicado en este capítulo. Entonces, ya que tenemos un buen entendimiento de lo que dice la Escritura sobre este asunto de hablar en lenguas, estamos bien preparados para analizar el movimiento de lenguas que existe hoy en día. De esto se trata la siguiente sección .

* 2C. Entienda el engaño actual de las lenguas .
1°. Una de las denominaciones más grandes del movimiento Pentecostal es la de las Asambleas de Dios. Ellos ni son los más “bravos” ni los más “suaves” en el pentecostalismo, entonces sirven para hacer un buen análisis del movimiento entero. ¿Qué dicen ellos de este asunto de las lenguas? ¿Concuerda lo que ellos creen con lo que dice la Biblia? Procuraremos contestar estas preguntas en el análisis que sigue.
a. Todas las citas de las creencias de las Asambleas de Dios vienen de su declaración oficial.
b. Cualquiera puede obtener una copia de dichas declaraciones directamente de el centro de la denominación (The General Council of the Assemblies of God, 1445 North Boonville Ave., Springfield, MO 65802; Teléfono: 417-862-2781) o de su sitio web oficial .
2°. En primer lugar, dicen que “cada creyente tiene el privilegio de poder ser bautizado en el Espíritu y deberá entonces esperar hablar en lenguas”.
a. Siguen explicando esta declaración con lo siguiente: El comienzo obvio para tal declaración es el relato del derramamiento inicial del Espíritu en el día de Pentecostés (Hech 2) . “En aquel día todos los creyentes estaban reunidos unánimes en un lugar (Hech 2.1); el número de ellos era aparentemente alrededor de unos 120 (Hech 1.15). Por unos diez días habían estado esperando “la promesa del Padre”, como Jesús les mandó antes de Su ascensión (Hech 1.4). Luego, según Hechos 2.4, “fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” .
b. Refutación: Con esta declaración están diciendo que todos los 120 creyentes que fueron llenos del Espíritu también hablaron en lenguas. Es una mentira, porque sólo 11 (tal vez 12) de todos los 120 hablaron en lenguas. Hechos 2.4 dice que “todos” (los 120) fueron llenos del Espíritu Santo. Pero no dice que “todos” hablaron en lenguas. La palabra “todos” se refiere a los que fueron llenos del Espíritu, no a los que “comenzaron a hablar en otras lenguas”. Esto es obvio cuando comparamos la Escritura con la Escritura. Hechos 2.7 dice que los que hablaron en lenguas fueron “galileos todos”. Según Hechos 1.11, los “galileos” son los 11 Apóstoles (ver Hech 1.2-10 para el contexto que define a “ellos” como los Apóstoles). Uno podría incluír, tal vez, a Matías porque él llegó a ser el duodécimo Apóstol en Hechos 1.26. Sin embargo, no fueron más de 12 los que hablaron en lenguas aquel día de Pentecostés. Los de las Asambleas de Dios quieren engañarle. Además, observe que estos Pentecostales de las Asambleas de Dios están diciendo que las lenguas que se manifiestan hoy día son las mismas que vemos de Hechos 2. Pero no puede ser así. Las de hoy (de los Pentecostales y de las Asambleas de Dios) son las de los corintios (1Cor 14.9; el hablar incoherentemente) y las de Hechos 2 fueron idiomas conocidos (Hech 2.8, 11). No son iguales e implicar que son así es una mentira, una decepción y un engaño deshonesto .
3°. Personalmente, a mí me gusta esto de su declaración oficial de creencias:
a. “El Espíritu Santo puede inspirar a las personas a hablar en idiomas que nunca han aprendido, como se demostró sin duda en el día de Pentecostés (ver Hechos 2) cuando gente de todas partes del mundo oían a los galileos hablar en idiomas de extranjeros que no pudieron haber conocido. En la época moderna casos similares han sucedido muchas veces”.
b. Refutación : ¿Por qué ahora, en esta parte de la declaración, sólo son los “galileos” que hablaron en lenguas en Hechos 2? Arriba acaban de decir que todos los 120 hablaron en lenguas. Los “galileos” eran sólo 11. También, ¿por qué ahora dicen claramente que las lenguas de Hechos 2 son “idiomas de extranjeros” (como idiomas conocidos)? En la primera declaración arriba no dijeron esto y por haberlo pasado por alto, implicaron que las lenguas de los Pentecostales hoy en día son las mismas de Hechos 2, pero no son iguales. No obstante, lo que más me llama la atención es lo que dice al final, que en nuestros días el fenómeno de Hechos 2 ha tomado lugar muchas veces. O sea, muchas personas han recibido el don de lenguas y, sin tener que aprenderlo, han podido hablar en otro idioma. Yo soy un gringo misionero en Costa Rica, donde hay uno de los institutos de idiomas más famosos de América Latina. Muchos de los misioneros en este instituto de idiomas son de denominaciones Pentecostales. Son personas que han dicho que tenían el don de lenguas y que han “hablado en lenguas” antes de venir aquí. ¿Por qué están estudiando español en un instituto de idioma si es que ya tienen el don de lenguas? Pablo dice claramente en 1Corintios 14.22 que el lugar indicado para la manifestación del don de lenguas es el campo misionero (entre los incrédulos). Pero, aquí están con sus libros de texto, tarjetas de memorización de vocabulario y tareas de práctica hablando como todos los demás que no tenemos su “don de lenguas” .
4°. Bajo un encabezado de “Lenguas como la evidencia inicial y física”, los de las Asambleas de Dios dicen así:
a. “La expresión ‘evidencia inicial y física del bautismo del Espíritu Santo” se refiere a la primera señal externa y visible que el Espíritu Santo ha venido en el poder de la llenura” . Siguen explicando este fenómeno con lo siguiente .
b. “El testimonio que se repite en la Escritura es que esta señal física sucedía en el momento que el Espíritu fue derramado sobre los individuos. Cuando los 120 discípulos fueron llenos del Espíritu Santo, ellos hablaron en lenguas (Hech 2.4)... Cuando Cornelio y los de su casa fueron bautizados en el Espíritu, ellos hablaron en lenguas, y los judíos creyentes se maravillaron (Hech 10.44-48)... Cuando los creyentes de Éfeso fueron bautizados en el Espíritu, ellos hablaron en lenguas y profetizaron (Hech 19.1-6). No hay ninguna declaración o implicación de una demora entre el evento del bautismo en el Espíritu y la evidencia de hablar en lenguas.” .
c. Refutación : Primero que nada (y vea el capítulo de la obra del Espíritu Santo para más detalles), aunque todos los creyentes hemos recibido el Espíritu Santo, no todos hablan en lenguas. (1Cor 12.13) Todos los creyentes hemos sido bautizados en el Espíritu Santo. Cada uno. (Ef 1.13) Al oír el evangelio, el mensaje de la salvación en Cristo Jesús, y creerlo, uno recibe el Espíritu Santo. (Rom 8.9) Si alguien no tiene el Espíritu, no es de Cristo (no es cristiano).
(Ef 1.3) No hay necesidad de una “segunda bendición” de otra obra del Espíritu Santo en nosotros, porque una vez que tenemos a Cristo, ya tenemos toda bendición espiritual y estamos completos en Él. No nos falta nada. (Juan 3.34) Además, entienda que el Espíritu Santo no es “gasolina” (como si pudiéramos recibir más o menos de Él). Es una Persona (la tercera Persona de la Trinidad). Se llama “el Señor” en 2Corintios 3.17. Es por esto que Dios no nos da el Espíritu por medida. Cuando usted recibe el Espíritu Santo en el momento de aceptar a Cristo, ya tiene todo lo que hay y todo lo que podrá recibir. No hay una “segunda bendición” de recibir una obra extra y extra-espiritual del Espíritu Santo.
(1Cor 12.30) Entonces, si todos hemos recibido el Espíritu Santo, ¿todos deberemos hablar en lenguas? Obviamente que no. Note que ellos sacan las únicas tres menciones de una manifestación de lenguas en toda la Biblia: Hechos 2, 10 y 19. Y al hacerlo tratan de confeccionar toda una doctrina de la “evidencia inicial” de haber recibido el bautismo del Espíritu. ¿Qué tal de todas las otras menciones en el Libro de Hechos cuando alguien recibe el Espíritu Santo y no habla en lenguas? . Como ya hemos visto, en Hechos 2 eran 120 creyentes que fueron llenos del Espíritu Santo y sólo 11 (tal vez 12) hablaron en lenguas. Los de las Asambleas de Dios mintieron cuando dijeron que todos los 120 discípulos de Hechos 2 hablaron en lenguas. Sólo “los galileos” hablaron en lenguas. De los tres mil que se convirtieron aquel día en Hechos 2, todos recibieron el Espíritu Santo, pero nadie habló en lenguas (Hech 2.28, 41). Luego, en Hechos 4, otros cinco mil creyeron para salvación pero nadie habló en lenguas. En Hechos 5.12-16 la Biblia dice que “los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombre como de mujeres”. Sin embargo, nadie (ni uno de todos los convertidos) habló en lenguas. En Hechos 8 cuando Pedro les imponía manos a los samaritanos que ya habían creído para ser salvos, ellos recibieron el Espíritu Santo pero nadie habló en lenguas. En Hechos 9 Pablo acepta a Jesús como el Señor y su Salvador, pero no habla en lenguas. Es un buen problema basar toda una doctrina en tres pasajes de un libro de transición como Hechos. No hay ningún patrón establecido en todo el libro. Vea lo que dicen acerca de Hechos 10 cuando Cornelio y los de su familia hablaron en lenguas, los “judíos creyentes” se maravillaron. Ellos metieron esta palabra “creyentes” para poder aplicar las lenguas en un contexto de “creyentes”. El problema es que la Biblia dice claramente que las lenguas son para confirmar el mensaje de Dios delante de los judíos incrédulos. Claro, Pedro y los judíos con él eran “creyentes” en el sentido de “salvos”. Pero, no creían que Dios iba a alcanzar a los gentiles directamente sin que ellos tuvieran que convertirse en judíos (como antes de Hechos 10). Es por esto que se maravillaron. No creían hasta que vieron la señal y al ver la señal se maravillaron (o sea, creyeron). El don de lenguas no tiene nada que ver con una “evidencia inicial” de recibir el Espíritu Santo. Es una señal para judíos que no creen lo nuevo que Dios está diciendo o haciendo. Es una señal de confirmación para Israel. En el último pasaje de Hechos 19, los efesios no eran “creyentes”. Eran judíos, discípulos de Juan el Bautista. No eran creyentes porque ni siquiera sabían que el Mesías había venido. Entonces, las lenguas fueron por señal a estos judíos para confirmarles el nuevo mensaje que Pablo les predicó acerca de Jesucristo siendo el Mesías antes prometido. Y otra vez, en todos estos casos, lo que los de las Asambleas de Dios están haciendo es implicando que las lenguas que ellos hablan hoy en día en sus congregaciones cristianas son las mismas que hablaron en Hechos 2, 10 y 19. Pero no es así y sus implicaciones no son nada más que una decepción y un engaño. El hablar incoherentemente de los Pentecostales es la lengua extraña y desconocida que Pablo condenó en 1Corintios 14. Las lenguas de Hechos 2, 10 y 19 fueron idiomas actuales y conocidos .
5°. Entonces, los de las Asambleas de Dios llegan a una conclusión:
a. “La conclusión es clara: Si alguien, aun alguien inesperado, oye la Palabra de Dios y habla en lenguas inspiradas por Dios, aquella persona ha recibido el Espíritu Santo. Este fue el razonamiento de Pedro y los otros cristianos judíos presentes. Hablar en lenguas es evidencia clara que alguien ha recibido el don del Espíritu Santo (o que ha sido bautizado en el Espíritu Santo). La evidencia fue tan clara para Pedro que insistió que Cornelio y sus amigos gentiles fueran bautizados en agua (Hech 10.48)... Aunque Hechos 10.45-46 establece que hablar en lenguas es la evidencia clara del Bautismo del Espíritu, evidencia que respalda esta doctrina se provee a través del patrón general del Libro de Hechos” .
b. Refutación : Su conclusión es que por una mención de unos pocos gentiles hablando en lenguas (o sea, por una sola mención en toda la Biblia), ya hay una doctrina establecida. Ellos basan toda su doctrina de hablar en lenguas como la evidencia inicial del bautismo del Espíritu en Hechos 10 y el relato de Cornelio y su familia hablando en lenguas después de haber recibido el Espíritu. Increíble. En primer lugar Marcos 16.14-20 dice que el don de lenguas es una de las señales de Apóstol que eran también señales de confirmación. Si vamos a usar un pasaje para establecer la definición y el uso de las señales de confirmación, ¿por qué no usamos la primera mención de ellas y no una mención a la mitad de un libro de transición como Hechos?. Éxodo 4 establece bien el patrón del uso de señales a través del resto de la Escritura. Este pasaje de primera mención dice que las señales sirven para confirmar el nuevo mensaje que Dios está enviando a Israel a través de un nuevo mensajero. (Hech 2.22) Así fue durante el ministerio de Jesucristo. (Heb 2.3-4) Así fue durante el ministerio de los Apóstoles. (1Cor 1.22-23; 14.21-22) Así es siempre. Y así fue también en Hechos 10 con la manifestación de la señal de hablar en lenguas. Pedro y los otros judíos no habrían creído que los gentiles recibieron el Espíritu Santo si no fuera por la señal de confirmación. Esto es obvio al leer Hechos 11. Los otros apóstoles y hermanos judíos en Judea disputaban con Pedro por haber entrado en la casa de un gentil (Hech 11.1-4). Pedro les explica lo que Dios hizo para mandarlo para allá (Hech 11.5-14) y les cuenta la señal de las lenguas (Hech 11.15-17) y ellos, al oír estas cosas creen y glorifican a Dios (Hech 11.18). Si no fuera por la señal, los judíos no habrían creído. Las señales son para los judíos que no creen lo nuevo que Dios está haciendo o diciendo. Las lenguas son por señales para confirmar un nuevo mensaje, no son la “evidencia inicial” de haber recibido el Espíritu Santo. Y si alguien quiere seguir en esta necedad de decir que Cornelio y los suyos forman un patrón para nosotros, está bien. Siga el patrón que tiene aquí.
Al recibir el Espíritu Santo Cornelio y los de su casa hablaron en hebreo. Hechos 10.46 dice que los judíos “oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios”. ¿Cómo sabían que magnificaban a Dios? Si hablaban incoherentemente como los Pentecostales hoy en día, ¿como sabían Pedro y los judíos que no estaban dando recetas de cocina o instrucciones de cómo construir una torre cuya cúspide podría llegar al cielo? Sabían que los gentiles magnificaban a Dios. Entonces, ¿cuál será el idioma que un judío entendería pero que un gentil del primer siglo no? Obvio: Hebreo. Así que, si Hechos 10 y Cornelio es su patrón para hablar en lenguas como evidencia inicial y física de haber recibido el Espíritu Santo, ¡adelante! Hable en hebreo las maravillas de Dios.
La última cosa que vamos a ver en esta declaración de los de las Asambleas de Dios es lo que dicen del “patrón general de Hechos”. Supuestamente el “patrón general de Hechos” respalda la idea de que uno hablará en lenguas como evidencia inicial de haber recibido el Espíritu Santo (o la llenura del Espíritu o el bautismo del Espíritu).
Pero, ¿qué dice la Biblia? .
No hay un “patrón general” en el Libro de Hechos. El Libro de Hechos es un libro de transición de Israel a la Iglesia. Empieza con 12 Apóstoles judíos predicando un mensaje de la segunda venida de Cristo en Jerusalén únicamente a judíos (Hech 2.22; 3.19-21). Pero en el capítulo 7 los israelitas rechazan el mensaje de ellos y una transición empieza a tomar lugar. Dios empieza a dejar al lado a Israel para empezar a levantar Su Iglesia entre los gentiles. Al final del libro la transición se acaba cuando el último grupo de judíos (los de Roma) rechazan el mensaje del Mesías (Hech 28.26-27) y Pablo dice que Dios ya está haciendo Su obra entre los gentiles (Hech 28.28). Por supuesto esta transición es pasajera porque un día Israel será restaurado como el pueblo de Dios (Rom 11.25-27), pero el hecho es que las cosas cambian a través de todo el Libro de Hechos. No puede tomar nada en este libro como un “patrón general” de nada.
Veamos unos ejemplos.
1°. En Hechos 2.1-4 hay 120 (Hech 1.15) creyentes que reciben el Espíritu Santo y todos son llenos de Él, pero sólo 11 (tal vez 12) de los 120 hablan en lenguas (Hech 2.7 con 1.11). Todos los demás no, a pesar de que recibieron el Espíritu Santo y fueron llenos de Él.
2°. En Hechos 2.38 Pedro dice a los israelitas que si se arrepienten y se bautizan, que recibirán el don del Espíritu Santo. Según Hechos 2.41 unos tres mil judíos lo hacen, pero ni uno de ellos habla en lenguas.
3°. En Hechos 4.31 la Biblia dice que todos los creyentes fueron llenos del Espíritu Santo, pero en vez de hablar en lenguas, hablaban con denuedo la Palabra de Dios.
4°. En Hechos 8.12 unos samaritanos creyeron el mensaje del evangelio para ser salvos. Pero, al creer no recibieron el Espíritu Santo. Entonces, en Hechos 8.14- 16 los Apóstoles llegaron de Jerusalén y oraron por ellos. Cuando les imponían las manos, los creyentes de los samaritanos recibieron el Espíritu Santo. Pero nadie habló en lenguas. Ya hemos visto lo que pasó con Cornelio y los suyos en Hechos 10.44-48. No hicieron nada, sólo creyeron y recibieron el Espíritu Santo. Nadie oró por ellos. No fueron bautizados en agua. Nadie les impuso las manos. Creyeron y recibieron el Espíritu Santo. Hablaron en lenguas para señal a los judíos presentes que no creían que Dios había alcanzado a los gentiles directamente.
5°. En Hechos 19.6, los discípulos de Juan el Bautista recibieron el Espíritu Santo cuando Pablo les imponía las manos y después ellos hablaron en lenguas y también profetizaron. Nadie más profetizó hasta ahora, sólo estos efesios. Entonces, ¿cuál es el “patrón general” en el Libro de Hechos? . ¿Hay que arrepentirse y bautizarse para recibir el Espíritu Santo? . ¿Hay que imponer manos? Y después, como evidencia inicial, ¿qué será? ¿Hablar en lenguas? . ¿Hablar con denuedo? ¿Hablar con lenguas y profetizar? . No hay un “patrón general” en el Libro de Hechos porque es un libro de transición. Las cosas al principio del libro son muy diferentes de las de al final del mismo. Y entre el capítulo 1 y el 28, es algo diferente a cada rato. Lo más seguro es sacar su doctrina de los libros de doctrina cristianos. Los escritos de Pablo sirven para darnos nuestra doctrina, y el Libro de Romanos es el fundamento.
Saque su “patrón general” de Romanos y no se equivocará. Pero, si trata de hacerlo en un libro de transición como Hechos, está por caer en la mala doctrina.

CONCLUSIÓN:
Hay cinco señales de confirmación que se mencionan en el Nuevo Testamento (Mar 16.17-18).
Tres de estas cinco son muy populares hoy en día: hablar en lenguas, sanar y echar fuera demonios. Ya hemos visto lo que la Biblia dice acerca de las lenguas, el más popular entre las tres señales populares. Como siempre, es muy fácil de entender algo en la Biblia si simplemente tomamos lo que ella dice literalmente en su debido contexto. Aunque hemos pasado un buen rato estudiando los detalles de la doctrina de las lenguas en la Biblia, el asunto es muy fácil de entender.
Las verdaderas lenguas bíblicas, son idiomas conocidos y sirven por señal a los judíos que no creen el nuevo mensaje
(o la nueva obra) de Dios. Formaron parte de las señales de Apóstol, entonces desaparecieron cuando la época de los Apóstoles terminó. Hoy en día las lenguas que se manifiestan en las iglesias cristianas no son iguales. Son lenguas extrañas y desconocidas. Es hablar incoherentemente y, según 1Corintios 14, es prohibido en la congregación de una iglesia local. Lastimosamente un estudio así hará muy poca diferencia en las vidas de la gran mayoría de los cristianos. Hoy lo que vale más que nada es la experiencia, la emoción y lo que “me hace sentir bien”.
Es como una droga y los cristianos difícilmente pueden dejarlo. No quieren. Les gusta la “inyección” que reciben cuando están en este tipo de servicios. Entonces, venden la verdad de la Palabra de Dios por una experiencia barata que ni siquiera dura ocho días. Pero Dios siempre tiene a unos cuantos fieles que no han doblado la rodilla delante de los ídolos de nuestros días. Para estos fieles, la Biblia siempre es y siempre será la autoridad final.
Ya que entendemos lo que la Biblia dice acerca de las lenguas, ¿qué hay de la sanidad? Las iglesias que se tildan por hablar en lenguas son las mismas que están promoviendo el “don de sanidad”.
¿Qué dice la Biblia acerca de este don y acerca de Dios sanando a la gente hoy en día? .

Gregory Kedrovsky.