Texto publicado por Fer

Bañado en chocolate (2)

Dos horas después de programar un procedimiento automático para que seas hombre muerto/mujer muerta (pero en todo caso tiflobicho muerto) en 48 horas pasando por las peores torturas, suspiraba cansinamente. Gemía. No gemía de placer. De cansancio, de hambre, de necesidad de despejarme un poco. Estaba mi tutora a mi lado. Por suerte de algo me servía, es decir,tan mal no estaba.
Aprovechando que se hacía una pausa, decidí desafiar las leyes educativas, estudiantiles, y cual niño/adolescente me escapé de la clase. Me fui al quiosko, me compré un chocolate grandote del puro, del negro, solo como me gusta, sin porquerías dentro. Como siempre que podía, claro.
Regresé al aula, me debatía entre tocar un poco para pasar el rato libre, no hacer nada, tocar un poco, no hacer nada, jugar a algo, charlar con mi tutora que para algo estaba ahí también al lado mío, y tipo que me terminé decidiendo por esto último, porque para estar 15 o 20 minutos sin decir ni fu ni fa...
Como era de esperarse, comencé a comer despacio, lentamente, a poca velocidad, el chocolate. No superé mi adicción ni quiero intentarlo, pero naturalmente di un gran paso, comer con menos velocidad, disfrutar más.
Hacía frío, mucho frío, y yo no sé si esto al chocolate le afectará de una manera que yo no sabía. La cosa es que estaba duro, era una masa de chocolate aún deliciosa de sabor, gracias a Dios no cambió nada el gusto. Pero al tacto estaba no solamente duro, migas de chocolate se me escurrían por los dedos, de una manera muy diferente al chocolate derretido. no me importó enchastrarme, seguí comiendo. Casi estaba orguyoso de tener los dedos manchados de chocolate. Seguía comiendo extasiado y procedí a manejar la computadora, para simular que seguía preparando tu tortura, tu muerte. Llené el teclado y alrededores de chocolate, no me importó. Mis manos eran más chocolate que carne y hueso, y yo ya estaba por terminarlo. También estaba por terminar esa pausa. Como soy un alumno algo revelde y hago lo que se me antoja, decidí ponerme a desmadrar con la computadora valiéndome madre las posibles reacciones del tumulto. Esa fue mi manera de vengarme de cómo me cuesta a veces una materia tan jodida como esta... Bien, voy a dejarles un dulce rastro en venganza de todas formas. Mi tutora no se hizo problema, se reía nomás. Al mismo tiempo ella me había convidado mate momentos antes. Una convinación catastrófica para el estómago y como era de esperarse, no tardaron en llegar esas consecuencias. Manchados de chocolate mis manos, mi ropa y yo mismo, llegué a mi casa, cené de mala gana, quería algo dulce (me cansé de tanta milanesa y aparte tenía más sed y sueño que otra cosa) y tras tomar mucha agua y ya habiendo terminado de comer, fui a intentar dormir. Intentar y no poder, algo quería salir de mi aparato digestivo. Ya estaba descomponiéndome. Al principio hice que ya se me iba a pasar, pero no. Terminé levantándome de la cama, llendo al baño y bomitando como pude.
Desde entonces aprendí que o voy a comer chocolate, o tomo mate. Me decidí por el chocolate y si me ofrecieran mate rechazarlo, por supuesto. Porque si tomara mate y me dieran chocolate o pudiera comprar uno no me podría resistir.
Por supuesto limpié el desmadre de chocolate, en la ropa, en mi abrigo y hasta en la computadora.
Dentro de un rato vamos a hacer algo parecido, pero espero que como todas las otras veces no traiga consecuencias desastrosas.