Texto publicado por Leidy Aldana

¡NO SOMOS UN ERROR!

NO SOMOS UN ERROR.
A raíz de este tweet (https://twitter.com/logela/status/860832103285633024) he decidido ponerme a escribir sobre algo que lleva tiempo cociéndose en mi mente y que necesito expresar, porque aunque es una obviedad, mediante noticias como esta nos damos cuenta de que hace falta insistir en ello. Los discapacitados no somos un error.
Para empezar, el término discapacitado es subjetivo y hostil. Implica que no somos capaces. ¿De qué exactamente? Sí es cierto que tenemos un sentido de menos, quizás dos, quizás tres… y esto no es precisamente un plus. Hasta ahí de acuerdo. Pero de eso a expresar que no somos capaces… esto lleva implícita una comparación. No somos tan capaces como los que tienen los 5 sentidos a su disposición. Bueno, yo no soy capaz de ver y mi hermano sí. Eso es obvio y objetivo. Pero el término no desea expresar eso. Nos quiere recordar el pensamiento de un sistema que quiere crear personas clones y sumisas: que somos un error simplemente porque somos diferentes a la mayoría.
Muchas personas sufren de baja autoestima en el mundo, lo que no va necesariamente intrínseco a la discapacidad, pero sí la engloba, porque constituye una parte esencial de la identidad.
Es sabido que cuando la persona, en su adolescencia, se da cuenta que es diferente, por la razón que sea, sufre un choque con la normalidad que le da a entender que él no pertenece a esa categoría. Desde luego que puede ser traumático, hasta que se decide si se prefiere la autoaceptación o la autocompasión perpetua, algo a lo que se enfrenta todo ser humano, en mayor o menor medida.
Pese a ello, desde estas líneas animo a todo el que se encuentre en esta encrucijada a escoger la primera, porque cualquier diferencia que tengas te supondrá una lucha constante, eso es inevitable, pero también es ya parte de ti y negarla no te ayudará en nada. Acogerla, sin embargo, enarbolarla como lo que es, un hecho de la vida, y hacerla tuya, hacerte a ella y decirle al mundo que quieres vivir independientemente de cuántos sentidos tengas, eso sí es un acto de desafío y de reconciliación contigo mismo. No eres un error.
El bebé de esta noticia ha sido clasificado como tal por los que lo iban a adoptar, pero espero que cuando le toque el turno de decidir por sí mismo, y a pesar de su drástica llegada al mundo, tenga a alguien que le recuerde: tú no eres un error.