Texto publicado por Marcos Molina

Nota: esta publicación fue revisada por su autor hace 7 años.

Capítulo 2 LAS REGLAS DEL ESTUDIO BÍBLICO - REGLA # 1. del libro CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA Por, Greg Kedrovsky .

¿Por qué hay “reglas” en el estudio de la Biblia? .
En primer lugar, la Palabra de Dios es un Libro peligroso .
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano
Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de
estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen,
como también las otras Escrituras, para su propia perdición. [2Ped 3.15-16]
La Biblia es probablemente el Libro más peligroso del mundo, porque de ella viene la enseñanza de cómo
evitar el infierno e ir al cielo. O sea, este Libro puede salvar su alma y darle vida eterna, o puede
condenarle a una eternidad en el lago de fuego que Dios preparó para el diablo y sus ángeles. Si uno no
recibe bien la enseñanza de la Escritura, puede hallarse un día en el infierno. También, para los cristianos,
la Biblia es un Libro peligroso porque si torcemos la Escritura fuera de su contexto, es herejía. Y aunque
no estamos en peligro de perder nuestra salvación, sí podemos perder nuestra herencia en Cristo si no
seguimos la sana doctrina mientras que estemos en la tierra. Puesto que la Biblia es así, Dios nos ha dado
unas reglas para que no nos hagamos daño manejándola de manera equivocada.
En segundo lugar, hay reglas en el estudio de la Biblia porque podemos hallarnos “descalificados” si
tergiversamos la Escritura.
Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. [2Tim 2.5]
Como un atleta que corre hacia la meta para ganar el premio, si nosotros no corremos “legítimamente” (o
sea, según las reglas), quedaremos descalificados y eliminados del premio al final, de la recompensa en el
Tribunal de Cristo. Las reglas del estudio bíblico nos marcan la cancha y nos enseñan los límites para que
podamos “jugar” con toda confianza. Así que, con un buen entendimiento de estas reglas, podemos correr
con toda nuestra fuerza hacia la meta sabiendo que estamos luchando legítimamente.
En lo demás de este capítulo, vamos a ver 21 reglas del estudio bíblico sano. Lo que hay que entender por
la palabra “sano” es que al estudiar la Biblia según las reglas, podremos estar seguros que estamos
sacando, definiendo y aplicando la sana doctrina y no tergiversaciones de la Escritura. Algunas de las
reglas son de sentido común, mientras que otras requieren un poco más de explicación e ilustración. Así
que, si entiende la regla la primera vez que la lee, qué bien. Si no, repase la lectura para estar seguro de
que entiende el concepto .

REGLA # 1: . EL CONTEXTO . .
La regla: Antes de preguntar qué significa un versículo, determine el contexto.
Esta es la regla primordial de todo el estudio bíblico. Básicamente, el “contexto” es lo que viene “con” el
“texto” (con-texto). Un famoso maestro de la Biblia una vez preguntó a sus estudiantes: “¿Y cuál es la
primera regla del estudio bíblico?” Contestaron: “¡Contexto!” Volvió a preguntarles, “¿Y cuál es la
segunda regla del estudio bíblico?” Le contestaron: “¡Contexto!” Luego les preguntó, “¿Cuál es la tercera
regla del estudio bíblico?” Otra vez respondieron: “¡Contexto!” Esta es la importancia de esta primera
regla del estudio de la Biblia. Fíjese en lo que Pedro dice acerca de este asunto.
Casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender,
las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
[2Ped 3.16]
Uno “tuerce” la Palabra de Dios cuando saca versículos y pasajes fuera de su debido contexto y resulta en
lo que se llama la “herejía”. Además, si uno tergiversa la enseñanza de la Biblia queda con una aplicación
torcida, algo que se llama la “apostasía”. Lo peligroso de todo esto es que se trata de la Biblia, de la
verdad. La herejía es simplemente la verdad fuera de su debido contexto y por esto causa la perdición y la
condenación de la apostasía.
Varias de las otras reglas del estudio bíblico existen para ayudarnos a establecer el contexto de un pasaje
bíblico. La regla de los tres grupos nos ayuda a entender a quién está escrito un pasaje. La regla de trazar
bien la Palabra de Verdad nos ayuda a no aplicar algo a nosotros que no nos pertenece. También la regla
de las tres aplicaciones básicas de la Escritura es esencial en la tarea de establecer el contexto. Entonces,
vamos a estar retomando este asunto del contexto varias veces más en esta sección de la reglas del estudio
bíblico.
Además, un buen entendimiento de las palabras y frases claves en la Biblia nos ayuda a establecer el
debido contexto de un pasaje en cuestión. Este tema es tan importante que dedicamos todo un capítulo al
asunto en este libro (ver el capítulo 10). Por ejemplo, la frase “día del Señor (Jehová)” se refiere a la
segunda venida de Jesucristo. Si no entendemos todo el contenido de un pasaje, al ver esta frase ya por lo
menos sabemos que el contexto se trata de la venida gloriosa del Señor para establecer el reino mesiánico.
Las palabras y frases claves en la Biblia nos ayudan mucho a establecer el contexto de lo que estamos
leyendo o estudiando en la Biblia.
También, los primeros versículos de un capítulo o de un libro son sumamente importantes en esta tarea de
establecer el contexto de un pasaje. Por ejemplo, el primer versículo del Libro de Santiago establece el
contexto de todo lo que está escrito en dicha epístola.
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud. [Stg 1.1]
Santiago escribió a los judíos, a las doce tribus de Israel, no a la Iglesia (o sea, no a los cristianos). Por
esto el contenido de Santiago es doctrina escrita específica y directamente a los judíos, no a los cristianos.
Entonces, cuando usted está leyendo o estudiando Santiago, antes de hacer cualquier aplicación personal,
debe tomarlo todo en su debido contexto. ¡Está leyendo el correo de otros, el de los judíos! Otro ejemplo
de esto sería el Libro de Hebreos. Por el título del libro ya sabemos que no es algo escrito directamente a
los cristianos. Fue escrito y dirigido hacia los hebreos. Entonces, los cristianos debemos tomar todo el
contenido de este libro en su contexto. Estamos leyendo el correo de otros, el de los hebreos.
Entonces, ¿cómo se ve la aplicación de esta regla en la práctica diaria? Cuando usted está leyendo o
estudiando un versículo o un pasaje que no entiende o que quiere entender mejor, debe siempre fijarse en
el contexto primero. Hágase la pregunta: ¿A quién está escrito este pasaje (este versículo, este libro, etc.)?
Si tiene que leer todo el capítulo para entender el contexto del pasaje que está estudiando, hágalo. Aun a
veces es necesario leer el libro desde el primero capítulo hasta el pasaje en cuestión para entender bien el
contexto. No siga adelante en sus estudios de un pasaje hasta que entienda bien el contexto. Hay que
establecer el contexto primero. Recuerde: ¡Contexto! ¡Contexto! ¡Contexto! Es sumamente importante. Es
primordial . .

Pastor Greg Kedrovsky .