Texto publicado por Irene Azuaje

Valencia, Venezuela.
Fecha: 01-03-2014

Querido amigo.

Mi querido amigo, escribo estas líneas para recordar nuestra amistad que duró 1 año y lo especial y valioso que eres y seguirás siendo para mí.

Todo empezó en enero o febrero del 2012 (ya no recuerdo exactamente cuándo apareciste en mi vida), pero el punto es que al llegar, trajiste lindos momentos a través del Messenger, que era nuestra vía habitual para hablar.

Cuántas noches me hiciste reír y yo a ti, cuántas veces me oíste pacientemente cuando estaba con el peor de los ánimos y yo también te hacía reír y te escuché cuando lo necesitaste.
Ya hace casi un año que te fuiste, aunque sé que no volveré a verte conectado, pero mi mente se niega a aceptar que no estás.

Sé que estos últimos tiempos no han sido los mejores para mi estado anímico, pero trato de no quebrarme, no te habría gustado saber que en más de una ocasión me decía no servir ni valer nada, que no era digna de alguien, ya recordarás mi mala suerte en el amor y por eso tengo esos pensamientos tan tristes sobre mi persona, tú me dirás vamos, lo vales todo, sé que lo dirías con toda la mejor intensión, pero como lo que he recibido a cambio es dolor y daño, pensar que valgo es una tarea complicada.

Escribo esto para poder desahogarme, para poder sentirme mejor, sé que tomará tiempo que este dolor de no volver a hablar contigo se cure, pero mejor empezar con esto.

No te digo adiós porque sería dejarte morir en el olvido y eso es algo que no estoy dispuesta a hacer, procuraré seguir escribiendo para curarme de esta pérdida, pero sé que si sigo recordándote, vivirás en mí.

Porque una persona muere completamente si se deja en el olvido y escribo esto desde mi habitación (no es la misma donde hablamos todos los días) porque me cambié de apartamento, pero si evoco tu recuerdo, tu presencia estará donde me encuentre.

Describiéndote, diría que como carácter muy paciente, solidario con todo el que necesitó de tu ayuda, sea para ser escuchado, aconsejado en términos informáticos, de la vida cotidiana, etc. Ahí estabas, presto a tender tu mano amiga.

Siempre queriendo aprender y cuantas curiosidades del twitter no te compartí, pienso que te habrías divertido con todo lo que pongo en mi Facebook y he descubierto que los likes (me gusta) se tienen que ganar, no mendigar, si recibes aunque sea 1 me gusta, eso significa que se interesó por hacer notar su agrado al leer la publicación, aunque existe gente que no deja rastro, pero a mí me consta que a más de 1 al que le guste nutrir su cultura, lo habrá leído.

Tu amistad me ha enseñado que es cierto aquel refrán que reza, quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro, pero no solo conseguí un tesoro, sino la isla del tesoro que es esta amistad que tanto valoro y guardo en mi memoria, si en algún momento de mi vida llegara a tener un hijo, quisiera hablarle a ese pequeño y enseñarle que la amistad más valiosa no tiene que ser necesariamente en persona y que las mejores amistades se guardan en el corazón.

Hasta pronto mi entrañable amigo, sé que en algún momento nos volveremos a encontrar, se despide, tu querida amiga, Irene Azuaje.

Dedicado a José Luis Sifuentes Solís, conocido en la red como El Ingeniero, nacido en Durango (México) el 14 de abril de 1994- 18 de marzo del 2013 (Durango, México).